viernes, 23 de noviembre de 2018

El manuscrito de fuego (Luis García Jambrina)

Sonaba bien, ¿verdad? Eso me pareció y por eso lo he leído... Y me ha gustado... Y mucho.

Está muy entretenido, es una época muy curiosa y nos lleva por Salamanca de tal manera que creo que me lo tendré que volver a leer cuando vuelva a pasar por esa ciudad tan agradable y tan bonita.

Para ponernos en antecedentes, nos vamos a situar en Béjar. Eso me ha gustado porque es un sitio encantador y porque unos muy buenos amigos de mis suegros (y nuestros) son de allí. Allí hemos estado en alguna boda y luego hemos pasado de vacaciones... Buen sitio, sí, señor.

El 2 de febrero de 1532 , Don Francés de Zúñiga es acuchillado en plena noche por unos desconocidos. Don Francés era el alguacil mayor de Béjar pero había sido durante años el bufón del emperador Carlos V. Su esposa, la emperatriz, encarga las pesquisas a Fernando de Rojas que encontrará ayuda en Alondo Jambrina (¡ojo al apellido!), estudiante en Salamanca.

Don Francés alegraba al emperador, sobre todo cuando le daban los ataques de gota, que le ponían de muy mal humor: "...la verdad era con frecuencia trágica y amarga, pero él la presentaba como una farsa para que fuera más soportable".

Me encanta porque al que lleva a cabo las pesquisas se le llama "pesquisidor" ¡Qué nombre tan precioso! Y, por supuesto, este Fernando de Rojas es EL Fernando de Rojas, el autor de La Celestina.

Fernando de Rojas ya había sido pesquisidor pero llevaba tiempo retirado en Talavera de la Reina, estaba felizmente casado y tenía 6 hijos. Así que, tiene que volver a Salamanca y se reencuentra con parte de su pasado: con Sabela, su antiguo amor y con la hija de un librero con el que él trataba mucho y que ahora cuida de los libros que la Inquisición quisiera ver desaparecer de la faz de la tierra.


La Inquisición... Aparecía en la reseña anterior y aparece ahora. Como dice Tomás Pérez, amigo de Fernando de Rojas, "¡Cómo es posible que Dios permita la existencia de una institución tan poco cristiana como el Santo Oficio!"

En uno de los desplazamientos de Fernando de Rojas pasa "...no muy lejos del pueblo de Guijuelo, donde le dieron de cenar jamón curado, ya que no había otra cosa en la despensa". ¡Qué cosas! Bueno, nuestro prota no era tonto y, tanto le gustó que pidió otro plato...

Otra cosa curiosa es que Alonso es un estudiante... "raro": "Soy criado del hijo de un hidalgo de Zamora. Asisto a las lecciones en su lugar, mientras mi joven señor se divierte con sus amigos".

Y Alonso, lector de su libro, se ofrece a ayudarle. Fernando de Rojas le explica en qué consiste su labor: "...se trata de explorar caminos que no conducen  ninguna parte, hasta encontrar aquel que, por fin los lleve a la verdad"

No puedo dejar de contar lo que ven cuando entran en la biblioteca en Salamanca; "...había una cartela, bastante intimidatoria, aunque, al parecer, no demasiado disuasoria, que decía que había excomunión contra cualquier persona que quitase o distrajere algún libro, pergamino o papel de esa biblioteca...". No tendría mayor importancia si no fuera porque yo tengo esa misma indicación en la pared de mi salón... ¡qué casualidad! Bueno, a mí no me quitan los libros. Si alguien se lleva alguno, se apunta en el cuadernito que tengo para eso y ya está. Cuando lo devuelven se tacha y listo...

En fin, que es un libro que merece la pena leer para pasarlo muy bien. La trama se entreteje y se complica a ratos, pero luego se va aclarando todo... más o menos... Y, por supuesto, nos vamos a encontrar la rana de la catedral de Salamanca...

Voy a dejar un refrán que me ha gustado mucho y que pondría los pelos de punta a Mafalda: "Siete virtudes tiene la sopa: quita el hambre y da sed poca, hace dormir y digerir, nunca enfada y siempre agrada y te pone la cara colorada".

Y cierro definitivamente con una reflexión muy interesante: "La risa, y no solo la razón, es lo que nos hace humanos"

Lo último que verán tus ojos (Isabel San Sebastián)

Lo cierto es que siempre me ha gustado lo que he leído de la autora, así que pensé que era una buena opción. Como siempre, sin saber nada de la trama de la novela (si no, no sería yo...)

Pero al empezar, casi me arrepentí... Me encontraba con una novela de judíos y nazis. No es que sea nada malo, para nada, pero es un tema tan manido que no me convence demasiado...

Y me equivoqué. La novela está muy bien y me ha gustado mucho. No es una novela al uso de las que tratan (de mejor o peor manera) el Holocausto. Es muy entretenida y se aprende muchísimo. Todo el tema está tratado con bastante delicadeza y, además, tiene momentos divertidos.

En realidad, el protagonista de la novela es un cuadro de el Greco que aparece en una subasta como caído del cielo ya que nadie había oído nunca hablar de él. Bueno, nadie, no: los lectores sabemos de dónde viene porque aparece al principio de la novela en casa de Judah Sofer, un abogado judío que va a ser llevado a un campo de concentración esa misma noche.

Esa noche, el 25 de noviembre de 1944 sería la última que verían sus ojos.

En el cuadro se representa Toledoth: "La ciudad sagrada de las diez sinagogas, de acuerdo con la tradición hebrea previa al segundo éxodo"-

Aparece entonces Philip Smith, un taxista de Brooklyn. Se presenta en el hotel en el que se aloja Carolina Valdés. Ella es "la primera autoridad mundial en el pintor renacentista Doménikos Theotokópulos, más conocido como el Greco". Philip tiene una foto de su abuelo en su salón con el cuadro al fondo y está convencido que el cuadro le pertenece y que debió de ser robado por algún dirigente nazi en Budapest, donde vivía su familia.

En un principio, no parece sencillo de creer pero Carolina se convence enseguida de que Philip lleva razón. Eso sí, no va a ser sencillo de demostrar. Hay mucho dinero en juego y se trata de una época en la que las transacciones no quedaban documentadas... Ni mucho menos.

La búsqueda de pruebas de la propiedad les van a llevar a Hungría y, posteriormente a España.

Vamos a conocer a un hombre, Ángel Sanz Briz. "Todo el mundo en Budapest sabía que el diplomático español era, junto a sus colegas de Suiza, Suecia y la Santa Sede, un activo defensor de los hebreos perseguidos". Yo no le conocía, pero al parecer, se ha hecho una película con su vida y tiene una calle en Madrid. De hecho es una avenida, y tiene la parada de metro de Laguna. Y también tiene calle en Zaragoza (que he estado haciendo averiguaciones). Y se lo merece...

De hecho, le fue concedida la distinción Justo entre las Naciones, por el Estado de Israel en 1966 pero el gobierno entonces no le permitió ir a recogerla (el mismo gobierno que no quiso intervenir en sus operaciones, aun siendo "aliado" de la Alemania nazi...). Esta distinción es "concedida únicamente a las personas no judías que durante el Holocausto salvaron vidas humanas"-

Se aprende muchísimo de Toledo y de el Greco, que Carolina sabe mucho de eso y lo cuenta muy bien... Además, se lo tiene que explicar a Philip, con lo que lo aprendemos también los lectores. Así nos enteramos de que el Greco era muy orgulloso y se creía por encima de todos sus contemporáneos, incluso de Miguel Ángel... Y que no vendía sus cuadros, los dejaba en depósito para poder recuperarlos posteriormente si quería (y podía pagarlos de nuevo).

También aprendemos más de los judíos, de la secta jasídica, en particular, que es a la que pertenecía la madre de Philip. Una secta peculiar (como todas, claro) que marcó a Philip y que condicionó a su familia.

Y pasa un poquito por la Inquisición y sus cosas... Y cómo se quemaron muchos herejes en toda Europa pero parece que solo fue en España donde se cometieron barbaridades.

No puedo seguir mucho más, pero hay que leer la novela porque es muy, muy, muy interesante. Hay muchas cosas que ver y muchas reflexiones a tener en cuenta. El holocausto es un momento tan triste de la historia de la humanidad que cualquier cosa que se lea sobre el tema, da mucho que pensar.

Dejo aquí una reflexión entre muchas que se podrían usar como cierre: "El dogmatismo, el fanatismo, el racismo o la irracionalidad son mucho más dañinos que la codicia, del mismo modo que el amor, la felicidad, la lealtad o la verdadera belleza no se consiguen con dinero".

jueves, 22 de noviembre de 2018

Konets (César Pérez Gellida)

Cierto: soy gellidista, no lo puedo evitar... Así que pedí que me regalaran este libro por mi cumple. Es el final, el colofón de las dos trilogías y Khimera. Tenía que cerrar y ha sido con esta nueva novela.

Por supuesto, me ha gustado muchísimo. He de decir que me ha dado un poco de miedo... Igual que me pasó con Khimera. El escenario es un poco apocalíptico pero no deja de ser factible, con lo que da más miedo todavía.

Nuestro principal protagonista es Olek Opiekzionek y le vamos a conocer cuando se adolescente y cuando ya es más maduro. Entre tanto, han sucedido los hechos de Khimera...

Olek ha contado toda su vida con un hada madrina, ya que ha sido criado por sus abuelos y no ha conocido ni a su padre ni a su madre. Ese hada madrina es Kusalka, que resulta ser... sí, Erika Lopategui (siento si he hablado de más). "Rusalka es el nombre en clave por el que se conoce a la persona que está dirigiendo un proyecto de investigación multidisciplinario llamado Khimera, que cuenta con el apoyo y financiación del Kremlin". "El fin último de Khimera no es hacer la guerra, sino evitar que las consecuencias de la misma devasten el planeta y borren la civilización tal y como hoy la conocemos". Por eso me da miedo... Si se leen las dos novelas, no es tan descabellado...

En esta novela nos vamos a encontrar con relaciones con la Congregación de los Hombres Puros... (agggggg) y con Augusto Ledesma, que pone carne de gallina solo con leer su nombre.

Eso sí, llega uno a la página 302 y lee: "Hay que joderse" y se ilumina todo un poquillo más... No lo puedo evitar, Ramiro Sancho es mi personaje favorito... En este momento, es Inspector General de la Interpol y tiene dos hijas, Asia y Greta.

Hay muchas cosas muy interesantes, y que dan que pensar mucho: "Si uno siembra toda la huerta con la misma semilla, no puede esperar que la cosecha sea variada".

He aprendido lo que es el síndrome de Harper-Matthews, el mal del murciélago: "El término aludía al hábito consistente en permanecer conectado a las redes durante largas temporadas evitando el contacto con la realidad: como murciélagos colgados en su cueva". No sabía yo que esto tenía nombre...

Podría seguir muchísimo pero no puedo dejar de contar las cuatro verdades: "La existencia es, en sí misma, sufrimiento. El origen del sufrimiento es el anhelo, el apego y la ignorancia. El sufrimiento se extingue eliminando lo que origina y, para ello, hay que seguir los ocho caminos de la nobleza: comprensión, pensamiento, palabra, acción, ocupación, esfuerzo, atención y concentración".

Hay que leerlo, de verdad que sí... Es el colofón a toda una serie fantástica que me ha tenido enganchada completamente. Me ha encantado.

Y cierro con una frase que me ha hecho pensar... "Vivir sin sueños ni ambiciones no es vivir, es sobrevivir".

miércoles, 21 de noviembre de 2018

El Cid Campeador - Simplemente Rodrigo (Carlos del Solo)

Mi amigo Paco, que me conoce bien, me regaló este libro por mi cumple. Lo tenía fácil, era éxito seguro... Y, además, venía firmado por el autor, que también me deseaba feliz cumpleaños...¡lo tenía todo!

Es estupendo. Lo he disfrutado muchísimo. Vale, de acuerdo, todos sabemos que al final se muere... La historia del Cid nos la sabemos muy bien. Yo, hasta sabía que lo de doña Elvira y doña Sol era mentira, una invención de El cantar del Mío Cid. Porque realmente sus hijas se llamaban Cristina y María.

Pero el hecho de conocer la historia no hace al libro menos interesante. Es una versión fantástica, vista desde el Rodrigo humano. Me encanta cómo se preocupa en todo momento por su madre que es un personaje olvidado en cualquiera de las otras versiones que yo había leído.

En realidad, es un libro en el que nos damos cuenta de cuáles eran las relaciones y las preocupaciones de un hombre que es leyenda para todos nosotros. Y para todos sus coetáneos... Porque ya era un ídolo cuando vagaba el pobre por la Península, tratando de encontrar señor al que servir, sin querer agraviar a su verdadero señor, al rey de Castilla.

También vemos en el libro cómo estaban las cosas en aquellos momentos. No era nada fácil vivir por la Península, la verdad. No había sitio en el que se pudiera estar tranquilo. Los reyes se iban pegando unos con otros. Unas veces era por causas razonables pero otras, la verdad, era un poquito porque sí, o por sus santas narices (por no decir otra cosa mucho más fea que quedaría fatal aquí)

La historia comienza en 1063 justo antes de que Rodrigo fuera nombrado caballero por Fernando I de León, Castilla, Galicia y Portugal. Rodrigo era muy amigo de Sancho uno de sus hijos y se había criado en la corte con él.

Pero el rey, cuando murió repartió su reino entre sus hijos y la lió... Porque los hermanos se llevaban regular, por decirlo suavemente.

Además, había pequeños reductos musulmanes que rendían tributo a uno u otro rey para que los protegieran. Y también iban cambiando en función de los días, de lo que les ofrecieran, de las rebajillas en lo que tenían que pagar...

Y, claro, también había gente que tenía que trabajar la tierra en medio de todo ese batiburrillo. Ahora lo dejas todo y te vas a la guerra, ahora guerrean por aquí y te destrozan todo, ahora estamos tranquilos pero llega el señor y se lleva nuestras cosas... ¡vaya vida!

Nos cuentan también por qué le llamaban Cid Campeador... Fue Campeador al vencer al adalid navarro en una "tregua de Dios" y fue Cid, gracias a los musulmanes: "Nosotros cuando nos referimos a un señor, ya sea por nobleza o por comportamiento, en nuestra lengua la palabra suena "Cid". Por ello, al menos para mí, cuando os recuerde seréis Don Rodrigo Díaz, el Cid Campeador".

También aparece la famosa frase de Al-Mutamán, rey de Zaragoza: "¡Qué buen vasallo sois! ¡Ay, si tuvierais buen señor!".

Hay  muchos momentos que me han gustado mucho y he conseguido identificarme con Rodrigo en muchos momentos. De verdad que merece la pena dedicar un tiempo a su lectura. Se lee de maravilla, se aprende mucho y da mucha pena llegar al final...

Dejo una reflexión que me ha gustado mucho y que debe hacernos pensar: "Todo tendrá una explicación y, con el tiempo, seguro que la averiguareis. Es posible que el mismo Dios os quiera dar algún tipo de mensaje con todo esto que os está sucediendo o quizás tenga planes para ti".

Qué vas a hacer con el resto de tu vida (Laura Ferrero)

Este libro sí que no sé por qué lo leí... No es que me llamara especialmente la atención el título, pero... lo empecé. Y cuando empiezo, no soy capaz de dejar un libro a medias. Esa es mi perdición...

Y este... no sé muy bien qué me ha parecido. La verdad es que sí me ha gustado, pero no he conseguido conectar completamente con los personajes y eso me ha hecho mantenerme un poco más al margen de lo que necesito para que una novela me encante.

Lo primero, el título es un verso de un poema de Adrienne Rich que le gustaba mucho a la madre de la familia que protagoniza la historia. Me he molestado en averiguar que es cierto. Y lo he tenido que buscar porque en esta novela, como en muchas otras, los personajes leen a algunos autores que son están al alcance de los simples mortales como yo...

Nuestra protagonista es Laura y toda su familia. Su padre es un poco especial... Román llegó a Ibiza en 1982 y se marchó en 2015. Toda su vida ha girado en torno a las islas... ¡qué curioso! "La disputa acerca de lo que era o no una isla duró muchos años y hoy sigue siendo un debate irresoluble". Trabajaba para el Consejo Científico Internacional para el Desarrollo de las Islas y para él los límites eran una obsesión: "La línea que marca la diferencia entre lo que es y lo que no es".

Laura es editora y lleva mucho tiempo en Barcelona... pero hay un hecho que hace que marche a Nueva York, rompiendo con toda su vida, al igual que su padre, que decide irse a Socotra, una isla de Yemen... ¡alucinante!

Faltan dos miembros más de la familia: Adriana, la madre y Pablo, el hermano. A mí es el que más me gusta de todos, la verdad, pero es un poco especial: "..él habitaba en un lugar distinto al nuestro, su cabeza se le llevaba y ahí dentro ocurrían cosas que nosotros no veíamos". A los 12 años había intentado suicidarse y eso marcó su vida y la de los que le rodeaban...

Siempre he dicho que de mi familia no se podría escribir un libro porque somos demasiado normales. Pero aquí se dice algo que me parece muy ilustrativo: "Una familia compuesta por cuatro islas, encerrada dentro de otra isla: Ibiza" .Y eso no es una familia, o no lo que yo creo que debería ser una familia. Estoy de acuerdo en que cada uno debe de ser individual e independiente, pero debe de haber algún nexo de unión. Si no, no es familia... Tiene que haber istmos por alguna parte que haga que cada uno sea una península, unido con el resto.... Es imprescindible.

Hay cosas curiosas: "Pablo había nacido con esa misión universal y redentora de los hijos que vienen a arreglar matrimonios que no se sostienes". ¡Cuántos hijos tienen esta misma misión y qué pocos pueden cumplirla! Y no es por su culpa... Un matrimonio no se soluciona con un hijo más, ¡qué va! Probablemente, lo que ocurra es que se deteriore un poco más...

En la novela van pasando muchas cosas, intercalando momentos del pasado con el presente... Mezclando sentimientos con hechos reales...  Todo está muy bien escrito, pero a mí me ha parecido muy distante... Solo me parecen reales Diego y Lucas. Ellos sí que anclan todo aunque aparecen poco...

Pero hay cosas que sí que me han gustado: "Los emails son cobardes. No hay nadie real ahí enfrente, sino una pantalla con la que interaccionar y editar el texto veinte veces hasta que has depurado tanto lo que querías decir que es una sombra de los que era". Cuando lo estaba leyendo me ha parecido una de las mayores verdades que he leído últimamente... ¡Qué fácil es escribir un mail y qué difícil coger el teléfono! Bueno, no es que sea difícil, es que hemos perdido la costumbre...

Otra cosa que me ha encantado y me ha hecho reír es la dedicatoria que pusieron en una tarjeta de cumpleaños para Pablo: "Sabes que te estás haciendo mayor cuando las velas de tu tarta contribuyen al calentamiento global".

Voy a cerrar ya. No me queda muy claro si debo o no recomendar la novela... Se lee muy bien pero no me ha resultado fácil... Eso sí, me tranquiliza saber que mi familia es más sencilla. Y cierro con un pensamiento que sí es muy interesante: "Siempre he pensado que lo importante es hacer lo que cuenta en el momento que cuenta".

martes, 20 de noviembre de 2018

Memorias de Escipión Emiliano (José Enrique López)

Este libro tenía que ser un éxito sí o sí... Y lo ha sido... Me ha encantado. Lo he saboreado, he aprendido muchísimo y me ha dado una pena tremenda tener que cerrarlo cuando lo he terminado.

Para ponernos en antecedentes, he de decir que soy "muy fan" de Escipión Africano. Desde hace tiempo, cuando leí la historia de este Gran romano (he puesto Gran con mayúscula a propósito), me ganó para su causa. Si yo tuviera una buena memoria, me acordaría de todo lo que leí y de todo lo que he leído sobre este hombre y su relación con Aníbal. Es uno de los momentos que más me llaman la atención de la historia universal... Vaya dos personajes. Aníbal mató a Escipión en Cannas pero: "Aníbal buscó su cadáver y no permitió que yaciera insepulto".

Así que, ahora me encuentro con Escipión Emiliano: "Soy el senador Publio Cornelio Escipión Emiliano. Nacido en el seno de la gens Emilia y adoptado por la gens Cornelia".

"El general Escipión Emiliano, el más insigne ciudadano de la Roma de la segunda mitad del siglo II a.C., recoge en estas memorias sus cincuenta y seis años de una vida dedicada a la búsqueda del bien común por encima del beneficio personal". Con esto queda dicho todo... Esto es un ídolo y lo demás son tonterías...

Una de las cosas que he aprendido es que, si una familia romana iba a perder el apellido porque no había descendencia, adoptaban un hijo y así el apellido podía continuarse. En este caso, a nuestro protagonista le adopta su primo Publio Cornelio Escipión, que, a la sazón, era hijo de Escipión Africano, MI Escipión.

¡Madre mía! Hay tantas cosas que me han encantado que no sé muy bien por dónde empezar... ¡qué agobio!

Voy a dejar la opinión de Publio sobre los políticos: "Creía que el hombre que e dedicase a la política debía ser un ciudadano honorable, un espejo en el que mirarse los jóvenes, azote de corruptos, censor de la molicie, acusador de traidores y enemigo declarado de aquellos que intentasen socavar el poder del senado y del pueblo de Roma". Yo lo dejo aquí por si esto le llega a alguno de nuestros políticos (a cualquiera, independientemente del color, porque son todos iguales). Tienen mucho que aprender, la verdad.

En sus memorias, nos va dejando cómo ve él la vida, los sentimientos, la amistad, el amor, la guerra, la política... Todo lo que siente en cada momento. Y así le vamos descubriendo poco a poco. Y, claro, como decía yo antes, que es un hombre increíble, modelo para cualquiera.

Publio tiene un grupo informal con su hermano Quinto y sus amigos Lelio, Lucilio, Panecio y Polibio. Se reúnen en la casa de campo que tienen en Lavernium: "Nuestra intención es recuperar de algún modo las virtudes de la Roma eterna. Sin olvidar la humanitas, la preocupación del hombre por el hombre". Las reuniones del grupo son increíbles... Y todos los miembros son maravillosos...

Pero quiero remarcar un personaje fantástico que aparece al principio, Aulo Estacio, el hombre que contrata su padre para formar a Quinto y a Publio... Es increíble. Pensaba incluir aquí las lecciones que les da cuando están aprendiendo a luchar pero me iba a alargar mucho, porque hay 9 lecciones que deberíamos todos imprimir y colocar en la pared para verlas todos los días. Solo voy a dejar un par de ellas: "Tu furia es el mejor aliado de tu adversario" y "Antes de entablar combate, conoce tu fuerza y la de tu enemigo".

Y... ¡qué majo es! Cuando le mandan a Hispania por arreglar las cositas de Numancia y eso, dice: "Si los dioses decidieran vivir con los mortales, sin duda elegirían Hispania como morada". Si es que hay que quererlo...

Claro que también es por que tiene un padre estupendo, Lucio Paulo, que le dice cosas como: "Así es la guerra, Publio. Hace aflorar lo mejor y lo peor que hay en los hombres. Prometeo nos esculpió demasiado parecidos a los dioses. Somos capaces de las más bellas creaciones y de las más atroces acciones".

Cierro ya, que con esto me emociono... ¡Cómo me gustan a mí los romanos! Sobre todo algunos, claro... ¡Ah! me ha encantado que Quinto y Publio tenían un pollino y Quino quería ponerle por nombre Bucéfalo, como el caballo de Alejandro Magno. No tendría mayor importancia si no fuera porque mi compañera Elena es una fanática de Alejandro (como yo de Escipión, pero con mucha mejor memoria) y nos ha hecho saber en muchas ocasiones (por si no lo sabíamos ya) quién era Bucéfalo.

Ahora sí cierro, con una frase en una de las obras de Plauto, sin dejar de recomendar otra vez estas memorias de Publio Cornelio Escipión: "La peor de las desgracias es el tener que experimentar que la verdad es vencida por la violencia".

lunes, 19 de noviembre de 2018

No eres mi tipo (Chloe Santana)

De acuerdo, lo sabía, el libro era lo que cabía esperar con el título pero... tenía que viajar y pensé que esto estaría bien.

Se deja leer, eso es cierto,... pero no se puede recomendar. Vaya, se lee, se cierra y... ¡a otra cosa, mariposa!

Nuestra prota es Ana de la Rosa, a la que llaman Ana la Bocazas. Tiene 25 años, quiere ser escritora y ha dejado su trabajo como cajera de un supermercado: "Tengo un gato llamado Apolo, escribo en mis ratos libres y acabo de encontrar un empleo como secretaria del señor míster Simpatía".

Lo mejor que tiene nuestra chica es que su gato se llama Apolo, como el que tenía mi marido en su casa. Yo no le llegué a conocer pero debía de ser un elemento simpaticón.

Es que, la verdad, se puede decir muy poco del libro. Es un novelón... Es entretenido a ratos pero perfectamente predecible.

Ana comparte piso con Maca y esta pobre se tiene que encargar de vez en cuando de su hermana pequeñaja, Flor, que no hace más que dar guerra.

El mejor de todos es Javi, el chico de recepción de la empresa en la que empieza a trabajar Ana. Es encantador. Le manda a Ana un mail cuando sube Silvia, la "novia" del jefe, que es genial: "De los creadores de Mi jefe tiene un palo en el culo y Si sonríe se autodestruye, llega La típica cazafortunas capaz de arrancarte un ojo si te interpones en su camino".

No lo he dicho, pero el Sr. Ángel Ferrer, el jefe, es un poco estirado y desagradable, lo que nos hace suponer a todos que van a terminar juntos... es más que obvio. "Suele llegar el primero, se encierra en su oficina, hasta que se harta y entonces sale a ladrarle a todo el mundo".

Tampoco he contado quien es Pepe. Es el diario de Ana. Ella escribe pero en vez de decir el manido "querido diario", le llama Pepe... Y Pepe va a tener un papel fundamental en el desenlace de la novela. No lo puedo contar porque, con lo predecible que es, si cuento esto también, lo estropeo definitivamente.

Y cierro ya. Es un libro de playa (o de viaje en avión, que también es una buena categoría). Se deja leer pero nada más.

Eso sí, hay un pensamiento de Ana que sí me ha gustado porque me identifico bastante con ella: "A veces creo que vivo en un mundo paralelo. Pero no porque me meta cosas raras, ojo, sino porque en ocasiones no me entero de nada".


domingo, 18 de noviembre de 2018

En la casa del guarda (Julie Klassen)

Por alguna razón, este libro me atraía. Obviamente, como siempre, lo elegí sin saber nada porque no había leído nada sobre el tema, ni sobre la autora... como siempre me pasa, claro.

Y me ha gustado, lo he pasado muy bien.

Después de leerlo, he descubierto que la autora es una gran admiradora de Jane Austen y algunos de los personajes de este libro son el reflejo de otros de sus personajes. Ahora queda muy bien que yo lo diga pero, desde el principio, esta novela me recordó a Mansfield Park, de verdad, de verdad... Y a mí, esas novelas me gustan, las disfruto mucho,...

Y, tras esta introducción, paso a contar un poquito de esta, que es de lo que se trata.

Nuestra prota es Mariah Aubrey, una muchacha maja, a la que su padre invita amablemente a marcharse de casa por un "desliz" en un determinado momento. El Sr. Aubrey no estaba dispuesto a "aprobar su comportamiento, ni a reducir de ninguna manera su deshonra". Si el padre avanzara en el tiempo y se plantara en 2018, le daba un algo al pobre... Hay que ver cómo cambian los tiempos (y cómo hemos avanzado las mujeres).

En fin, que la muchacha se va a la casa del guarda de Windrush Court, la finca de su tía, la Sra. Prin-Hallsey, que es de lo más peculiar... Un elemento, la señora. Y se va acompañada de su amiga y dama de compañía, la Srta. Dixon (Susan).

Como toda novela que se precie, tiene que enredarse un poco. Y aparecen otros personajes interesantes. Por un lado, el chico bueno, majísimo, interesantísimo, que es nuestro capitán Matthew Bryant, que alquila la hacienda. Y su amigo William Hart, que es encantador. Fue herido en una batalla cuando estaba a las órdenes de Matthew y va a pasar con él una temporada.

También hay malos, claro, como Isabella Forsythe, que es tontorrona pero tiene enamoradísimo a nuestro capitán. Pero, esta prometida con James Crawford, que es malo de los de verdad (y me cae fatal...).

Hay muchos más personajes, pero muchos, que entrelazan historias distintas y que resultan muy entrañables, como las gemelas Agnes y Amy Merryweather, que viven en Honora House, una casa de caridad que está al lado de la casa del guarda... Son estupendas... Una de las frases de Amy me ha encantado: "Ninguno de nosotros transitamos por esta vida sin meternos en algún que otro embrollo, o sin cometer errores, grandes o pequeños. (...) Pero hay que saber superarlos, aceptando la bondad, la ayuda y el perdón de Nuestro Señor".

No puedo contar nada porque es una novela serena en la que pasan muchas cosas, unas predecibles, otras no, pero todas interesantes. Eso sí, sin agobios, sin estrés, pero dejando un maravilloso sabor de boca cuando una termina de leer. Es muy recomendable.

Cierro ya, con una cita de Anatole France que la propia autora incluye al principio de uno de los capítulos: "Probablemente, la suerte sea el seudónimo que utiliza Dios cuando no desea firmar con su nombre un trabajo".

domingo, 11 de noviembre de 2018

Dios es joven (Francisco)

Menos mal que cuando una elige un libro "malillo" tiene la opción de leer después algo que cubre lo que dejó vacío el anterior...

Este es un libro estupendo de leer (y de releer en algún otro momento)

Tengo que confesar que el autor me tiene entregada... Me gusta mucho este Papa, no lo puedo evitar: es un hombre agradable, cercano, que transmite muy bien y que ha puesto el amor por delante de todo lo demás.

Aquí tiene una conversación con Thomas Leoncini, escritor y periodista de solo 33 años, que está convencido de que el Papa produce una gran fascinación entre los jóvenes tanto creyentes como no creyentes.

El Papa hace un repaso por casi todo, para convencernos de que, al igual que los jóvenes, Dios es espontáneo, inspira espíritu de cambio, irradia energía...

Nos cuenta hay 15 enfermedades muy peligrosas para el hombre y las analiza una a una. Como no voy a alargarme más de la cuenta, diré que algunas de ellas me ha llamado mucho la atención, como "consumir consumo", "la cara fúnebre" o "la excesiva laboriosidad". Con esta me ha acordado mucho de mi amiga Margarita, que siempre dice que somos muy "Martas" y muy poco "Marías"... ¡qué gran verdad!. También lo dice el Papa: tenemos que dejar un poco de ser Marta, siempre haciendo y haciendo, sin poder parar, y ser un poco María y prestar atención a lo verdaderamente importante.

Pasa por muchas cosas, la verdad y no soy capaz de ponerlas todas de forma escueta en esta reseña pero me ha llamado la atención lo siguiente: "Quien gobierna debe aprender a mirar hacia lo alto solo para hablar con Dios y no para jugar a ser dios. Y debe mirar hacia abajo solo para levantar a quien ha caído". No sé si es mi impresión personal, que puede ser, pero creo que nuestros gobernantes no son así, sean del color que sean... Lo de "levantar a quien ha caído"... uffff.

Y otra cosa muy impactante que nos dice: "También por esto quiero insistir en que sin sentido del humor es muy difícil ser feliz; tenemos que ser capaces de no tomarnos demasiado en serio".

Al hilo de esto voy a dejar una reflexión de Chesterton que nos recomienda en mismo Francisco, sin dejar de recomendar este librito que es cortito, agradable, que serena el espíritu cuando se lee, y que pide que se vuelva a leer de vez en cuando: "La vida es una cosa demasiado seria para ser vivida seriamente."

A todos los chicos de los que me enamoré (Jenny Han)

Es verdad: no siempre se puede acertar cuando se elige un libro. Y esta vez no he acertado.

Además, las notas que tenía se han borrado. Pero no hay que agobiase: más se perdió en Cuba y aquí estamos...

Como no hay mucho que reseñar, no se ha perdido mucho, la verdad.

La historia nos narra la vida de las hermanas Song (que en realidad se apellidan Covey: Song era su madre). La mami falleció cuando la mayor, Margot, tenía 12 años; Lara Jean, 10; y Kitty, la pequeña, 3.

Ahora ya tienen 5 años más... Lara Jean, nuestra prota principal, tiene un secretillo: ha escrito cartas a los chicos de los que se ha enamorado a lo largo de su vida (¿15 años?) pero no las ha enviado. Esrán guardadas en una cajita, eso sí, con la dirección puesta y todo.

Y, de repente, esas cartas aparecen en un buzón y llegan a sus destinatarios...

Parafraseando a Bugs Bunny: "Eso es to - eso es to - eso es todo, amigos". A mí no me ha dado para más... Conocemos a los amigos, a la familia, qué es lo que hacen cada día... pero nada más.

Se me ha hecho largo, y eso que no lo es... Y me he equivocado. Con la cantidad de libros que hay para leer en el mundo, he perdido un poco de tiempo en leer este. He de decir en mi defensa que me di cuenta enseguida pero no me gusta dejar los libros sin terminar.

¡A por otro!

Los lunes en el Ritz (Nerea Riesco)

Sonaba bien el título, así que, con mi habitual criterio, decidí leerlo... Y me ha gustado. Está muy bien.

Es de estos libros que relatan muchas historias paralelas, de las que se pueden sacar muchas enseñanzas, tanto de culturilla general como para crecer un poco interiormente, si se me permite la chulería.

Entramos en la historia en 1929, cuando nuestra principal prota, Martina Romero, puede asistir por primera vez a un baile en el Ritz y conoce a Bosco.

Ya nos hemos situado en el tiempo y en el espacio. Ahora contaré que Martina es la hija del director del Ritz, don Paco, y de Eveline, una mujer dulce, tranquila, cariñosa,... También tiene un hermano, Fran, que va dando unos poco bandazos a través de la historia.

Lo curioso es que cada uno de los personajes tiene su propia historia... Francisco Romero, don Paco para los amigos "era tímido, temperamental e hincha del Real Madrid". Y estaba convencido de que "...un director de hotel debía regirse por los mismos cánones que un diplomático: pensar dos veces antes de hablar, para finalmente no decir nada". Una cosa que me ha llamado la atención es lo que le contaba siempre a Martina: "Mi padre siempre dijo que fue su madre la que desenvolvió la baraja, mezcló y repartió las cartas de su destino, pero que él fue el encargado de jugar la mano". Si uno lo piensa un poco, es una gran verdad.

No me quiero entretener tanto en cada personaje, la verdad, porque me alargaría muchísimo, pero es que don Paco me ha llamado mucho la atención.

Martina era sinestésica: asociaba colores con sonidos. Y era una auténtica artista. Así que la mandaron a estudiar a París, para separarla de Bosco, con razón más real y para que mejorara su técnica, como razón "oficial". "La sinestesia era considerada entre sus maestros franceses como un don del que gozaban artistas tan prodigiosos como Vasili Kandinski, que era capaz de plasmar en sus obras pictóricas las notas musicales que oía en su cabeza".

Mención especial para la Asociación de Damas de la Caridad de San Vicente de Paúl, formada por Eveline y sus amigas Piluca y Talita. Esta última es marquesa y la primera había sido actriz 15 años atrás y era conocida como la bella Piluca. La cosa es que estas tres mujeres, junto con Martina, tomaba en té y ayudaban a toda la gente que las necesitaba. Eso sí, un poco clandestinamente, porque estaban en un nivel de la sociedad en el que no podían darlo a conocer...

Contaban con la ayuda del padre Eugenio que es, sin duda, el mejor personaje de la novela. Un hombre entregado a los demás al 200%. La mayoría de las cosas que dice son para enmarcarlas y leerlas todos los días: "El cristianismo es apolítico. Son los hombres los que se empeñan en llevárselo a su terreno. Él dejó bien claro que Su reino no era de este mundo. No dejéis que os arrebaten la fe. La fe es la fuente de la realidad porque en la vida, creer es crear. Hasta los ateos necesitan a Dios para poder negarlo".

Dada la fecha en la que se inicia la historia, es evidente que vamos a pasar por la Guerra Civil... Y todo lo que eso conlleva y la cantidad de gente que necesita de los demás en momentos como ese... De acuerdo con el padre Eugenio: "La guerra es una derrota de la humanidad. Una escabechina entre gentes que no se conocen para provecho de unos pocos que sí se conocen pero que no tienen el valor de enfrentarse cara a cara".

No me alargo más... Es una novela muy agradable, muy entretenida y creo que no dejará indiferente a nadie.

Cierro con otra reflexión del padre Eugenio que se hace realidad todos los días en las noticias: "La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se está a su serivicio".

jueves, 1 de noviembre de 2018

La novia gitana (Carmen Mola)

Compramos el libro el La Feria del Libro, cuando aún no había oído hablar de él. Y lo fui dejando para leerlo con calma en las vacaciones (los libros en papel me gustan mucho más que en formato electrónico, pero pesan mucho más y voy caminando a trabajar todos los días...). Cuando iba a leerlo, se me adelantó mi marido (vale, sí, él fue quien quiso comprarlo...) y tuve que esperar un poco más todavía.

Pero mereció la pena: me ha gustado mucho. Merece la pena leerlo. Es una novela de intriga de las que dejan poso cuando se cierra el libro. He leído en una crítica que "tiene una estructura sólida". Si se me hubiera ocurrido a mí, estaría estupendo. Pero no tengo tanta capacidad: a mí me parece que no cojea y que está muy bien hilada.

Me he enterado después que Carmen Mola es el pseudónimo tras el que se "esconde" el/la verdadero/a autor/a... Pues me parece muy bien... sea quien sea, mi más sincera enhorabuena.

Y, además, me quedo muy contenta porque estoy segura de que va a haber más entregas de la inspectora Elena Blanco... Mucho me sorprendería que no las hubiera: y yo las leeré, por supuesto.

Tras tanto preámbulo, voy a contar que nos encontramos con Susana Macaya muerta... ¡otro asesinato! Lo curioso es que está a punto de casarse. ¿Por qué es curioso? Porque su hermana Lara también fue asesinada cuando estaba celebrando su despedida de soltera. Y las dos mueren de una forma muy macabra: "Dos hermanas muertas a punto de casarse con la cabeza llena de gusanos".

Lo cierto es que es desagradable porque a las dos les introducen gusanos en la cabeza, larvas de Cochliomyia hominivorax (¡olé!) que son muy vorace y se alimentan de tejidos vivos. No es que sea muy enternecedor, la verdad, pero como dice Buendía, el forense: "Si no quieres ver guarradas, dedícate a la decoración de interiores; eres policía, recogemos la mierda de la sociedad".

Antes de seguir tengo que decir que Susana me ha caído muy bien desde que he leído: "Todo el mundo encuentra ridículo que Susana escriba los wasaps siguiendo fielmente las instrucciones de la Real Academia, sin faltas, sin abreviaturas, respetando los signos de puntuación". Esta es de las mías, de las que ponen en los mensajes los signos de apertura de exclamación e interrogación... Somos la resistencia...

Vamos a conocer a la BAC, Brigada de Análisis de Casos, cuya jefa es la inspectora Elena Blanco y los miembros son Orduño, que viene de los Geos; Chesca, que era agente de la Brigada de Homicidios y Desaparecidos; Buendía, el forense; y Mariajo, la experta en informática, muy curioso porque está fuera del cliché de informático, al ser una mujer de más de 60 años.

La BAC son un "departamento especial del cuerpo que e encarga de investigaciones que se tuercen, unas veces por incompetencia e los policías que las llevan, o porque se sospecha que haya interesas personales de los agentes; otras, simplemente porque se han ido embarullando de tal manera que es difícil deshacer los nudos". Y este caso se lo dan a ellos y van a contar también con el subinspector Ángel Zárate, a quien le habría correspondido el caso si no hubiera nacido ya tan complicado.

Vamos a ver cómo irrumpe en la escena la comunidad gitana ya que las chiquillas son medio gitanas (padre) y medio payas (madre). Por cierto, Sonia y Moisés, esos padres... ¿qué pensarán? Es lo primero que se me vino a mí a la mente. Luego nos cuentan lo que piensa Sara en un momento dado: "Se pregunta hasta dónde llega la responsabilidad de una madre, en qué momentos hay que dejar a los hijos volar solos, sin la mirada vigilante y la tutela obsesiva". Y ahí estoy yo, otra vez, pensando en mis dos adolescentes a los que yo veo como dos bebés aunque ya tengan 19 y 17 años... Siempre se me van los ojos a estas frases...

La trama se va complicando y se mezcla con la vida personal de la inspectora, cómo no. Pero está muy bien entrelazado, la verdad. Y aparecen luego religiones olvidadas y ritos oscuros... Todo muy impactante. Hace que estés deseando llegar al final pero quejándote a la vez de que se termine...

No me alargo más. Cierro esta vez con un pensamiento de Juanito, el camarero rumano del bar al que va de vez en cuando la inspectora a comerse un bocata: "Retrasar las cosas es mantener los nervios dentro del estómago más tiempo del necesario"

Morir no es lo que más duele (Inés Plana Giné)

Me llamó mucho la atención el título del libro y, la verdad, me ha gustado más de lo que esperaba.

Voy a trasladar aquí lo que dice el propio libro sobre el tema, para que nos pongamos en situación: "Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillo se halla un misterioso papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga". Promete, ¿verdad? Pues, además, cumple.

Nuestro prota va a ser Julián Tresser, 45 años, teniente de la Policía Judicial de la Primera Compañçia de la Guardia Civil de San Lorenzo de El Escorial. Es un hombre un poquillo atormentado, pero muy interesante y, por supuesto, como cabía esperar, me ha caído de maravilla. Su mujer le había abandonado 9 años antes de los hechos cuando llevaban 2 años casados, porque no podía adaptarse a su vida y su trabajo.

Por supuesto, otra prota es Sara Azcárraga, 40 años y una mujer muy, muy especial. Es correctora, muy inteligente pero está aislada del mundo: "No soportaba el contacto físico por mínimo que fuera, con otros seres humanos". Eso sí, cuando pone la música de Los Carpenters y dice que The end of the world es una de sus favoritas, a mí me ha ganado para su causa.

Y, cómo no, Tomás García Huete, de 54 años, el fallecido, un profesor de Lengua y Literatura en un colegio público de Uvés.

Vamos a encontrarnos con otros muchos personajes y con sus historias personales. Porque en esta novela, la historia principal, con su asesinato y sus cositas, se entrelaza maravillosamente con otras historias paralelas: la del cabo Guillermo Coira y su novia Lola; la de Raimundo Garrido, el vecino de Julián y su gata Greta; la de Halcón, Búho y Luba; la Gherardus, Marija y el propio Tomás; la del grupo la Rosa Blanca...

Parece muy complicado pero luego todo va encajando... De verdad...

He encontrado muchas cosas que me han hecho reflexionar. Una de ellas, que me toca muy de cerca por aquello de ser madre de dos adolescentes: "¿Pero cuántos progenitores no perciben o no saben percibir las señales de socorro de un hijo en apuros? Muchos. A veces lo que queremos ver oculta lo que realmente es". A mí estas frases, así, entresacadas de un libro, me dan más miedo que cualquier película de terror (de las que no veo, porque no me gusta el cine y el de terror, mucho menos). Esto sí que me hace pensar... y me asusta mucho.

Otra cosa que me ha dado que pensar: "Décadas atrás, y lo peor es que seguía sucediendo en la actualidad, la violación era percibida como un acto vergonzoso y solía quedar sepultada bajo el silencio impuesto por los familiares de la víctima, que preferían renunciar a la justicia antes que someter a las hijas o a las esposas a una nueva violación, la de su intimidad". Es duro, pero cierto. Cuántas habrán quedado sin denunciar ante la justicias y cuántas más habrán quedado en el silencio de las propias víctimas... No creo que sea fácil contarlo...

Una cosa más y cierro, de verdad, pero es que esto es muy cierto y no puedo por menos que estar de acuerdo al cien por cien con el capitán: "Por experiencia sabía que precisamente son las personas más metódicas y transparentes a los ojos de los demás las que mejor ocultan lo que requiere ser ocultado. Lo insertan entre sus férreas rutinas hasta que se confunde con ellas, y es tan difícil identificarlo como distinguir un par de calcetines de color azul oscuro en un cajón lleno de calcetines negros".

Lo prometido es deuda. Voy a terminar ya. Pero tengo que recomendar la novela: se lee muy fácil (por lo que no habrá sido nada fácil escribirla), da que pensar, se disfruta con los personajes... muy recomendable.

Y el cierre, con dos reflexiones cortas que me han sacado una sonrisa en ambos casos. Por un lado: "La amabilidad es un arma muy agresiva si se sabe utilizar bien". Y, por otro lado: "Los errores de los que se creen fuertes son con los que más se divierte el diablo".