domingo, 24 de junio de 2018

La asombrosa bibliotecaria de Little Rock (Olivia Ardey)

Vamos a ver, siguiendo mi maravilloso criterio para elegir libros cuando no tengo uno entre ceja y ceja, decidí leer este porque sospechaba que sería ligerito, entretenido y fácil de leer.

Muchas veces la intuición me falla de cabo a rabo, pero con este acerté. Ha sido exactamente lo que me imaginaba.

No va a pasar a la historia de la literatura universal, desde luego, pero lo he pasado bien leyéndolo.

Hay poco que decir: nuestra prota es Nicki, que trabaja en la bibliteca de Little Rock.Su jefe es Derek Russell, con quien se lleva muy bien. Tiene un novio, Michael que está en el ejército y lleva tiempo fuera. Ella anda un poco enfurruñada porque todas sus amigas están ya casadas y parece que Michael no se decide a proponerla matrimonio (esas cosas que llevan tan mal las americanas y que ahora estamos copiando aquí también).

En fin, que el sherriff Allan Ferguson, maravilloso y estupendo, tiene que quedarse en su casa unos días por una serie de circunstancias un poco largas de contar y empieza una "relación" que no se sabe en qué va a terminar.

Aparece por ahí también David Lee, con una relación sorprendente con el sheriff, algunos de los usuarios de la biblioteca... Todo un poco complicado pero bastante bien traído.

Ah, y hay una historia en la que el sheriff tiene que trabajar y descubrir un misterio.

Ya está, no hay más, pero se deja leer.

Dos reflexiones, una del sheriff: "Hemos venido al mundo para disfrutar y también para intentar dejar un buen recuerdo de nuestro paso". Y otra, más divertida, del gran Oscar Wilde: "Demasiado lápiz labial y muy poca ropa siempre es señal de desesperación de una mujer"

El séptimo círculo del infierno (Santiago Posteguillo)

Menos mal que, después de dos libros que han resultado ser menos de lo que esperaba, he encontrado esta maravilla. Sí, claro, siendo Santiago Posteguillo el autor, estaba claro que me iba a gustar.

Es fantástico aprender tanto con una lectura, disfrutar de un lenguaje maravilloso, de una narrativa que parece tan fácil... lo tiene todo.

El séptimo círculo del infierno es en el que se encuentran, según Dante en La Divina Comedia (complicada de leer, a la sazón), los asesinos. Y nos cuenta el autor que Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges lanzaron en su momento una colección de novela negra que tenía ese título. Hay que reconocerles que está muy bien traído.

En este libro, el autor analiza los diferentes infiernos de varios escritores. Infiernos personales e infiernos causados por su entorno. Nos queda muy claro cómo se aísla y se hace sufrir a muchos de ellos por convencionalismos sociales, algunos ya superados y otros aún por superar...

"Las escritoras suelen sufrir, en particular, una doble discriminación: la que proceda en cada caso - por ideología, creencias religiosas, culturales, etc. - y, además, por ser mujeres". Afortunadamente, en esto estamos avanzando mucho en los últimos años pero el autor nos cuenta cómo muchas de las autoras tuvieron que usar seudónimos masculinos para poder publicar: Ellis Bell (Emily Brönte), Acton Bell (Anne Brönte), Currer Bell (Charlotte Brónte), George Elliot  (Mary Ann Evans)... Me ha parecido curioso que las hermanas Brönte eligieran ser los hermanos Bell. Yo sabía que habían publicado con seudónimo pero nunca me había dado cuenta de que era con el mismo apellido.

Descubrimos la historia de Sor Juana Inés de la Cruz, "erudita y escritora, científica y autora de hermosos poemas y magníficas piezas teatrales, fue objeto de investigación por la Inquisición". Esto ya lo digo yo, fue sobre todo "molesta" porque fue de las primeras feministas y demandaba educación para las mujeres. Eso, a finales del siglo XVII no estaba muy bien visto.

Y podemos leer esos versos que a mí tanto me gustan:

Hombres necios que acusáis 
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis

Nos cuenta también cómo se conocieron Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí y Aymar. Yo había oído que era ella la que escribía sus obras aunque eso es lo que dicen las malas lenguas. Pero sí es cierto que colaboraron mucho porque ella era una muchacha muy culta, además de muy guapa y traducían juntos a muchos autores.

Maravillosa la historia de la publicación de Cien años de soledad. Fue además en agosto de 1966, el mes y año en que yo nací. Gabriel García Márquez y su esposa Mercedes no tenían dinero suficiente para mandar al editor la obra completa y mandaron solo una parte. Afortunadamente, el edito Francisco Porrúa, en Buenos Aires, se dio cuenta de lo que tenía entre manos y le mandó dinero para que le hiciera llegar el resto... ¡Menos mal! ¡Nos podríamos haber perdido una de las mejores obras de la literatura universal!

Uf, con todas las cosas que me gustaría contar... Pero tengo que ir cerrando poco a poco porque con este libro podría alargarme hasta el infinito. Quiero dejar una cosa muy interesante en relación con la educación en España: "Eliminan horas de historia, arte, latín, griego, literatura, filosofía y tantas otras materias claves en la evolución del pensamiento humano. Materias todas ellas que generan masa crítica, gente con criterio propio. Precisamente lo que no se desea desde arriba." Me ha parecido estupendo porque es algo que siempre he pensado yo también. Y yo no soy sospechosa, que soy muy de Ciencias. Estudié ciencias puras y soy Ingeniero Industrial pero recuerdo con cariño mis clases de Filosofía y de Latín (que tuve, claro que tuve...). No se puede pasar por la Universidad para estudiar cualquier cosa, sin tener un mínimo conocimiento de historia, o de arte... Aunque no sea mucho. Eso hace que se cree un interés por saber más, por conocer qué es lo que ha llevado a la humanidad a llegar donde ha llegado, por tener un criterio, como dice el autor y ser un poco menos manipulable. Bueno, claro, y hay que saber escribir... al menos sin faltas de ortografía.

¡Vaya discursito! Pero lo pienso de verdad. Y cierro con otra cosa que me ha gustado y que me voy a apuntar: "Porque no solo hay que leer aquello con lo que se está de acuerdo"

La oscura luz del sol de medianoche (Cecilia Ekbäck)

No se puede negar que el título es una maravilla... ¡qué bien suena! Pues lo que es bueno es solo el título. El libro no me ha gustado.

Se me ha hecho muy largo, muy pesado y muy aburrido. Lo cierto es que la idea de la novela no está mal: "Suecia 1855 - El ministro de Justicia recibe un mensaje aterrador: ha habido una masacre en una montaña de Laponia. Uno de los nómadas sami, los nativos de la región, aparentemente, ha asesinado a sangre día a un sacerdote, a un oficial y a un colono en la rectoría. El ministro envía a la zona a Magnus, un geólogo, con la tarea de investigar lo acontecido"

Suena muy bien pero se queda ahí. Es cierto que esa es la trama pero todo lo que hay a su alrededor es bastante pesado. Lo único que puede ser interesante es que nos hace ver cuáles eran las costumbres de los lapones... Pero tampoco consigue que quede muy claro porque se entreteje con la trama y queda todo muy enrevesado.

Magnus Stille es el yerno del ministro. Está casado con su hija Isabella y, además, ha estado viviendo en su casa desde que era un crío. Es geólogo y le manda a investigar porque puede disimular diciendo que quiere cartografiar la zona. Es una zona en la que hay unas minas que puede que se vendan a Noruega (un lío que tampoco queda claro).

Para complicar un poco más las cosas, Magnus se tiene que llevar a su cuñada Lovisa, que es la rebelde de la familia y a la que sus padres quieren castigar con ese viaje.

Ya he dicho que es una novela en la que nada me queda claro... Los personajes que se encuentra Magnus entre los colonos no me han llamado nada la atención y no he sido capaz de conectar con ellos.

Tan solo me ha gustado Biijá, o Ester que es el nombre que le pone el párrico cunado la bautizó. Es una sami que no se va con sus compañeros a buscar pastos porque ha fallecido su esposo. Es la que acompaña a Magnus es su cartografiar más o menos disimulado.

Y es la que nos deja alguna reflexión interesante con la que voy a terminar, porque no me ha dado para más: "Así, estemos donde estemos - nos guste o no, nos impliquemos o no - participamos en el devenir de los acontecimientos"

Casi todos mis secretos (Víctor Amela)

Me pareció interesante el título de este libro y decidí leerlo.

En realidad se trata de "biozapping" como dice el propio autor. Son relatos cortos, "descritos con ligereza, prosa saltarina y propósito de no aburrir". Lo cierto es que no aburren, desde luego, pero ha habido algo que no me ha enganchado con el autor y que ha hecho que no me haya terminado de gustar el libro.

Está entretenido, sí, pero, algo hay que no, no. Eso no quiere decir que no esté bien escrito, que lo está ni que no enseñe muchísimas cosas nuevas, que también. Pero hay veces que, por el momento quizá, un libro que podría ser fantástico leído otro día, es solo un libro más. Y eso me ha pasado a mí.

Dicho todo esto, hay muchas cosas que me han hecho pensar y sonreír.

Lo primero que quiero dejar aquí es que hace referencia al lema griego gnosi seaiton (conócete a ti mismo). Me ha sacado una sonrisa porque me he acordado de Agilulfo el amigo de Negro y su lema "ládrate a ti mismo"...

Por otra parte, en un momento dado habla de Irlanda y dice "Algo tiene esta isla que engendra músicos y grandes escritoes a mansalva: Joyce, Wilde, Yeats, Beckett, Dunsany, Lewis, Murcdoch, O'Brien, Shaw, Le Fanu, Sterne, Stoker, Swift". Me alegra que alguien piense lo mismo que yo. Es imrpesionante la cantidad de escritores que salen de Irlanda. Yo no sé si es algún ingrediente secreto de la Guinness o si es que, como lleve tanto, algo tienen que hacer. Y, además, luego se reparten por todo el mundo y en todas partes hay alguien que tiene un antepasado irlandés.

El autor hace referencia a una frase de Roberto Calasso: "...para que los niños lean: Tenga libros por casa...¡y poco más puede hacer!". Me quedo más tranquila: eso es lo que yo he hecho. Tengo libros por todas partes. Solo me falta ponerlos en el baño (y cuando eran pequeños tenían esos libros tan chulos que hay para meter en la bañera). Parece ser que he hecho lo que tenía que hacer aunque, lamentablemente, no ha funcionado.

Ah, he aprendido una cosa que me ha llamado la atención. Yo sé que en la pintura se representaban las cosas de una forma o de otra para "decir" con el color y la forma muchísimas cosas que no se explicaban con la palabra. Pero no sabía que "...se representaba a los teólogos, pluma en el aire para recibir directamente de los cielos la palabra de Dios". ¡Qué maravilla!

También he aprendido que "mantenerse en sus XIII" viene del Papa Luna, que era Benedicto XIII y ahí se mantuvo, "en sus XIII"

En fin, que tal como nos cuenta el autor y como aparece en el prólogo de El Lazarillo de Tormes: "No hay libro, por malo que sea, que no contenga algo bueno". Y este libro no es que sea malo, de veras que no, es que no he conseguido entrar en él en condiciones.

Voy a ir cerrando ya, con una cita de Mark Twain que me parece muy interesante: "La especie humana tiene solo un arma verdaderamente eficaz: la risa. ¡No entiendo por qué no la emplea más a menudo!"

Los perros duros no bailan (Arturo Pérez Reverte)

Aquí estoy, con otro de mis autores favoritos... ¡qué voy a decir! Le regalé el libro a mi marido por el día del Libro y, en cuento él lo ha leído y he tenido un hueco, lo he leído también yo.

Me ha gustado muchísimo... El paralelismo entre la vida de los perros y la de los humanos está maravillosamente reflejado en todo y los personajes son increíbles.

Nuestro prota es Negro: "Nací mestizo, cruce de mastín español y fila brasileño (...) Hace mucho que todos me llaman Negro" y es absolutamente imposible no quererlo... Como será que tiene perfil de Twitter y yo le sigo... @MiNombreEsNegro

Los perros se reúnen cada día en el abrevadero de Margot pero hace días que no aparecen por allí ni Teo ni Boris el Guapo.

Tratando de localizarlos, Negro se ve involucrado en unas situaciones que le llevan a su pasado como luchador y que nos descubren un mondo de los perros mucho más honesto y leal que el de los humanos (para lo que no hace falta tampoco esforzarse mucho, la verdad)

Es una novela no muy larga, pero entrañable, tierna, divertida, escrita con una tremenda delicadeza, que nos hace darnos cuenta de lo que es la lealtad, la amistad, la honradez... Y que nos hace valorar a los perros mucho más de lo que ya los pudiéramos valorar.

Además, los personajes son tan divertidos... Me encanta Rudi, alias Perlita la DogQueen, y Susa, la Lumi. Y también Dido que "era un definitivo pedazo de hembra"

Y me parece muy entrañable Agilulfo, que es un podenco falco y filósofo, cuyo lema favorito es "Ládrate a ti mismo"

No voy a contar nada más pero esta novela hay que leerla. Por suerte para mí, esta la he leído en papel (que me sigue gustando más que el formato electrónico, sin duda), así que he podido abrazarla muy fuerte cuando lo he terminado, que es lo que siempre hago cuando le he cogido un cariño especial a un libro. ¡Mis cosas!

domingo, 17 de junio de 2018

Música para feos (Lorenzo Silva)

Sí, Lorenzo Silva es uno de mis autores de cabecera... no lo puedo evitar. Me gusta muchísimo.

Y este libro no ha sido distinto. Me ha encantado.

En este caso conocemos a Mónica y a Ramón, en 1984. Mónica está más sola que la una, a punto de cumplir los 30, con un trabajo que no le gusta... y se va a tomar unas copas con una compañera, Alba que la lleva a sitios que ella no habría elegido especialmente.

Pero, en un momento dado, conoce a Ramón. Y ahí comienza su historia, una historia de amor curiosa, que va avanzando muy poco a poco, con unos cuantos secretos de por medio, con unos personajes muy reales y, por qué no decirlo, muy honestos.

No se puede contar mucho para no desvelar lo que los propios personajes no quieren desvelar hasta que no avanza la relación. Así que no seré yo quien traicione a Ramón contando aquí a qué se dedica...

Pero sí me ha gustado mucho cómo se van conociendo a través de la música que van compartiendo los dos... Ramón es mayor que Mónica y su música es para ella un descubrimiento (mucha de esa música es la que a mí me gusta también...)

Y hablando de música, me he sentido muy identificada con una frase: "...Bob Geldoff, un tipo que me cansa casi tanto como Bono, otro asiduo a ese exhibicionismo humanitario que nunca se sabe qué gana para los desfavorecidos, a cambio de la propaganda para los benefactores". Dicho esto, su música sí me gusta y confío plenamente en que lo que hacen sirva para ayudar...

Además, he aprendido muchas cosas (como casi siempre), como que la estatua del Ángel Caído de El Retiro está a una altitud de 666 metros sobre el nivel del mar... Casi dan hasta escalofríos...

En un momento dado, Ramón y Mónica se tienen que separar durante un tiempo. Ramón lo ve menos importante (el hecho de estar físicamente lejos) y plantea una situación interesante: "Lo de estar con alguien es muchas veces una ilusión: muchas parejas que ves paseando por ahí hace años que no están el uno con el otro en realidad". Y yo creo que es muy cierto, por mucha pena que me dé.

No puedo contar más cosas, aunque me gustaría pero ya he dicho que no quiero traicionar, no solo al autor, sino sobre todo a los personajes.

Pero no puedo dejar de recomendar la lectura de esta novela: es cortita, es estupenda, es interesante, está maravillosamente escrita... Lo tiene todo...

Y cierro con una reflexión de las que se pueden imprimir y pegar en la pared: "Lo único que puedes hacer es asegurarte de que hay un motivo para lo que haces, y no hacerlo nunca sin ese convencimiento detrás"

Nunca es demasiado tarde, princesa (Irene Villa)

No había leído nunca nada de lo que había escrito Irene Villa pero siempre había tenido curiosidad, la verdad. Me ha parecido siempre un ejemplo de superación, así que, ya que el libro pasó por mis manos, no pude dejar de leerlo.

Lo primero, dejar claro que los personajes que aparecen en el libro no son reales (aunque podrían serlo). La propio autora nos lo dice al final. Pero puede que todos conozcamos a alguien en alguna de las circunstancias que se presentan aquí.

Nada más comenzar, hay una reflexión que me ha puesto en situación y que quiero dejar aquí porque creo que es para darle una vueltecita: "En la realidad cotidiana no hay un principio y un final. La vida es una lucha continua y quien decide exprimirla al máximo se enfrenta a los nuevos despertares que supone aprender, pero también a finales que nos obligan a cerrar círculos y pasar página".

En el libro vamos a encontrarnos diferentes historias complicadas: un accidente de coche que cambia la vida de una chiquilla (y de todos lo que están a su alrededor, claro); un chico que no deja vivir a su madre, tiranizándola anímicamente (y económicamente); una enfermedad en la familia; una mujer que trata de usar a los hombres hasta que se vuelve contra ella; maltratos en la familia...

Se da uno cuenta al leer el libro que la vida nos puede cambiar radicalmente de un momento a otro, sin que nos demos cuenta. Yo estuve un tiempo dándole muchas vueltas a eso: hace casi dos años me caí por la calle de la manera más tonta (y no fue por llevar tacones muy altos, que es lo que pensó todo el mundo, no, simplemente tropecé). No fue apenas nada porque se quedó en una luxación del hombro derecho que me tuvo de baja 55 largos días, que acompañé de buenos libros y de muchas sesiones de Juegos Olímpicos. Pero he revisado la película de la caída miles de veces y me he dado cuenta de que podría haberme golpeado en el suelo con la cabeza en lugar de con el hombro y la historia habría tenido un final completamente diferente... Y creo que eso me ha hecho ser más consciente de lo rápido que nos puede cambiar la vida o la forma en que la vivimos.

En fin, vuelvo al libro, que me disperso... Ufff, he leído algunas cosas alucinantes... "Había conocido a chicas que empapaban los tampones en alcohol para conseguir una buena borrachera y lo único que lograban era acabar en una ambulancia rumbo al hospital en coma etílico". Confieso que lo tuve que leer dos veces porque no me lo podía creer... ¡alucinante!

Otra cosa interesante: "Y es que uno quizá no pueda cambiar lo que el destino le tiene preparado, pero sí tiene poder sobre su actitud ante esas nuevas circunstancias. Si no te gusta lo que ves, ¡cambia la forma de verlo!". Cuando estaba preparando la reseña y he visto esto, me he acordado de una publicidad genial de Gomaespuma para el Banco Santander y Popular (la cuenta 1,2,3 para autónomos). Uno de los personajes es un "coach" saladísimo, que dice que "si la vida te cambia el guion, corrígele los acentos" Pues a eso vamos... aunque nadie dijo que fuera fácil.

Hay muchas más cosas que podría contar aquí sobre el libro, pero no me quiero alargar... que luego me pongo muy pesada. Es un canto a la lucha, al optimismo, a compartir, interiorizar, aceptar, levantarse y avanzar... No es un libro de autoayuda, pero sí es un libro que ayuda, de eso no me cabe ninguna duda.

Y cierro con otra reflexión para tener muy presente: "No tengas miedo a equivocarte, porque a veces es el único camino, y nunca dejes de intentarlo porque nunca es demasiado tarde"

Anatomía de un escándalo (Sarah Vaughan)

Llevo más de un mes sin hacer ninguna reseña ... Lo voy dejando, lo voy dejando y cuando me quiero dar cuenta, tengo más de una docena por hacer... ¡qué cabeza la mía!

En fin, que hace ya mucho que he leído este libro pero aún soy capaz de decir cositas sobre él y sobre lo que me aportó.

Decidí leerlo porque el título es verdaderamente atractivo, al menos para mí. Me pareció que podía ser interesante. Y he de decir que sí lo fue.

Además es un tema, que da para muchas conversaciones y muchas opiniones diferentes.

Para hacernos una idea, tenemos a una abogada criminalista, Kate Woodcroft, de 42 años, especializada en delitos sexuales. Es divorciada, no tiene hijos y está volcada al 100% en su trabajo.

Le presentan un caso en el que tiene que representar a una muchacha, Olivia Lytton, de 28 años, investigadora parlamentaria, que ha acusado a James Whitehouse de violarla. A la sazón, el Sr. Whitehouse es subsecretario del Ministerio del Interior y confidente del Primer Ministro británico.

Vistas así las cosas, podemos imaginar el tirón mediático del juicio y de todo lo que hay a su alrededor. Más sabiendo que antes de hacerse oficial la acusación, se supo que la Srta. Lytton y el Sr. Whitehouse habían tenido una relación que había durado unos cinco meses. Él había puesto fin a esa relación porque quería volver a la vida que había elegido con su mujer Sophie y sus dos hijos, Emily y Finn. "Verás lo rápido que se pone tu mundo partas arriba si tomas una decisión equivocada; si, durante un segundo fatal, te comportas ilícitamente". [Que se lo pregunten a muchos de nuestros políticos...]

Es fácil hacerse una idea de la situación... Un hombre estupendo, que además es guapísimo, que tiene una familia modélica... Y es acusado por una chiquilla que trabaja para él, con la que ha tenido una relación y a la que ha dejado... ¿Será de verdad violación o será solo la acusación de una mujer despechada porque ha sido rechazada?

Porque nos queda claro durante la presentación de los antecedentes del juicio que hubo sexo, sí, pero ella afirma que no fue consentido y él, que sí lo fue....

Hasta aquí puedo leer, como decía Mayra Gómez Kemp en 1, 2, 3, responda otra vez. A partir de aquí, hay que leer la novela para descubrir las historias paralelas de James y Sophie en Oxford. Y la historia de Kate, una chica inteligente y trabajadora que vivió una situación muy complicada en su instituto: "Si había un crimen peor que ser inteligente era no conseguir disfraza ese hecho bajo capas y capas de sarcasmo y rímel".

No es la novela mejor escrita que he leído, eso seguro, pero da mucho que pensar. Tenemos 4 personajes cuyas vidas se entretejen de tal manera que llegamos a ponernos en su lugar. Por supuesto, con alguno nos vamos a identificar mucho más que con los otros... Yo, he de decir que desde el principio me puse al lado de Sophie, la mujer de James. Al final, se da cuenta de que siempre ha estado supeditada a él: "Simplemente, él expone lo que le gusta y siempre es más fácil plegarse a su voluntad y aceptarlo"

Ya he dicho antes que no voy a decir nada del desenlace de la novela porque si lo hago, pierde toda la gracia pero sí me ha quedado claro algo que yo siempre había pensado: No todos somos iguales ante la ley. Sí, lo sé, se supone que sí, la Declaración de Derechos Humanos así lo dice en el artículo 7 (me he molestado en comprobarlo) pero dependemos del señor que nos defienda. Y ahí entran muchos más factores.

No hay más que ver las propias palabras de Kate, con las que voy a terminar, aunque sea un poco pesimista (en contra de mis principios): "La práctica del derecho consiste en ser más persuasivo que tu oponente. Se puede ganar aunque las pruebas estén contra ti, siempre que argumentes mejor. Y todo consiste en ganar, por supuesto."