domingo, 31 de enero de 2021

Las barbas del profeta (Eduardo Mendoza)

 Otro libro que pedimos a los Reyes porque todo lo que escribe Eduardo Mendoza hay que leerlo. No hay excusa... Y lo he disfrutado mucho.

Es un libro cortito, no es novela y está maravillosamente bien escrito (como siempre). Nos habla de su época de estudiante, cuando en el cole se estudiaba Historia Sagrada. Yo ya tengo unos años, sí, pero ya no tuve Historia Sagrada. Tenía Religión, que no es exactamente lo mismo. Y él mismo nos dice: "No exagero al afirmar que la Historia Sagrada que estudié en el colegio fue la primera fuente de verdadera literatura a la que me vi expuesto".

También nos dice una cosa que me parece una gran verdad: "En mi opinión, el abandono de las humanidades en los planes de estudio causa un mal irreparable a los estudiantes que ellos y la sociedad paragarán con creces si no lo están pagando ya". Yo soy "de Ciencias", muy "de Ciencias", pero me parece fundamental haber tenido que estudiar un año de Latín en el cole y haber tenido Literatura hasta el último momento. Y haber estudiado Historia del Arte... Hace unos días escuché a unos chavales de un instituto tratando de buscar firmas porque desaparece el Griego del instituto... Pues es una pena. Cierto que nunca van a hablar Griego clásico, ya, pero abre la mente para muchas más cosas...

En fin, que con este libro, he aprendido muchísimas cosas y, además, lo he pasado genial porque la ironía del autor es finísima y nos hace sonreír todo el tiempo.

Por ejemplo, con la creación: "Si creó de la nada la materia y el tiempo apra instalar en ellos una raza de pensamiento autónomo y libre albedrío que le honrara y sirviera por propia voluntad, le salió el tiro por la culata".

He aprendido que en la bandera del Reino Unido, en la Union Jack, aparecen la cruz de san Andrés como patrono de Escocia, la cruz de San Patricio, como patrono de Irlanda y la cruz de san Jorge, que es el patrono de Inglaterra... No tenía ni idea...

Nos va narrando diferentes episodios del Antiguo Testamento que puede que ahora los chiquillos no conozcan pero que para nosotros eran las lecturas habituales, Y nos habla de Noé y el diluvio: "A continuación envió a una paloma y esta vez la paloma volvió con una ramita de olivo en el pico. De este modo se convirtió en el símbolo de la paz y obtuvo una licencia para ensuciarlo todo que no se concede a ningún otro animal".

Me ha encantado el episodio de José y sus hermanos. Nos narra cómo le querían hacer daño pero no llegaron a matarle: "Simplemente hicieron algo intermedio y al hacerlo crearon una tradición que dura hasta nuestros días: la ineptitud de los malos".

Va pasando así por muchos episodios y se lee muy rápido y muy bien. Es muy, muy agradable.

No voy a cerrar con una reflexión esta vez sino con una idea sobre el profeta Isaías, que me parece muy interesante: "... posiblemente uno de los más grandes poetas de la antigüeadd. Estar metido en la Biblia le confiere un rango espiritual elevado, pero le sustrae todo el prestigio que tendría si huiera ido por libre". Y es muy posible que sea cierto.

sábado, 30 de enero de 2021

Aquitania (Eva García Sáenz de Urturi)

 Cualquiera que me conozca sabrá que no he elegido este libro por ser el Premio Planeta... Tengo muy poca fe en los Planeta (bueno, en casi ningún premio) pero me gusta mucho como escribe al autoea y decidí que sería una buena idea pedir el libro a los Reyes, presumiendo que me había portado lo suficientemente bien como para merecer que me lo trajeran. Y acerté: me lo trajeron.

Y, acerté en otra cosa: me ha gustado, mucho.

Nos cuenta la historia de parte de la vida de Leonor de Aquitania, Alia Aenor, una reina peculiar donde las haya. Y es una vida interesante y digna de ser novelada.

Creo que no tengo muchas cosas en común con Leonor de Aquitania, la verdad, pero hay dos en las que sí coincidimos: nuestras abuelas se llamaban Felipa y París no nos hace mucha gracia (a mí, no es que no me haga gracia, es que no me gusta). Para lo de París, no hay más que ver lo que le dice su marido Luis VII: "Es verano, pero es París, nunca será como la soleada Aquitania".

Es muy curioso porque llegó a ser duquesa de Aquitania muy jovencita, una niña, vamos, con 13 añitos. Y, para entonces, era ya una muchacha muy madura y muy capaz. Yo me imaginaba a mí misma con esa edad y me muero de la risa... Pero, vamos, que el rey era también un criín se hizo con el trono. Claro, luego eran ancianos con 50 y eso ya me da más coraje...

Como en aquella época la vida no tenía ningún valor, ninguno en absoluto, hay muchos muertos por todas partes... No pasa nada por matar a alguien, todo es disimulable o ni siquiera eso, porque no hace falta. "Es costumbre en esta tierra, mala costumbre pero sucede, que a los hijos no deseados les envenenan el chupete restregándolo con la planta de la adelfa". Y Leonor casi que dedica su vida a saber quién ha envenenado a su padre, porque está segura de que ha sido envenenado al hacer el Camino de Santiago.

Eso nos lleva a conocer a los "gatos aquitanos" que todos decían que solo existían en las leyendas pero que: "Elegidos desde que empezaban a gatear, eran mucho más que los espías de los duques de Aquitania. Expertos en vigilancia, acecho y merodeo, niños y niñas zurdos eran seleccionados para ser sigilosos, discretos e imaginativos en situaciones complicadas".

Me gusta el Manual de vida de los duques de Aquitania, en el que iban escribiendo los duques sus reflexiones y normas de vida. Y hay algunas muy interesantes: "Ante un suceso improbable, inesperado e incomprensible, pregúntate ¿a quién favorece?". Esta me ha gustado mucho.

Hay muchos personajes curiosos e interesantes, pero hay que leerlo porque como la época era tan difícil, las vidas se entrelazan y no es fácil dar muchos datos con solo unas pinceladas.

Merece la pena dedicar un buen rato a leer la novela. Yo lo he pasado bien y he aprendido muchas cosas. Además, para hacernos un favor, nos incluyen un arbol genealógico y un buen mapa de Francias con las diferentes regiones (porque aquello era un lío).

Y voy a cerrar con una reflexión de las que hacen pensar: "Matar no tiene mérito, hacer daño no tiene mérito. Todos podemos; el mérito es tener un motivo y elegir no hacerlo"

jueves, 28 de enero de 2021

La suerte del enano (César Pérez Gellida)

 No teno remedio: soy gellidista... Así que, claro, tenía que leer el último. He tardado un poco porque se lo pedí a los Reyes Magos y no me lo pudieron traer antes de que llegara el día clave.

Pero ya lo he conseguido... y me ha gustado muchísimo, como todos los demás del autor. No se puede dejar de leer ni un minuto...

En realidad, la protagonista en esta ocasión es la inspectora Sara Robles, acompñada de todo el equipo: Álvaro Peleteiro, Patricio Matesanz, el comisario Herraanz-Alfageme (alias Copito), el forense Villamil... Y, por supuesto, en un momento dado aparece Ramiro Sancho, que ahora está trabajando para la Interpol.

Me encanta el momento en que se puede leer "¡Hay que joderse!"...

La trama es bastante complicada y vamos viendo cómo se va complicando cada vez más hasta que nos enteramos de verdad de lo que ha pasado. Pero está muy bien hilada y no da la sensación de que le falten piezas en ningún momento.

Un mínimo resumen: roban una pequeña pieza de arte del Museo Nacional de Escultura, El martirio de San Sebastián y las cosas se van complicando y van apareciendo cadáveres por Valladolid... 

Se va a entremezclar la mafia rusa con los grupos libaneses, falsificadores y ladrones de obras de arte al más alto nivel... es todo un batiburrillo increíble que se irá desentrañando y nos enseñará muchas cosas. Porque yo no tengo ni idea de todas esas cosas.

Van a aparecer una serie de personajes muy interesantes, como Pixie y Dixie, Émile y Samir Qabbani o Mario Craviotto o el brigada Ojeda.

Pero me ha llamado mucho la atención Tinus van der Dycke, el "espantapájaros", un traficante de arte muy interesante. Me ha hecho gracia porque practica krav magá, un arte marcial no muy conocido pero del que mi hijo mayor tuvo que hacer un trabajo en un momento dado y asistió a una clase de iniciación a la que les invitaron para que tuvieran un cierto conocimiento práctico. Y me ha gustado el principio básico: "evitar ser lesionado" y la secuencia de acción "neutralizar, aturdir, definir".

Hay un momento en que me he sentido totalmente como Sara Robles: "Sus conocimientos de arte podían equipararse con los que tenía en física cuántica, lo cual no le impedía captar y disfrutar de su belleza". Lo de la belleza es una cosa sorprendente. Hace años, cuando mis hijos eran pequeños, fuimos a pasar unas vacaciones en Las Alpujarras y aprovechamos para visitar Granada y, como no, La Alhambra. Mi hijo pequeño, que tendría 5 añitos, nada más llegar y ver los jardines, se paró y dijo muy serio: "Ahí va... ¡qué bonito!" Nos quedamos alucinados porque era muy pequeño y nunca pensé que le pudiera afectar de esa forma.

Hay una frase de Sancho que también me ha gustado: "Cuando no has superado lo de atrás, lo de menos es lo de más". Haciendo referencia a lo afectado que se sintió cuando tuvo que volver a la casa de la madre de Augusto Ledesma (si alguien no sabe quién es, tiene que leer el resto de novelas del autor)

Y, claro, una frase que, no por conocida, es menos cierta: "Es mejor un por si acaso que un quién lo hubiera pensado"

También me ha hecho gracia que aparece el propio autor en el Zerro Café al final de la novela, y que se hacen referencias a Carapocha y a Otto Bauer... Lo dicho, hay que leer a este autor desde el principio.

No sé si queda claro, pero es necesario leer este libro, De verdad que es estupendo.

Esta vez cierro con una reflexión un poco larga pero que merece la pena (y más en estos momentos). Es de un abuelillo anónimo en un parque pero me gusta mucho: "Verá, puede que tenga razón en que a veces no hay demasiados motivos apra ser feliz, pero eso no quita para que deje de sonreír. El problema es que la mayoría de las veces no valoramos lo que tenemos y eso nos impide apreciar las pequeñas cosas que suman. No damos importancoa a poder pasear un domingo soleado por estos jardines, poo ejeplo. O simplemente al hecho de elegir pasear o no pasear. Ser libres, amigo mío, es razón suficiente para sonreír cada día, el problema es que nosotros mismos nos encerramos en priiones invisibles de las que luego nos resulta imposible salir"

lunes, 25 de enero de 2021

Antes de los años terribles (Víctor del Árbol)

 No sé muy bien por qué elegí este libro, la verdad. No sé si es que oí hablar del autor o si simplemente, me pareció que podía estar bien.

La cuestión es que el libro me ha resultado difícil de leer. En un principio, pensé que no me gustaba, pero lo que creo es que me hacía daño leerlo... para mí ha resultado muy duro.

Nos cuenta la historia de Isaías Yoweri, nacido en 1980, en Uganda, uno de los niños de la guerra. "La vida de Isaías volvió a empezar el día que llegó a Barcelona siendo un muchacho y dejó atrás su mundo". Nosotros le vamos a conocer ya en Barcelona, con su taller de bicicletas y esperando un bebé con Lucía.

En un momento dado, aparece alguien de su pasado, Emmanuel K, que le pide volver a Uganda para dar una conferencia en un congreso. Y ahí vamos a empezar a conocer su vida antes de llegar a Barcelona... y ahí llega la parte complicada.

Vamos a conocer a la familia de Isíais, a sus padres, la abuela Ng'o, su hermano Ernest, que siempre estaba ausente, su hermana Rebeca Johari y su hermanod Joel Chango, con el que siempre tuvo una relación especial. También vamos a conocer a Lawino, 3 años mayor que Isaías, de quién él siempre estuvo enamorado.

Pero, cuando tenía 13 años se destruye la familia y termina formando parte del LRA (Lord's Resistance Army). Terminan llamándole "el cazador". "Mi especialidad era dar caza a los espíritus malignos que se escondían en los negros de piel blanca, los albinos (a los que Kony temía y odiaba por sus supuestos poderes mágicos)"

Es impresionante lo que vamos viendo que hacían los chiquillos... lo que les hacían hacer y cómo se van transformando en... no sé muy bien en qué. La lucha, los muertos, el trabajo en las minas de oro con mercurio todo el tiempo...

Pero lo malo es que, cuando vuelve a Kampala, las cosas no han cambiado todo lo que él pensaba que podrían haberlo hecho. Y descubre que le ham "engañado". Y ha puesto en peligro a Lucía, que ha insistido en acompañarle.

No voy a contar nada más. Es una trama política bastante complicada en la que sufren más los que no tienen nada que ganar y se ven involucrados sin saberlo.

Ya he dicho que me ha resultado muy duro. Creo que, sobre todo ha sido al darme cuenta de que todo eso por lo que pasa Isaías, ha tenido lugar hace muy poco tiempo. Parece que, como es Uganda, que está taaaaan lejos (o eso nos parece), no pasa nada. Me ha llamado la atención que hablan de "guerras que no existen, sin héroes, sin medallas y sin nombres. Guerras de tumbas anónimas: El Congo, Chad, Yemen, Líbano, Sierra Leona, Yibuti...". Pasan por nosotros como si no existieran... sabemos que siguen ahí, pero nadie hace nada por evitarlo.

En fin, no es un libro para pasar un buen rato, para nada... me ha costado pero he de decir que me parece que está muy bien escrito

Hay varias reflexiones muy interesantes, pero me voy a quedar con una que me ha gustado: "Solo alguien realmente fuerte no teme mostrar su fragilidad"

domingo, 17 de enero de 2021

La senda del rey (Rafaela Cano)

 Vamos allá... lamentablemente, no hemos empezado 2021 con la mejor elección. No es que la novela no esté bien. Le ha pasado lo que a mí con mis piedras del riñón: es una cuetión de gestión de las expectativas. Considerando el tema del libro, yo esperaba otra cosa.

Todo gira en torno al decreto de expulsión de los moriscos de España, en el año del Señor de 1609, que ya les vale... Y va Felipe III y sale en procesión para festejarlo... ¡qué cosas!

Es increíble cómo había que ser cristiano viejo y demostrarlo... pero ¡qué necesidad hay de esas cosas! Había muchos que se habían convertido hacía generaciones y otros que se habían convertido pero que solo se habían bautizado para no tener problemas... Y digo yo... ¿qué más dará?

Cuando les echaron, si no se iban a tierras cristianas no se podían llevar a los peques menores de siete años para que no dejaran de ser cristianos... Pero, vamos a ver, ¿no les expulsas porque no lo son? Pues los niños tampoco lo serán... ¿te los quedas para convertirlos? Pues lo vas a hacer genial si les separas de sus padres.

Bueno, queda claro que no estoy nada de acuerdo... me parece un sinsentido.

En fin, que yo pensaba que se iba a dar más importancia al tema, pero en realidad es una novela bastante rosa que nos narra la historia de Tristán, hijo del sedero de Magacela (Bartolomé de la Peña) y Mencía, la hija de Ezequiel, el Morero.

El sedero y la familia tienen que salir del pueblo por el decreto de expulsión y se llevan a Mencía (su padre había fallecido), que es cristiana vieja... La que se lía es pequeña... Porque la envidia es muy mala y otra muchacha que estaba enamorada de Tristán, les delata.

Hay empiezan todas las vicisitudes de esta pareja que va dando bandazos de un sitio a otro hasta ver si es posible que se vuelvan a unir.

La novela nos da la opción de conocer diferentes personajes de todos los ámbitos de la sociedad y vemos qué palos había que ir tocando para conseguir diferentes cosas... Y lo retorcidos que eran ya, que no pensemos que somos únicos.

Me ha hecho mucha gracias encontrarme con Mercedes Cortés, la esposa de don Alfonso de Silva, un gran amigo de Bartolomé de la Peña. ¿Por qué? Pues porque mi amiga de toda la vida se llama Mercedes Cortés... y se me quedaron los ojos como platos. La del libro es descendiente de Hernán Cortés, así que tendré que preguntarle a mi Mercedes si sabe algo de eso...

Uy, uy... No sé por qué me voy encontrando con gente que sufre cólicos nefríticos... debe de ser una señal. Aquí hay un médico que tiene un remedio "Así que le dijo que tomara infusiones de altramuces e hinojo para ayudar a expulsar las arenillas". Voy a tener que buscarlo porque me parece que me va a hacer falta una temporadita...

Hay varios personajes que me caen bien, y uno de ellos es fray Jerónimo, superior del convento dominico de Santo Domingo de Llerena, que en un momento dado dice: "...se preguntaba qué llevaba al hombre a hacer daño a sus semejantes"

Voy a cerrar ya. Es una novela que se deja leer pero, como ya decía, no es lo que yo esperaba y quizá pro eso me ha decepcionado un poco.

Pero deja cosas interesantes, la verdad, y voy a dejar una de ellas: "El tiempo es el mejor de los bálsamos, lento pero eficaz, el único capaz de cicatrizar las peores heridas, que son las del alma y las del corazón".