domingo, 22 de enero de 2017

Falcó (Arturo Pérez-Reverte)

Este libro también lo pedimos a los Reyes. En este caso fue mi marido pero, como él aún no lo podía leer porque está leyendo otra cosa por el momento, no lo íbamos a dejar ahí, el pobre, en la librería, cerrado... así que he tenido que leerlo yo...

Iba predispuesta a que me gustara, por supuesto, pero me ha sorprendido, la verdad.

Nos sitúa al poco de empezar la Guerra Civil española, cuan aún algunos confiaban en que fuera durar muy poco (ambos bandos creían que lo tenían hecho, como quien dice) y nos encontramos con Lorenzo Falcó, nuestro prota.

Y, como era de esperar, el personaje me ha encantado... Es un espía, donjuan de libro, sin creencias de ningún tipo, con sus propios principios...

Y la novela nos lleva a conocer un poco cómo iban funcionando las cosas por entonces: quién estaba con quién, las lealtades falsas que iban apareciendo, los objetivos futuros...  Y también nos deja ver un poco cómo vivía la gente "corriente" que sufría una guerra con su vecino de lado o lo que es peor, con su propio hermano o su propio primo.

Lo cierto es que el tema está ya un poco manido. Se ha escrito de la Guerra Civil del derecho y del revés. Los que escriben sobre un bando, por increíble que parezca, aún se quedan sin los lectores cuyas familias pertenecieron al otro. Y al revés... Y eso es algo que yo no puedo entender.

Pero en esta novela, está tratado desde otro ángulo, desde el punto de vista de Falcó... Y es una visión diferente. (O eso me ha parecido a mí, claro...)

Ya he dicho que Falcó me encanta. Le conocemos con 37 años: "...rasurado impecable a navaja, patillas recortadas en el punto exacto, los ojos grises que se contemplaban a sí mismos, como al resto del mundo, con tranquila e irónica melancolía. Una mujer los había definido en una ocasión (...) como ojos de buen chico al que le habían ido mal las cosas en el colegio."

Su jefe, el Almirante es otro personaje a tener muy en cuenta. Pertenecen al SNIO, Servicio Nacional de Información y Operaciones. En concreto al grupo Lucero, "un reducido equipo de élite, hombre y mujeres, que enjerga de los servicios secretos locales, era conocido como Grupo de Asuntos Sucios".

Les encargan librerar a José Antonio de la cárcel de Alicante. Falcó tiene desplazarse allí, conocer a los que le pueden echar un cable y coordinar la operación. [Ojo, que la historia es la historia y todos sabíamos si la operación iba a tener éxito o no...]

Y allí conoce a los hermanos Ginés y Cari y a Eva, otro personaje muy interesante.

No puedo dar muchos más datos porque el espionaje no permite que se cuente mucho puesto que corremos el riesgo de desvelar demasiado... Pero sí puedo explicar alguna de las máximas de Falcó, que no son ninguna tontería.

Por un lado, le marca el "código del escorpión" de su instructor rumano Niko: "Mira despacio, pica rápido y vete más rápido todavía"

Y un principio militar interesante: "Prepárate para la hipótesis más probable, pero adopta la seguridad según la hipótesis más peligrosa". Esto se puede utilizar en cualquier momento, la verdad.

Y luego, aparece Eva para dejarle muy claro algo que él conoce un poco vagamente: Turpe est in re militari dicere non putaram" (en asuntos de guerra es vergonzoso decir: no lo había pensado). La frase es muy interesante pero lo mejor es que es de Escipión... ¡uno de mis personajes favoritos!

Hay otro párrafo en el libro que he remarcado porque creo que sigue siendo verdad a pesar de la igualdad entre hombres y mujeres que es cada día más real y que no tiene nada que ver con la situación de la época en la que se desarrolla la novela: "Eran los viejos instintos lo que siempre, por encima de toda razón, acababan interfiriendo de modo peligroso. Daba igual que el móvil fuese la vanidad, el impulso dominador o protector o incluso sentimientos más nobles, como el afecto, la humanidad o el amor. Puestos en situaciones extremas junto a mujeres, la mayor parte de los hombres no era capaz de sustraerse al impulso básico de protegerlas. Y esos los volvía descuidados. Vulnerables."

Cierro ya, que me estoy alargando muchísimo. Y termino con una frase de Falcó, por supuesto, que me he hecho pensar: "Solo dispongo de una vida, dijo. Un breve momento entre dos noches. Y el mundo es una aventura formidable que no estoy dispuesto a perderme." Interesante filosofía.

sábado, 21 de enero de 2017

Todo esto te daré (Dolores Redondo)

Premio Planeta... La verdad es que da un poco de miedo... Nunca sabe uno con lo que se va a encontrar. Es cierto que he leído muchos y muchos me han gustado pero siempre da un poco de miedito.

Pero esta vez, la autora es un seguro de vida y comenté con los Reyes que me había portado muy bien y que sería bueno que me lo trajeran... Y, bueno, parece que ellos también les pareció bien y me lo trajeron.

Hoy me comentaban unas buenas amigas (mis queridísimas "Rugby moms") que no es tan bueno como la Trilogía del Baztán. Pero el libro es muy bueno y a mí me ha gustado muchísimo. Es largo, largo y se me ha hecho corto y me ha costado ponerlo en la mesilla cuando lo he terminado... No me apetecía que acabara.

Manuel Ortigosa, historiador y escritor de éxito se entera de que su marido, Álvaro Muñiz Dávila, ha fallecido en un accidente de automóvil.

Ahí empieza una historia de amor, de envidias, de dolor, de ilusiones... Un poco de todo...

Manuel descubre que su marido es el marqués de Santo Tomé, algo de lo que no tenía la menor idea. Se desplaza a Galicia, donde tiene el pazo la familia y va conociéndolos a todos poco a poco.

Nos encontramos con personajes estupendos, como Nogueira, teniente de la Guardia Civil recién jubilado, que está convencido de que la muerte de Álvaro no ha sido un accidente. Es un hombre muy peculiar, con un cinismo que yo creo que es un poco fingido, un hombre que sabe lo que hace, con un olfato increíble para detectar detalles y con una historia personal tremenda que al final llegamos a descubrir y nos aclara el porqué de la amargura que se detecta desde el principio. Una frase suya que me ha encantado: "Si los buenos fueran buenos y los malos simplemente fueran malos, el mundo sería mucho más fácil para mí."

Conocemos a la familia Muñiz Dávila... ¡vaya tropa!. Álvaro fue repudiado por la familia, un poco por todo: por plantarles cara desde niño, por no dejarse torear y, por supuesto, (no por nada lo de "por supuesto", solo por saber cómo es la familia) por el hecho de ser homosexual. Su hermano Santiago, casado con Catarina y deseando tener un hijo. Y Fran, el pequeño, muerto por una sobredosis tras fallecer su padre. Ahora su novia, Elisa sigue en el pazo con el pequeño Samuel que nació después de que su padre hubiera fallecido. Y lo de la madre, Cecilia de Muñiz Dávila... ¡para nota!

Otro personaje estupendo es Lucas, sacerdote y amigo de Álvaro desde siempre y el único que sabía que se había casado con Manuel. Un hombre entrañable, que me ha gustado mucho.

Y Manuel es maravilloso. Me ha encantado. Hay una lucha interior a lo largo de toda la novela que me ha hecho sentirme muy cerca de él. Hay veces que dan ganas de decirle algo, de animarle, de consolarle, de decirle que las cosas no son tan duras como el las plantea... Y me encanta un momento, cuando compra folios para comenzar una nueva novela: "Olía sutilmente a blanqueante de papel, un perfume inconcluso que solo alcanzaba su madurez cuando se fundía con el aroma inconfundible de la tinta." Supongo que me ha gustado tanto porque la ilusión de mi vida es escribir un libro...

Hay muchos más personajes, como Herminia, Mario Ortuño, Ofelia, Laura, Xulia, la hija de Nogueira de 17 años que lee mucho (no como mi hijo...)... Y hay muchísimas más cosas que contar. Pero creo que este es un Premio Planeta que hay que leer, no se puede dejar pasar, así que no cuento nada más.

Y termino, como siempre, con una frase, en este caso de Nogueira: "No sé por qué las cosas son así pero el caso es que así son" Una filosofía muy simple pero muy clara.

domingo, 15 de enero de 2017

Tormenta de nieve y aroma de almendras (Camilla Läckberg)

Uno de los libros que me han traído los Reyes... La verdad es que lo vi en una tienda y pensé que lo podía poner en la carta, ¿verdad?

En un conjunto de historias cortas de la autora con los personajes y las ubicaciones que nos son familiares de la serie de Los crímenes de Fjällbacka que nos ha enganchado a muchos.

Lo primero que a mí me gustaría es saber cómo se pronuncian algunos de los nombres de localidades que aparecen... ¡Qué cosa más complicada, por favor!

La historia que de título al libro es muy interesante y se deja leer de maravilla. Es la más larga de las cinco que contiene el libro y es posible que fuera un poquillo cortita para publicarla sola. He estado viendo el Copyright y me parece que todas estas se escribieron entre las novelas de la serie pero no se habían traducido al castellano hasta ahora.

En definitiva, lo he pasado muy bien leyéndolas pero tengo que decir que la que más me ha gustado es El Café de las Viudas, que transcurre en una pequeña cafetería (a la que debe su nombre) regentada por Marianne. No voy a destripar nada, por supuesto, pero es muy, pero que muy interesante. Y esta sí que es muy cortita...

Los otros relatos cortos, Un día de perros, Una muerte elegante y Soñar con Elisabeth están muy bien. Tienen la ventaja de los relatos cortos, que es el factor sorpresa (cuando son de misterio, claro) pero como conocemos a los personajes, es como si fuera mucho más fácil de leer.

En definitiva, un libro muy recomendable, que se lee en un suspiro (esa es la pena que me da a mí...) y que merece dedicarle un ratito.

Esta vez no voy a dejar ninguna reflexión... No ha habido ninguna que me haya tocado "la fibra" pero eso no quiere decir que no tenga cosas que me hayan hecho pensar...

sábado, 14 de enero de 2017

En tiempo de prodigios (Marta Rivera de la Cruz)

¡Empieza el año! Y empiezo con un libro que me ha encantado. Claro, ya sabía yo que iba a ser un éxito... por eso lo elegí...

Es un libro que narra dos historias paralelas, ambientadas en dos lugares y dos momentos diferentes.

Por un lado, tenemos a Ceci y su historia, situada en Madrid en 2005 (creo que es ese año por lo que va contando después...). Ha perdido a su madre tras un cáncer difícil que las ha unido mucho pero que ha dejado una herida muy profunda. Además, ha dejado a su pareja, Miguel, después de darse cuenta de que lo que tenían no era lo que ella esperaba de una relación.

Por otro lado, conocemos a Silvio Rendón. Es el abuelo de Elena, una gran amiga de Ceci. Cuando los padres de Elena tienen que viajar a Estados Unidos para tratar una enfermedad de su padre, piden a Ceci que se acerque de vez en cuando a ver a Silvio y comprobar que todo va bien. Ahí comienza la amistad con Silvio y su historia, que es simplemente maravillosa.

Las cosas que Silvio vivió son increíbles y muy aleccionadoras. No quiero destripar nada pero vive en Ribanova y nos presentan a Zachary West llegando al hotel Almirante, viejo conocido de los adictos a las novelas de la autora. Zachary... un personaje fantástico... Y conocemos a su hijo adoptivo Elijah, que en aquel momento, 1926 es toda una sensación porque es negro... Y más tarde conocemos a Amos Sezsmann, un maravilloso músico que tenía el terrible "defecto" de ser judío en un lugar y una época tremendamente inconvenientes... Y a su hijo Ithzak...

Tantos personajes, tan diferentes unos de otros y, mientras uno está leyendo el libro, parece que podríamos estar tomando café con ellos cada día y mantener una conversación como si fueran amigos nuestros desde la infancia...

Mientras tanto, seguimos con la historia de Ceci y sus reflexiones, que no son pocas... He descubierto que ella y Miguel eran una pareja de DINKs = Double Income No Kids. ¡Cómo nos gusta utilizar acrónimos, sobre todo si son en inglés!. Claro, en español queda más feo... IDSH = Ingresos Dobles Sin Hijos... Lo triste es que haya un acrónimo para eso. Desde el primer momento ya casi está decidido que no va a haber hijos y, con unos buenos ingresos... ¡qué bien se vive!

Hay por ahí otro pensamiento que me ha hecho parar un poquito: "Somos tan correctos, tan discretos, tan medidos, que preferimos presenciar la destrucción de una persona querida antes que hacer nada por lo que pudieran acusarnos de imprudentes". Es muy cierto... Por eso hay que animarnos tanto a todos a denunciar los malos tratos o el acoso escolar... Tendemos a mantenernos siempre al margen, a ser muy discretos, y no intervenir en la vida de nadie. Aunque muchas veces podríamos ser de mucha ayuda...

Otra cosa curiosa es cuando habla de que a Sergio, el hermano de Elena que vive en Roma, le deja su mujer porque necesita espacio. "Me hace falta espacio. ¿Cuánto espacio hace falta exactamente y para qué? Es una de las cosas que yo me pregunto muchas veces porque es una explicación recurrente que se da cuando una pareja se separa (que es muy a menudo...) ¿Qué es eso del espacio? ¿No caben en casa? Vaya frase más tontorrona... A mí me hace falta espacio, claro, pero para guardar las cosas que tenemos en común, para guardar recuerdos, para quitar cosas que no nos permiten estar juntos... A ver si se empieza a poner de moda otra cosita porque esta es un churro.

Más cosas que me han gustado: "Mi madre y yo nunca fuimos amigas. Sin haber hablado de ello, ambas estábamos de acuerdo en que la amistad entre madre e hija no podía acabar en nada bueno". Me alegro de ver que no soy yo sola la que piensa eso. Yo quiero a mi madre con locura, desde hace más de 50 años. Aunque no me acuerdo, seguro que ya la quería cuando aún estaba en la barriguilla. Y nadie ha sido, es o será como ella. Pero no es mi mejor amiga. Es mi MADRE. Ya está... No hay nada que pueda superar a ser MADRE. ¿Por qué mi madre tendría que ser mi mejor amiga?

Y me he sentido muy identificada con Ceci cuando dice: "Todas las mujeres, incluso las que no lo reconocemos, tenemos dentro un yo peliculero que nos hace fantasear con escenarios más apropiados" ¡qué gran verdad!

Termino ya, de verdad, que es la primera reseña del año y me estoy alargando... Es una novela que hay que leer. Las historias son muy buenas, los personajes son estupendos y se lee de maravilla. Es de esos libros que uno no quiere que se acaben nunca...

Y dejo la frase de siempre, la de terminar, claro: "La vida está llena de personas que no creen en nada y si de pronto se nos cruza en el camino alguien capaz de tener fe en cualquier cosa buena, el instinto de supervivencia nos empuja a acercarnos a ella, a buscar refugio a su lado".