domingo, 30 de julio de 2017

Matar al heredero (Carlos Laredo Verdejo)

Este libro lo elegí también por el título, pero no me había dado cuenta de que era "otro caso del cabo Holmes" lo que quiere decir que hay más... ¡Genial! Ya los tengo localizados para no dejar de leerlos...

Lo cierto es que me ha gustado mucho. No es una novela trepidante de alta tensión pero es una caso policial entretenido, agradable y con personajes estupendos.

Por un lado está José Souto, alias Holmes, cabo primero de la Guardia Civil de Corcubión y nuevo jefe de puesto, al jubilarse el sargento.

Y por otro lado está su amigo Julio César Santos, un madrileño rico y vividor, que se supone que es detective pero que, según sus propias palabras: "Yo no trabajo por dinero, querida, sino por diversión". Además "...a pesar de su justificada reputación de playboy tenía los principios propios de alguien con buena educación" Dicho esto, está claro que es un personaje que me tenía que encantar... Soy su gran admiradora desde ya.

La cuestión es que Holmes se casa con Lolita, su novia de siempre e invita a César Santos a la boda y luego a pasar unos días en su nueva casa que es, a la sazón una casa rural. Le cuenta que el año anterior habían asesinado a Ález Sueiro, hijo del dueño de un pazo y unas tierras en una aldea muy cercana pero que no ha conseguido descubrir ni qué pasó en realidad, ni por qué, ni quién fue el asesino...

Y ahí empieza todo... "Cuando César Santos decidía que se aburría era tan difícil frenar su interés por las aventuras arriesgadas como por las mueres bonitas". Así que César decide que tiene que ayudarle..

Vamos conociendo a todos lo que pudieron tener algo que ver con el caso: Edelmiro, el criado; Beni, su hija, a la que la víctima había dejado embarazada; Pedro Sueiro, tío de la víctima y abogado de éxito... Y aparecen otros personajes que forman el engranaje de la trama, como Nines, la modeli... y que no encajan en la trama pero si en la historia de los protas, como Marimar.

Una de las cosas que me ha gustado es que todo queda resuelto con elegancia pero que todos saben que hay algún cabo suelto que no se va a poder demostrar y lo entienden como razonable. No sé, es la sensación de que no dejan que la vorágine les arrastre... Me da tranquilidad.

De verdad que es muy agradable y muy entretenida de leer y se pasa muy bien, con momento muy divertidos.

Para cerrar, la reflexión final es de Santos, con lo que no sirve como mantra budista, pero me ha hecho gracia: "... le gustaba disfrutar del sexo con o sin amor, pero correcta y recíprocamente. Hay ciertas cosas, solía decir, que debe practicarse con nobleza y elegancia, especialmente si son pecado".

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