lunes, 31 de diciembre de 2018

El presidente ha desaparecido (James Patterson & Bill Clinton)

He leído muchas cosas de James Patterson y me gustan mucho sus libros. Este libro estaba entre mis próximas lecturas pero mi hermana lo está (o lo estaba) leyendo y me ha insistido en que engancha y está muy bien, así que decidí que sería el libro que leería justo al acabar el que estaba leyendo.

Y lo he leído, claro. Me ha gustado, y es ciertamente trepidante. Vaya, sería de los que a mi marido no le gustaría nada. Uno no puede dejar de leer... Y es muy "americano". Es un poco lo que no me gusta de estos, que tenemos que dar las gracias a los Estados Unidos por ser lo que somos y estar donde estamos... Pero el libro está muy bien.

Para hacernos una idea, voy a dejar aquí un parrafito de la sinopsis: "Hay secretos que solo un presidente puede saber. Hay situaciones que solo un presidente puede resolver. Pero hay decisiones que ni siquiera un presidente querría tomar". Así, tal cual...

Nos encontramos con el presidente Jonathan Duncan. Se ha quedado viudo hace poco tiempo. Su esposa Rachel Carson Duncan falleció de un cáncer, dejándolo muy solo. Además, padece PTI, púrpura trombocitopénica idiopática (que no sé si estará bien traducido porque no lo había oído nunca...) que parece ser que se debe a un recuento bajo de plaquetas.

También conocemos a todo su equipo, a los asesores más próximos, a la vicepresidenta, al presidente de la Cámara...

Todos están en una situación muy complicada porque se están enfrentando a una amenaza tremenda... Un virus. Un ataque wiper. Yo no sabía qué era eso pero he descubierto que un ataque wiper borra todos los programas informáticos de un dispositivo.

Y, claro, dadas las circunstancias, eso puede hacer que un país como Estados Unidos quede paralizado y retroceda muchos años en su evolución. Me ha hecho darme cuenta de algo que yo ya sabía, pero me ha hecho ser más consciente: "Nuestra sociedad se ha vuelto completamente dependiente de la tecnología"

Por alguna razón, alguien hace que el virus dé la cara, pero no saben aún cuándo se pondrá en marcha ni cómo paralizarlo... Ahí es donde nos encontramos. Tenemos a todos trabajando contra reloj.

No voy a contar más... La historia es un compendio de intrigas políticas, relaciones personales, responsabilidades, relaciones internacionales, terrorismo islámico, ciberterrorismo... Nos encontramos con Rusia, Israel, Alemania... Y con los Hijos de la Yihad. Vamos, que no nos aburrimos en ningún momento.

He de reconocer que da un poco de miedo... "El ciberterrorismo es el salvaje oeste. Esta es una nueva frontera que da miedo. Cualquiera sentado en un sofá en ropa interior podría socavar la seguridad de una nación". No nos damos mucha cuenta pero es una realidad.

Me llama la atención una asesina a sueldo que aparece (no pienso decir para qué). Se llama Bach y sospechamos desde el principio que debe de ser porque le gusta mucho la música. Luego descubrimos que su nombre es Catharina Dorothea como la hija de Bach. Pero eso es lo de menos... Lo curioso y sorprendente, además de su historia, es que es la primera asesina que me encuentro que está... embarazada... Sí, increíble, está en una super misión y está embarazada... Hay que tener mucho valor, mucha necesidad o muchas ganas para hacer eso.

Otra cosa que me ha gustado es el elogio que hace el presidente de los agentes del servicio secreto: "...hacer lo que nadie en su sano juicio haría de buena gana: plantarse delante de una bala en lugar de apartarse". Es una frase también muy americana pero no deja de ser muy real. Esta mañana, mientras iba de camino al trabajo, he oído que hoy habrá 500 agentes velando por la seguridad en la Puerta del Sol a la hora de las campanadas. Van a estar allí mientras los demás estamos tomando las uvas...

Tengo que ir pensando en cerrar ya, no sin recomendar el libro. Es muy entretenido y muy rápido de leer. Eso sí, tiene uno que saber que la novela, romántica como tal, no es... Otra cosa que hay que saber es que, cuando uno termina de leer el discurso final del libro, lo primero que le ocurre decir es "God bless America". Todos estáis avisados.

Y voy a dejar dos citas. Por un lado, una de Sun Tzu, que aparece habitualmente en los libros: "Mantén a tus amigos cerca, pero aún más cerca a tus enemigos".

Por otro lado, un pensamiento del presidente Duncan: "Lo que he dicho en repetidas ocasiones es que siempre hay un modo pacífico de resolver un conflicto y que ese modo pacífico es preferible. Entablar un diálogo no es rendirse."

La importancia de las cosas (Marta Rivera de la Cruz)

Me encanta esta autora desde hace muchísimo tiempo, desde que la escuchaba en la radio, en una tertulia literaria. Y he leído muchas cosas suyas. EMario ste libro se lo regalé a mi madre porque pensé que le gustaría y, claro, porque sabía que me lo dejaría (je, je)

Y, efectivamente, mi madre me lo ha prestado y, efectivamente, me ha encantado. Lo he pasado muy bien leyéndolo. Es una historia muy bonita y, además, es un libro de los que yo llamo tranquilos y relajantes. ¿Qué más se puede pedir?

Nuestro prota es Mario Menkell, profesor de Creación Literaria en la universidad privada Luis de Camoens. Tiene 47 años y ya hace mucho publicó un único libro, Lo que me contó Bernard M., que fue un enorme éxito. Pero nunca más ha vuelto a escribir.

Su tía le dejó un piso en Chueca que tiene alquilado a Fernando Montalvo. Por estas cosas de la vida, el inquilino decide suicidarse... Y Mario se ve con el piso vacío. Bueno, vacío, no, más bien lleno de las cosas de Fernando Montavo. "Sr. Menkell, Fernando Montalvo era coleccionista. Coleccionista de cosas. Todo le interesaba y a todo le sacaba partido. Se entretenía así, buscando nuevas piezas y llenando la casa de chismes raros".

También nos encontramos a otra profesora, Beatriz Millares, profesora de Historia e Historia del Cine. Ha dejado a su marido y se instala en el apartamento de Mario.

Así empieza la búsqueda de la historia de Fernando Montalvo. Hay muchas cosas a su alrededor... ¿Quién es? ¿Por qué querría un hombre "anodino" como Mario empezar a buscar? ¿Quién le empuja a hacerlo? No voy a responder a nada para que todo el mundo lo lea. Pero es una historia muy interesante que nos lleva a conocer mejor a estos personajes y a otros que van apareciendo a lo largo de la novela.

No podemos dejarnos a Claudio Saldaña, el rector de la universidad. ¡Vaya elemento! Es para no perdérselo... Porque, además, la universidad es muy interesante, desde sus inicios hasta el momento en el que tiene lugar la novela. No hay más que ver lo que piensa Beatriz Miralles: "Sí, cuando estudiaba en Berkeley, Beatriz estaba convencida de que le esperaban trabajos más estimulantes que la docencia en una universidad privada hecha para regurgitar al mundo a un montón de indocumentados después de proporcionarles una leve pátina cultural, pero qué le iba a hacer".

La autora pasa muy suavemente por el problema del maltrato doméstico, pero me ha gustado mucho, "Me dio una bofetada, y nadie tiene la culpa de llevarse la primera, pero hay que hacer las cosas de forma que sea la última". Es algo que yo siempre he dicho, que yo creo que me pueden dar una vez, pero que no me darían una segunda. Y me pregunto que puede llevar a una mujer a mantener una relación con la persona que le ha dado la primera. Seguro que hay mucho en el fondo y que hay que analizar cada caso en concreto.

Ah, otra cosa que me ha gustado de Beatriz es que utiliza la colonia Cristalle de Chanel... ¡con lo que me gusta a mí! Es una de mis favoritas.

Me entretengo, lo sé, como siempre. Así que voy a cerrar ya, siendo consciente de que no he contado nada de la búsqueda de la vida de Fernando Montalvo, pero así hay más personajes a los que conocer.

Y cierro con una reflexión de Mario Menkell: "Mire, Sr. Hauptf, uno nunca sabe lo que está bien ni lo que está mal... hacemos las cosas como buenamente podemos y que sea lo que Dios quiera, como decimos los españoles".


domingo, 30 de diciembre de 2018

Las hijas del Capitán (María Dueñas)

Me ha costado tomar la decisión de leer este libro, la verdad. Pero mi hermana me ha preguntado varias veces si ya lo había leído (supongo que para ver qué me había parecido) y, al final, he decidido que era el momento.

¿Por qué me ha costado empezar? Porque me encantó El tiempo entre costuras pero Misión Olvido me decepcionó bastante. No es que estuviera mal, no, pero no cumplió mis expectativas y eso me ha hecho estar un poco reticente con esta nueva novela de la autora.

En fin, que al final, lo he leído. No me ha gustado tanto como El tiempo entre costuras, eso es cierto, pero se ha dejado leer. A mí, personalmente, se me ha hecho un poquito largo. Es una historia curiosa y describe muy bien la situación de la colonia española en Nueva York justo antes de estallar en España la Guerra Civil, pero creo que con 100 páginas menos, a mí me habría gustado más.

Tal como nos dice la introducción del propio libro: "Las hijas del Capitán despliega la historia de tres jóvenes españolas que se vieron obligadas a cruzar un océano, se asentaron en una urbe deslumbrante y lucharon con arrojo para encontrar su camino". Y no hay mejor manera de describirlo...

Hay muchas cosas que me han llamado la atención. Lo primero es que me ha dado una pena enorme que Remedios, la madre, no supiera leer. Sí, lo sé, en aquellos años no era tan extraño, pero a mí me da muchísima pena. Recuerdo cuando vivía con nosotros la tía de mi padre. Ella era la mayor de muchos hermanos y sí había estudiado algo pero la siguiente hermana no sabía leer ni escribir, y no digamos nada de hacer cuentas... Y a mí siempre me pareció algo tremendo... En fin, son mis reflexiones extrañas. Ahí lo dejo...

La cuestión en la novela es que Emilio Arenas, que es un auténtico tarambana que ha ido toda la vida de acá para allá, dejando a su mujer y a sus hijas en España, aterriza en 1929 en Nueva York. Tras muchas idas y venidas haciendo de todo, decide montar un restaurante y llamar a su familia. Familia que, por otra parte, no sabía muy bien qué hacer porque la madre de Remedios ha fallecido y no pueden quedarse en la casa...

Y allá que se van las cuatro: Remedios, Vistoria, Mina y Luz. Pero... al poco de llegar, un desgraciado accidente acaba con la vida de Emilio. Ya ahí tenemos a las cuatro mujeres... Por supuesto, no hablan una palabra de inglés. Pero, además, las chicas han hecho toda la vida lo que les ha dado la gana y no tienen oficio ni beneficio.

No quiero contar mucho pero, después de ciertos acontecimientos, las cuatro mujeres deciden quedarse y tratar de hacer funcionar el restaurante, cosa que no parece que vaya a ser sencilla... Y ahí comienza la aventura.

El libro está muy bien escrito y hay algunos personajes maravillosos, como sor Lito, una religiosa con una historia fantástica a sus espaldas.

Ja, y hay otro muy desagradable, Fabrizio Mazza, un abogado que quiere aprovecharse de las chicas. Yo sabía que era malo, malísimo en cuanto apareció... ¡se llama Frabrizio! Yo tengo fijación con el nombre... He conocido a varios Fabrizio, Fabrice... y ninguno me ha gustado nunca. Seguro que algún día encontraré alguno que merezca la pena, pero ese día aún no ha llegado.

Aparece también por allí Don Alfonso de Borbón y Battenberg, conde de Covadonga, bisnieto de la reina Victoria de Inglaterra y primogénito del rey de España. Y es el centro sobre el que se basa la autora para relatarnos las discusiones entre monárquicos y republicanos incluso fuera de nuestras fronteras, en un momento tan delicado de nuestra historia.

También nos encontramos con Xavier Cugat. Cierto es que no hace tanto tiempo que falleció, en 1990, con 90 años, pero sí me ha llamado la atención porque me ha recordado cuando salía en televisión y a la tía de mi padre le encantaba y siempre decía que era el mejor. Yo era pequeñaja (de edad, de tamaño aún lo soy) pero recuerdo que me gustaba mucho a mí también.

Poco más voy a contar... Es muy interesante ver cómo se van adaptando las chicas a Nueva York, un nuevo mundo, una nueva forma de ver la vida y una lucha conjunta para sobrevivir en un entorno que les es hostil en un primer momento.

Ya he dicho que está muy bien escrito y que se deja leer pero creo que no es el libro que recomendaría con más entusiasmo. No es que no me haya gustado pero, sí, se me ha hecho un poco largo.

Cierro con una descripción interesante, porque me veo reflejada completamente: "Se estaban despidiendo entre todos ellos a la manera español, sin aparente prisa, alargando hasta el infinito las últimas frases, los últimos parabienes, las últimas cortesías". Así soy yo también...

La rosa del viento (Corina Bomann)

Ya había leído alguna cosa más de esta autora y pensé que sería una buena idea empezar con este libro. Y la verdad es que me ha gustado. Es agradable de leer, entretenido y se pasa un rato agradable. Cierto, no es el libro que ha marcado mi existencia, pero está bien.

Es interesante porque, por casualidad, me he vuelto a encontrar con el tema de Alemania del este y del oeste. Curioso que haga tan poco tiempo que he leído otro con la misma temática (aunque la historia, por supuesto, no tiene nada que ver).

En esta novela nos encontramos con Annabel Hansen, una madre con una hija pequeña, Leonie, que acaba de separarse y decide dar un vuelco a su vida y cambiar de residencia como primer paso. Y allí encuentra un barco La rosa del viento, que le encanta. Curiosamente, está en venta y, después de cierta indecisión, lo compra junto con Christian Merten.

La novela nos va a desvelar una trayectoria muy curiosa del barco. Es el prota central de la novela, la verdad. Es como si tuviera una vida propia... "...se construyó en 1940 en Hamburgo, en principio como pesquero, pero luego se le retiraron los aparejos de pesca y el barco se utilizó como embarcación bélica para dragar minas". Y los personajes también tienen unas vidas muy peculiares.

Como decía antes, nos encontramos con el drama de la separación de las dos Alemanias. La primera que vive ese drama en Annabel, que se vio separada de su madre cuando era muy pequeña y fue adoptada por Elfie y Martin Hansen. Costó mucho al principio pero luego ella se dio cuenta de que la querían de verdad y empezó a considerarlos como sus verdaderos padres. Eso sí, siempre le quedó el recuerdo de su madre y la decepción de su abandono. Ella siempre pensó que la quería y no entendía cómo era posible que la hubiera dejado...

Christian también tiene su propio drama relacionado con las dos Alemanias y la Stasi... En su caso, su madre es atropellada y fallece en el momento, con lo que eso trae a su familia, su padre y su hermano...

Hay una cosa que me ha parecido muy curiosa: "Una vez leí en un libro que los marineros casi siempre les ponían a sus barcos nombre de mujer porque las mujeres no tenían permitido subir a bordo"... ¡qué cosas!

Me encanta el personaje de Georg Palatin, el antiguo capitán de La rosa del viento. Es un hombre encantador, con una maravillosa historia que contar... Es estupendo...

Es un libro agradable, como ya he comentado antes. Se deja leer muy bien y la historia es curiosa y diferente. Y es muy del estilo de la autora, por supuesto...

Esta vez voy a cerrar con algo que me ha gustado porque me he sentido muy identificada. No es un pensamiento pero es una forma de actuar muy "ochentera", que diríamos ahora y que me ha sacado una sonrisa en cuanto lo he leído: "Antes, como muestra de afecto, le regalabas a tu novio o a tu novia una cinta recopilatoria llena de canciones grabadas de la radio con muchísima dedicación"... ¡qué recuerdos!

sábado, 29 de diciembre de 2018

Los señores del tiempo (Eva García Sáenz de Urturi)

Vamos a por la tercera entrega de la Trilogía de la Ciudad Blanca. Salió, lo tenía el Círculo de Lectores y lo tuve que comprar, por supuesto...

Y no me ha defraudado en absoluto. Ha cubierto mis expectativas, que no eran pocas, dicho sea de paso.

El centro de esta novela es un libro, Los señores del tiempo por un autor que en realidad no se sabe quién es... Y ahí está el problema. Es un libro que se desarrolla en 1192. Pero, en la vida real, van apareciendo los mismos castigos que van apareciendo en el libro, con todos los problemas que eso va acarreando, porque son verdaderas salvajadas (hay que tener en cuenta que era la Edad Media...)

En el libro nos vamos a encontrar, como era de esperar, a Unai, Alba y su chiquitina, Deba; al abuelo (que es, sin duda ninguna, el mejor personaje de toda la trilogía), a Germán, a Estíbaliz... Y también aparecen algunos personajes más que han aparecido en las otras dos entregas. Por supuesto, también hay personajes nuevos, claro, y algunos son muy interesantes, como Ramiro Alvar Nograro, que padece TID, trastorno de identidad disociada, una enfermedad impresionante.

Como casi siempre, he aprendido un montón de cosas, a la vez que me lo estaba pasando de maravilla.

Entre otras cosas, he aprendido lo que es la cantárida: "La cantárida era la viagra medieval por excelencia (...) Un polvo extraído del caparazón verde metalizado de un pequeño escarabajo muy común en tierras africanas (...). Dos gramos de cantárida matan al más sano de la sala, así que cayó en desuso en el S XVII, después de que en Francia, los llamados "caramelos de Richelieu" terminaran con media corte durante las orgías de la época..."

También me he enterado de lo que era el voto de tinieblas: "Conocía la tradición familiar de las emparedadas. Cuando sobraban hijas, los condes de Maestu las enviaban a emparedar en vida en alguna parroquia cercana. Se construía un pequeño tabique y dedicaban la vida, aisladas, a la oración. Algunas convencidas. Otras, no tanto". Hay que ver qué barbaridad... Cuando "sobraban hijas"... Porque las hijas muchas veces sobraban... Y las emparedaban... ¡fantástico! Les vamos a perdonar por la época, claro, pero es para hacérselo mirar.

Eso sí, me ha llamado la atención que hiciera mención a Bucéfalo, diciendo que era el caballo de Carlomagno. Si lo lee mi compañera Elena, le da un patatús... ¡Carlomagno! Pero si Bucéfalo es el caballo de Alejandro Magno... Nada más leerlo di un respingo, pero luego busqué cómo se llamaba el caballo de Carlomagno porque pensé que le podía haber puesto el mismo nombre. Pero, por lo que he visto, no está muy claro cómo se llamaba el caballo de Carlomagno, aunque parece que era algo como Blanchard. Total, que debe de ser un error.

La historia es muy interesante y mezcla muchas cosas que terminan encajando perfectamente. Y los personajes me encantan.

Además, te das cuenta de que la gente, muchas veces, no es lo que parece. En palabras de Unai: "En este país hay un millón de psicópatas puros y unos cuatro millones de psicópatas integrados o normalizados en sociedad". A mí me asusta mucho esto, no lo puedo negar. Podemos estar conviviendo con auténticos psicópatas y ni siquiera imaginarlo. "Como sociedad y como individuos partimos de una desventaja: el error básico de atribución. Nos cuesta creer que somos incapaces de detectar la maldad absoluta en alguien cariñoso y encantador. Y ellos exprimen toda su vida esa ventaja: nuestra disonancia cognitiva".

Nada más, que no quiero contar nada de lo que pasa. Pero hay que leerlo. Si no se han leído las otras dos, se puede leer por separado, pero es mejor llevarlas ya como base, siempre que sea posible.

Cierro con una referencia a Los señores del tiempo que me ha encantado porque a mí me ha pasado con muchos libros y me parece una descripción estupendísima: "No era un libro, era una trampa de papel, una emboscada de palabras..., y no podías escapar".

La desaparición de Stephanie Mailer (Joël Dicker)

En su momento leí La verdad sobre el caso Harry Quebert y me gustó muchísimo, así que no podía perder la oportunidad de leer este otro.

En realidad, fue un regalo de mi cumpleaños pero, como es un libro "de peso", no he podido leerlo hasta hace poco. Viajo poco, pero en el avión no me lo iban a dejar subir por exceso de peso...

Bueno, vamos al grano que me disperso... Me ha gustado mucho, muchísimo.

Es increíble como consigue el autor mantener la tensión a lo largo de las 647 paginillas... En ningún momento podemos pensar cómo va a evolucionar la historia.

Nos encontramos en 2014 y una periodista, Stephanie Mailer, desaparece y unos días después, se encuentra su cadáver... Era de esperar, claro... tenía que haber un cadáver.

Todo viene de mucho más atrás, de 1994, cuando apareció Meghan Padalin muerta, así como el alcalde de Orphea y toda su familia. En aquel momento, por supuesto, se investigó y se encontró un culpable (más o menos). Hubo una serie de problemillas, el acusado falleció y allí se acabó la historia,

Pero parece que ahora Stephanie está detrás de alguna pista más que puede dar un vuelco a aquel crimen, 20 años atrás... Ummmm, puede que no fuera desencaminada, ¿verdad? Alguien ha querido que desaparezca.

Lo que más me ha gustado es el análisis de la vida y la situación personal de cada uno de los personajes. Y, cuando digo "cada uno", es así: cada uno. El autor nos hace ver por qué reaccionan así los personajes en cada momento. Hace encajar las piezas de un puzzle que parecería que nunca iban a poder encajar.

Sin embargo, le he encontrado un pequeño "pero". A mí me estaba pareciendo tan impresionante la historia que no tenía ni idea de por dónde iba a encontrar el autor la salida. La encuentra, por supuesto que sí PERO a mí me ha recordado (solo recordado) a Extraños en un tren de Patricia Highsmith. Solo es un ligero recuerdo pero... ya me ha dejado un poco más fría el final... Son mis cosas, qué le vamos a hacer.

A pesar de esa tontería mía, el libro es estupendo y muy, pero que muy recomendable. Como decía antes, la historia es estupenda, pero los personajes lo son aún más.

Y cierro con una reflexión muy interesante: "Y un secreto en el fondo, tiene más importancia en lo que oculta que en lo que revela".

domingo, 23 de diciembre de 2018

Sapere aude (César Pérez Gellida)

El último de los spin-offs... Otro que me ha gustado muchísimo.

En este caso, nos centramos en Ólafur Olaffson... ¡qué personaje tan maravilloso! Me encanta cada vez que aparece en las novelas de las trilogías, y me ha gustado mucho aquí, más jovencito.

La novela se desarrolla en 1974 y nos vamos a centrar en un atentado del IRA en O'Connell Street en Dublín... Una situación muy dura y muy complicada. Es justo cuando Ólafur se acaba de incorporar en la Real Policía de Dublín

Me gusta cómo se describe la lluvia en Irlanda: "El día anterior había llovido como si toda la desdicha y el desconsuelo del planeta se hubieran concentrado en el cielo dublinés para descargar un despiadado llanto sobre sus cabezas". Me ha parecido tan triste... es el sentimiento que me produce a mí la lluvia...

Y me ha encantado la descripción de la bandera. Connor Murphy, compañero de Ólafur, que ha establecido una muy buena relación con él, le cuenta: "El naranja nos representa a nosotros, los protestantes, el verde a los católicos y el blanco es el símbolo de la paz entre las dos comunidades". Yo no tenía ni idea de esto y me ha parecido estupendo, pero me ha hecho mucha gracia la respuesta de Ólafur: "Pensé que simbolizaba el color naranja que tiñe vuestro pelo, el verde que predomina en vuestros ojos y el blanco que desluce en vuestra piel".

Para cerrar, me voy a ceñir al título: Sapere aude... "Atrévete a saber"... Nunca debería asustarnos conocer la verdad.

Indivisa manent (César Pérez Gellida)

El segundo de los spin-offs de Versos, canciones y trocitos de carne... Y también me ha gustado mucho.

Eso sí, este hay que leerlo después de haber leído la trilogía, o por lo menos, el segundo libro, Dies irae, porque si no, hay cosas que se desvelan que no es bueno saber de antemano... Más que nada, para que no se pierda la emoción.

Yo no sé mucho de latín, la verdad (aunque me gustaría, eso sí), pero es bueno saber que el título nos dice "Permanecen unidos" y es muy revelador, aunque no voy a decir por qué.

Esta novelita tiene como prota a Augusto Ledesma, un monstruo de arriba a abajo pero que hay momentos en que no puedo dejar de pensar que me cae un poco bien... y me regaño a mí misma por ello.

Pero es muy interesante porque nos permite conocer a Augusto un poco más: cómo se relaciona, qué piensa de sus "amigos", la relación que tiene con alguien especial (ja, ja... he conseguido no decirlo).

Y quiero dejar otra frase en latín que me ha gustado mucho y que me parece que es una gran verdad. Voy a traducirla, claro, pero me gusta mucho en latín primero... "Amicitia quae desinere potest, vera nunquam fuit". Es decir, "La amistad que puede dejar de ser nunca fue verdadera". Como yo ya tengo unos años, estoy convencida de que es verdad...

Ahora voy a cerrar, por supuesto, con otra reflexión que es también muy interesante: "Cuando ya está todo dicho, las palabras pierden su razón de existir".

Mutatis mutandi (César Pérez Gellida)

Hace ya tiempo que tenía este libro para leer, junto con los otros dos que he leído después. Son los spin-offs de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. Y no loa había querido leer hasta terminar las dos trilogías. He leído algo más, claro, pero ya era el momento.

Por supuesto, como no podía ser de otra forma, me ha gustado mucho. Armando Lopategui es todo un personaje y todo lo que gira en torno a él es muy, pero que muy interesante.

Nos encontramos a Carapocha a punto de tener que cambiar de vida nuevamente, porque parece que va a tener que desplazarse a Belgrado junto antes de empezar la guerra de los Balcanes. "Puedes estar seguro de que los Balcanes volverán a ser el avispero de Europa". Me ha hecho gracia porque recuerdo que en los libros en los que yo estudiaba lo llamaban así: "El avispero de los Balcanes"... ¡qué recuerdos!

Por supuesto, Armando Lopategui sigue interesándose por los asesinos en serie: "Charlas de barra de bar en las que fue profundizando insistentemente en casos de asesinos en serie"...

Y en esta pequeña historia conocemos a Erika de niña. A Erika la hija de Armando, claro. Porque también aparece su esposa, Erika, y la relación complicada que mantienen en aquellos momentos...

Hay poco más que decir, aparte de que hay que leerlo, claro.

Pero cierro con una frase que le dice a Erika y que me ha parecido muy reveladora en los momentos en los que nos encontramos, con todo lo que está pasando: "El problema no es que existan hombres malos, princesa, el problema radica en identificarlos, en destaparlos".

sábado, 15 de diciembre de 2018

Todo lo mejor (César Pérez Gellida)

Ya me he manifestado como "gellidista", así que no puede sorprender a nadie que haya leído el último libro del autor. Y tampoco sorprenderá que me haya encantado.

Sobre todo porque el prota de este libro es Armando Lopategui. El autor dice que el propio personaje el pedía escribir un libro sobre él y no me extraña. Es uno de los personajes más curiosos e interesantes que yo he encontrado.

Para ponernos en antecedentes: "Me atraía mucho pintar el Berlín de principios de los ochenta. La enfermiza coyuntura política mundial, la cruenta batalla ideológica entre oriente y occidente, entre el comunismo y el capitalismo". Y lo ha conseguido... Es una imagen muy interesante de la situación de aquel momento... y he aprendido muchas cosas.

¿Qué nos vamos a encontrar? "Una ciudad separada por un muro y unida por un sanguinario asesino. Dos investigadores que descubrirán que la crueldad no tiene límites". "Las terribles muertes de 5 menores que parecen estar relacionadas entre sí".

Empezamos conociendo a Viktok Lavrov, que es, en realidad Armando Lopategui... comandante del Komitet Gosundarstiennoy Bezopasnosti... ¡hay que ver lo difícil que es saber lo que en realidad el KGB!. Y también conocemos a Erika Eisemberg, que los gellidistas sabemos que es la madre de Erika Lopategui, claro... Resulta muy curioso...

Pero, claro, tiene que aparecer un asesino en serie... Es la especialidad de Carapocha... Aprendemos lo que es la Hemtodixia o upirología, que es el vampirismo; lo que es la eritrofilia, excitarse con las personas que se ruborizan; lo que es la tapefobia, el miedo irracional a ser enterrado en vida... cosas interesantes...

Y aparecen personajes maravillosos, como Otto y su medio hermana Birgit, ambos policías en Berlín oriental, que son los que descubren que puede haber una relación entre las muertes de los 5 menores a los que nadie ha reclamado. También es estupendo Max, policía pero en Berlín occidental, amigo de la infancia de Otto, que colabora con él en la investigación.

Otto es un hombre maravilloso, con una filosofía muy particular: "¿Nunca te he dicho en qué se diferencia el capitalismo del comunismo? (...) En que en el capitalismo el hombre es explotado por el hombre y en el comunismo es justo al contrario".

Me ha llamado mucho la atención todo lo que cuenta de la Stasi en Berlín: "...a principios de la década de los ochenta, en la Unión Soviética existía un agente del KGB por cada seis mil habitantes, mientras que en la República Democrática Alemana la proporción era de un informante de la Stasi por cada siete ciudadanos". Debía de ser terriblemente agobiante pensar que te podía observar, analizar y denunciar cualquiera... Además existía la red de espías Romeo: "...agentes que explotaban sus encantos físicos para llegar al corazón - pasando previamente por la cama - de las personas susceptibles de convertirse en una fuente de valiosa información".

No sé si contar algo más porque podría revelar cosas que no quiero. Pero el libro hay que leerlo... es estupendísimo. A mí me ha encantado. Es muy, pero que muy recomendable.

Cierro con un par de citas de Carapocha. Una de ellas ya había aparecido en otro momento y estoy segura de que ya la reseñé porque me gusta mucho: "Todo lo mejor es lo peor cuando uno no sabe de qué lado está"

Y otra, para darle una pensadita: "La vida está llena de sorpresas y hay veces, no muchas ni tampoco pocas, que son buenas"

domingo, 2 de diciembre de 2018

Firmamento (Maxim Huerta)

Confieso que no sé muy bien por qué he leído este libro... La verdad es que me parece que el autor escribe bonito, maneja muy bien el lenguaje y sabe crear ambientes a lo que se ve trasladado el lector. Pero he de reconocer que me cuesta entrar en sus historias y me despisto mucho.

Pero soy seguidora suya en Twitter y, cuando me enteré que publicaba Firmamento, pensé que no estaría mal leerla y ver qué impresión sacaba.

Me reitero: escribe muy bien, muy agradable, pero  mí me sigue costando entrar y saber dónde quiere llegar el autor. Supongo que el problema es mío pero... me cuesta.

Para que nos hagamos una idea de la novela, dejo aquí lo que podemos leer en el propio libro: "En un hermoso hotel a orillas del Mediterráneo, el escritor Mario Bellver busca como acabar la novela de otro. Un día, la llegada de Ana Moteleón, que inicia sus apacibles vacaciones, viene a corregir el rumbo del verano... y de su historia".

Pinta muy bien pero es que no he conseguido conectar con los personajes y así... no puedo conseguir que me guste lo suficiente.

Claro, también he leído al inicio del libro un comentario (no recuerdo de quién pero es lo de menos) que me ha dejado loca: "Firmamento se multiplica en cada página, creando un universo, el de Ana y Mario".  Será así, no digo yo que no pero... "se multiplica en cada página..." no sé muy bien qué quiere deciros...

Eso sí, tiene cosas muy interesantes, como por ejemplo: "La manera moderna de mirar es ver fragmentos, por eso recortaban el horizonte en trozos del tamaño de la pantalla de cristal". Ya he dicho que escribe muy bien el autor... Pero es muy cierto... Nos pasamos la vida haciendo fotos, videos, todo imágenes fragmentadas... Y nos perdemos la realidad. Vamos a ver a nuestros hijos hacer deporte, representaciones teatrales o cualquier otra actividad y, en lugar de disfrutar del momento, sacamos el móvil o la cámara para verlo a través del objetivo... Sí, lo podremos volver a ver, cierto, pero no lo vamos a poder vivir en plenitud... Quizá debiéramos pensar un poco en cómo nos enfrentamos a las cosas (digo yo, claro, que es solo una opinión).

Me ha llamado la atención también una frase que a mí me ha sonado a una definición preciosa de la soledad: "...no me anima especialmente entrar en casa y tropezarme conmigo todo el rato".

No me atrevo a no recomendar la novela, porque de verdad que es muy agradable de leer. Así que lo dejo en un "no sabe, no contesta". Si a mí me dijeran esto, lo leería solo por tener una opinión personal...

Y cierro con una reflexión que me ha encantado: "La vida muchas veces es una novela, pero no le ponemos tapas".