martes, 14 de febrero de 2023

Contando atardeceres (La vecina rubia)

 He hecho un paréntesis en la serie de Salazar para leer este, esta vez en papel, que lo echo de menos.

Lo he disfrutado mucho... me ha gustado más que el anterior... y no sé muy bien por qué. A lo mejor es porque ya conocíamos a los personajes... No sé, pero merece la pena leerlo.

Vamos a encontrarnos con las cuatro amigas: Laura, Lucía, Sara y Rubia. Y con Javi, el bombero que conoció en Ibiza; y con Nacho, el primer novio que tuvo la rubia...

Es una narración de unos cuantos meses de su vida, con los altibajos que eso conlleva y con los cambios de estado de ánimo para enfrentarse a las cosas de una manera o de otra.

Me ha gustado cuando dice: "...una ya tiene una edad como para pensar en la ropa tendida cuando llueve en vez de soñar con chapotear en los charcos".

Hay algunas frases para enmarcar, como una de Mario Benedetti: "Cuando uno llora, nunca llora por lo que llora, sino por todas las cosas por las que no lloró en su debido momento". Y otra de Oscar Wilde: "La experiencia es el nombre que le damos a nuestras equivocaciones"

No lo voy a contar aquí, porque es un poco largo, pero merece mucho la pena la historia de por qué el gato no está en el horóscopo chino... me ha encantado. "Hay  que ser somo los gatos, que viven instaurados en la felicidad". Desde luego, si es por lo que yo veo con mi gata, es realmente cierto.

La madre de la rubia es un personaje estupendo. Lo fue su padre en el libro anterior y su madre, ahora, cubre ese hueco que dejó. Me ha encantado su "primer mejor consejo": "Si tiendes bien, planchas la mitad".

Voy a cerrar ya, recomendando que se lea porque merece mucho la pena. Y pensaba cerrar con una frase que me ha gustado muchísimo, y que es una gran verdad: "Todas tenemos derecho a dejar de hacernos las fuertes y a derrumbarnos por un momento".

Pero, no, voy a terminar con una que me ha encantado y que me ha hecho sonreír de verdad: "...cuando alguien me dice que soy infantil, me voy a peinar a mi unicornio y se me pasa".

Juego mortal (J.M. Fernández)

 Aquí seguimos, con Salazar y Ortiz... A seguir pasándolo estupendamente.

Justo al final del capítulo anterior, Santiago Ortiz sustituyó al comisario Colmenares... Él no sabe que Néstor es su hermano, pero Néstor, sí... y se llevan fatal.

Pero comenzamos con Salazar en el hospital: "El asesino del comisario Padilla, aquel desalmado que perseguía a Salazar desde los tiempos en que él estuvo en Madrid, por fin lo había encontrado".

Al igual que en la novela anterior, vamos a encontrarnos con dos investigaciones paralelas. Por un lado, "el asesino de la rosa" consigue matar al comisario Padilla, con lo que eso supone para Salazar. Ellos habían trabajado para que entrara en la cárcel y, cuando salió, les aseguró que iría a por ellos. Por eso, Padilla envió a Néstor a Haro sin dejar ninguna trazabilidad. Y a su compañero, Darío, le envió a Cantabria de la misma manera, para que no pudiera seguirle el rastro.

Padilla se quedó en Madrid... y al final, lo encontró.

Y Salazar decide poner las cartas boca arriba, manifestarse, para que Pernía, el asesino de la rosa, vaya a por él y poder atraparlo. Su firma es la rosa blanca que envía a sus futuras víctimas. "Pernía es un psicópata, un asesino en serie que decidió sacarle beneficio económico a su... talento criminal"

Por otro lado, tenemos un caso escalofriante... En 2009, en una excursión a la ermita de San Felices en la que, posiblemente, había menos profesores de los que eran necesarios, unos de los chavales más mayores, de unos 10 años, subieron al mirador y uno de ellos, por hacer la gracia, se subió y cayó sin que nadie pudiera hacer nada.

En 2017, cuando se desarrolla nuestra historia, aparece un chaval de 17 años, Eduardo Contreras, ahorcado en el centro de acogida en el que creció Salazar. Y es el propio director, Alejandro Lamas, quien le llama para ponerle al corriente. Y luego otro chaval, Abelardo Romero Tovar, se lanza al vacío desde la azotea de su casa.

En esta novela vamos a conocer a un nuevo subinspector, Diji Cheick, "un joven subsahariano de casi dos metros de altura, que les sonreía con dientes blancos y perfectos". Sustituye a Domingo, que, quien lea el anterior, sabrá por qué se marcha. Y Diji es estupendo... me encanta.

El caso de Pernía ya sabemos que acaba con Salazar un poco mal, pero eso va a hacer que se descubra su identidad frente a su hermano.

Y el otro caso... pone los pelos de punta. He descubierto lo que son las drogas auditivas: "A cada oído le llegan sonidos con una frecuencia distinta, que cuando el cerebro las procesa, forman una tercera onda, que se llana binaural. Esta onda puede estimular sustancias que emulan el efecto de ciertas drogas".

En el epílogo, la autora nos cuenta un poco en qué se basa: "En el año 2016 se levantó una alarma acerca de un juego difundido por Internet, llamado la ballena azul, en el que los moderadores planteaban a los participantes 50 tareas, la última de las cuales sería el suicidio". Reconozco que a mí esto me da mucho miedo.

Voy cerrando ya, con una reflexión muy interesante de Salazar: "Siempre hay culpables en los accidentes, lo que no existe es la intención de daño, pero para que un siniestro ocurra debe estar presente una o varias conductas inapropiadas".



No es lo que parece (M.J. Fernández)

 Empezamos con la serie en sí. Este sí que es el primer capítulo de la serie del inspector Salazar... y me lo he pasado en grande, la verdad. La precuela estuvo bien, pero la novela es mejor, porque tiene mucha más "enjundia".

Vamos a tener dos temas que se mueven paralelamente...

Por un lado, vamos a conocer al inspector Santiago Ortiz que está buscando debajo de las piedras a su hermano. En realidad son hermanos solo de padre. Cuando este murió, la madre se volvió a casar y el nuevo marido, un día, borracho, mató "por accidente" a su hijo menor. Santiago ya había salido de casa. Le llamaron para hacerse cargo de Lucas, el hermano mediano, pero no se sintió preparado para ello, y se negó, con lo que Lucas tuvo que terminar en un Centro de Acogida.

Voy a destripar un poco la historia, la verdad... pero es que nosotros sabemos quién es el hermano. Tuvieron que cambiarle el nombre y ahora se llama Néstor Salazar... Santiago se dio cuenta de que lo había hecho mal en el momento en que tuvo a sus dos gemelillos (que son muy graciosos), así que salió de Tenerife con Carmela, su mujer, y los peques y se fue a Haro.

Por otro lado, vamos a conocer a los integrantes del equipo del comisario Jesús Colmenares, que está a punto de jubilarse. El inspector Miguel Pedrera, "un tío cachas que transpiraba autosuficiencia"; el subinspector Manuel Rodríguez, "con aspecto aniñado e inseguro"; el inspector Domingo González "un policía entrado en años, que debía de estar muy cerca de la jubilación"; y el subinspector Remigio Toro, "un cuarentón con aspecto bastante común". Esto es lo que ve la nueva subinspectora, Sofía Garay, que siempre quiso ser policía en lugar de modelo y pasa a ser la compañera de Salazar.

Vamos a ir conociendo la vida del inspector: su amigo Gyula y su bar-restaurante, La Callecita, en los bajos del edificio donde vive Salazar, y donde este toca la guitarra de vez en cuando. Gyula fue el primero que le ayudó en el Centro de Acogida y son más que hermanos. Y vamos a conocer a Paco, el gato que aparece en el mortal, herido, y que Salazar se lleva a su casa. Lo mejor es cuando Paco da a luz a su camada... hay que cambiarle el nombre, claro, con lo que Paca entra en nuestras vidas. Y es un personaje fantástico.

Es importante saber también que Néstor lleva siempre un gabán arrugado y va muy desaliñado. Lo del gabán me ha encantado porque es una palabra que se usa ahora muy poco... y en mi casa, mi padre siempre nos decía eso de que "No es igual una mancha en el gabán que un gabán en La Mancha".

Es todo un personaje que se ha creado a sí mismo para que la gente se relaje en su presencia. Y todo fue idea de su mentor, el comisario Padilla: "La mayoría de las personas clasifican a los desconocidos en forma automática según tópicos. La calidad de su ropa, si visten a la moda, su elegancia, su apariencia física, todo se escanea sin siquiera ser consciente de ello. Si eres guapo y bien vestido serás listo; de lo contrario, serás un perdedor."

Hay que ver... quiero contar tantas cosas, que no he hablado nada de la otra trama con la que nos vamos a encontrar: el concejal Juan José Belmonte muere tras la reinauguración del parque para comenzar su campaña... Todo apunta a una intoxicación aguda por pesticidas pero tenía el estómago vacío... Y era una persona que había ayudado mucho a la comunidad, proporcionando viviendas de protección a los okupas.

Claro que, a Salazar le parece que algo raro hay: "Llámame cínico, pero cuando encuentro a alguien tan cercano a la santidad, me pregunto dónde está la trampa". 

Y se va a ir desentrañando todo hasta saber quién ha sido el que ha asesinado al concejal, claro. Muy interesante porque aparece el malatión... y yo lo recuerdo como un producto que tiene un olor espantoso y se utilizaba en la empresa en la que yo trabajaba hace muchos años...

Ah, y me ha encantado que la patrona de la pensión donde se aloja Sofía se llama doña Eduvigis... Me trae muchos recuerdos que cuando mi hermana y yo éramos pequeñas.

Voy a cerrar ya, que me estoy entreteniendo mucho. Pero tengo que dejar aquí el Principio de Locart, porque me parece muy interesante: "Tiempo que pasa, verdad que huye"

Y la reflexión final, que no me la puedo saltar: "Las buenas personas no necesitan ese tipo de publicidad. Sus propios actos hablan por ellos".

lunes, 13 de febrero de 2023

El primer caso del inspector Salazar (M.J. Fernández) - Precuela

 ¡Madre mía, lo que he encontrado! Son 10 novelas del inspector Salazar, más esta, la precuela.

Como yo llego tarde, las puedo leer todas del tirón, empezando por esta... Estoy haciendo la reseña cuando ya llevo unas cuantas leídas y me lo estoy pasando de maravilla.

Vamos a ponernos en situación: "Rodeado por los fértiles viñedos de La Rioja, el extravagante y poco convencional inspector Salazar se ocupa de investigar los crímenes que turban la ciudad de Haro con la colaboración del equipo de detectives de la comisaría de San Miguel, al mismo tiempo que afronta las vicisitudes de su compleja vida personal y supra su eterna soledad con la compañía de la pequeña felina que lo adoptó como su humano"

En esta novela, Néstor Salazar aún está en Madrid, es subinspector y se pone a las órdenes del comisario Ignacio Padilla, que será su mentor y un hombre a quien siempre admirará. Y su compañero va a ser Darío Arteaga, casi tan novato e inexperto como Néstor.

Es una novela muy cortita, en la que se enfrentan al asesinato de Luisa Tirado, de 21 años, diseñadora de videojuegos... Y tienen que lidiar con su novio, su exnovio, los compañeros, hasta dar con el verdadero asesino.

No dejo ninguna frase para el recuerdo porque es tan corta que no me ha dado para encontrarla, pero, de verdad, la saga es realmente estupenda, así que seguiré con las demás en breve.

Inverno vermelho (Stev Deacker)

 Aquí estoy, en mi afán de seguir leyendo en portugués... hay que perseverar porque es la única manera de aprender un idioma.

Es un libro, cuanto menos, curioso. De momento, el autor firma como: "Autor y asesino de personajes".

Nuestra prota es Lena (Yelena Yurevich Petrova) "a garota loira dos olhos castanhos".

Por el nombre ya nos damos cuenta de que parece que no estamos en Lisboa, claro... La niña nació en San Petersburgo, hija de un granjero y de una madre de sangre azul que se quedó embarazada en una noche de locura y no tenía el más mínimo interés de quedarse con la niña. Así que, la tuvo, se la colocó al padre, se encargó de mantenerla y se casó con alguien de su clase... Chimpún.

Al comienzo del libro nos enteramos de que ha fallecido Yuri Dmitrievich Petrov, el padre de Lena, mientras ella vivé en Moscú, después de consolidarse como escritora.

Por supuesto, ella deja todo lo que tiene entre manos y sale corriendo... Y piensa una cosa que creo que todos pensamos: "Mas mesmo que todos nós sabemos sobre o fim da vida daqueles que amamos e da nossa propria, nunca se estaria pronto para esse momento" (no traduzco porque creo que se puede entender).

Y, al llegar, Lena se encuentra con sus amigos del colegio/instituto... sus amigos de siempre: Kira, Anna, Mikhail y Aleksandr.

Empezamos entonces a saber un poco más por qué Lena se marchó y lo ha que ha ido ocurriendo... Un día, Lena, al salir de clase, se iba hacia el autobús y fue golpeada por la espalda... y violada. Cuando se dio cuenta de lo que sucedía, su amigo Mikhail estaba allí pidiendo ayuda y tratando de calmarla...

Estuvo en el hospital y, cuando salió, su padre decidió que era el momento de que saliera de allí, y pusiera tierra de por medio con el trauma que había sufrido.

Posteriormente, Nikolai Nikolaievich Tchenkov, hijo del celador del colegio, que ayudaba a su padre allí fue condenado por la violación.

Hay una frase sobre los amigos que me ha gustado mucho: "Algumas amizades tinham o dom unico de se parecerem eternas não porque estávamos com esa pessoa o tempo todo, mas justamente pelo contrário".

Los amigos deciden quedarse en casa de Lena a pasar la noche, una casa en la que la cobertura está más bien reguleras y que está muy aislada de todo y de todos.

Eso sí, los bridis son estupendos: "Que os dias sejam longos e as noites breves"

Y es ahí donde empiezan los problemas que no pienso contar porque es bastante sorprendente, la verdad. Conforme se van desarrollando los acontecimientos, nos vamos quedando ojipláticos.

Me gusta también otra frase que quiero dejar aquí: "Era muito simples odiar alguém, porque acima de qualquer outra coisa, era um sentimento que não pedia esforço o raciocínio"

Lo cierto es que el personaje que más me gusta es Yuri, el padre de Lena, y el pobre se nos muere casi al principio... pero es realmente interesante.

Así que, voy a cerrar con uno de sus pensamientos, que nos vendría muy bien a todos: "A vida é difícil, minha filha, mas depois de toda noite, o sol volta a nascer".