domingo, 27 de octubre de 2013

El diario secreto de Adrian Mole (Sue Townsend)

Este es el primer libro que leo este año porque lo tienen que leer mis hijos... pero seguro que no será el último.

Cuando dijeron que era el diario de Adrian Mole, me pareció muy bien porque creo que yo he debido de leer alguno en inglés pero... me ha resultado un perfecta castaña, lo siento.

Lo primero, solo de pensar que mis hijos pudieran escribir algo así... se me caen los palos del sobrajo. Y, lo segundo, tampoco creo que sea un adolescente estándar. Vamos que no todos los niños tienen unos padres borrachos, una madre que se enrolla con el vecino y se larga con él, un padre que no trabaja... Y el niño esconde las facturas y les cortan la luz y el teléfono cada dos por tres.

Vamos, que el libro estará muy bien pero a mí no me ha gustado nada de nada. Además, creo que no está muy bien traducido. No creo que fish & chips deba traducirse por "pescado y patatas frias". Creo que debería dejarlo en inglés y explicarlo en una nota: es un tema cultural lo suficientemente arraigado como para no tener que hacer la traducción al español. Es como si en un libro en inglés ponen cocido y lo traducen como "chick peas stew with carrots, potatos, cabbage and leek to which people add hen, han stones, blackpudding, bacon and stuffed saudage with paprika"... ¡Eso no es un cocido!. Pues igual: fish & chuips no es "pescado con patatas fritas" ni pork pie es "empanada de carne cocida de cerdo"...

El niño no es malo del todo y, eso sí, es increíble las cosas que lee... Claro, no tenía entonces ni Play, ni Wii ni móvil (lo escribe en 1981...) y solo le quedaba leer... Pero el pobre, tiene una circunstancias familiares que... vaya, vaya.

Lo único que me ha gustado es que cuenta cómo se celebró en el barrio la boda de Lady Di y el Príncipe Carlos. Y me ha hech gracia porque, aquel 29 de julio de 1981 yo estaba en Inglaterra, en Falmouth y allí pasó lo mismo que en la calle de Adrian: se cortó el tráfico, se adornó la calle con farolillos y lazos rojos, azules y blancos, y la gente preparó de todo para colocarlo en mesas inmensas y celebrar juntos la boda.

A mí me pasó lo que a esta criatura, que vi la boda mil veces por la tele y le vestido de Lady Di me pareció más feo cada vez (no sé si en eso coincido con Adrian, la verdad).

No sé, me gustaría saber qué le ha pasado después: Adrian tendrá ahora 46 años, uno menos que yo, que cumplí los 14 en 1980... Me gustaría saber qué piensan ahora sus hijos y compararlos un poco con los míos... Probablemente, me darían los 20 males...

En fin, lo he leído, lo he asimilado y si mi hijo me cuenta una milonga cuando tenga que hacer el resumen, se lo podrá rebatir pero... ¡ya está! No me ha gustado nada... Será que estoy mayor.

viernes, 25 de octubre de 2013

Calor desnudo (Richard Castle)

Ya comenté hace un par de reseñas que me habían prestado otro libro de Richard Castle y que tenía intención de leerlo en breve. Así que... aquí estoy...

Me lo he pasado fenomenal. Este es un poco más largo y un poco más elaborado que el anterior pero se un poco más de lo mismo. Si uno no quiere sufrir, quiere pasar un rato divertido, emocionante e interesantes... ¡este es el producto!

Por supuesto, es novela de ficción pero destapa un poco las más bajas pasiones de la gente. Parece mentira lo que algunos son capaces de hacer... y no solo lo que son capaces, sino lo que tienen posibilidad de hacer...

Además, esta novela comienza con el asesinato de una periodista que tiene uan columan en la que revela todos los secretos y los escándalos de los famosos. A mí, personalmente, la vida de los famosos me da igual (por no decirlo de una forma mucho más fea) pero es verdad que hay montones de programas y montones de revistas diferentes que se dedican única y exclusivamente a ello. Y eso es porque hay mucha gente que sigue los programas y compra las revistas, claro.

Y un periodista hábil, que tenga reputación de decir la verdad, que destape un escándalo... ¡tiene mucho peligro! Pero, por otra parte... ¿hay gente capaz de matar por ello?.

Según esta novela, sí,por supuesto... Ahí empieza todo que se complica conforme avanza la trama, pero que se resuleve estupendamente, sin que queden espacios en blanco y cosas inconexas, lo que ya es mucho decir en una novela de este tipo.

De los personajes no me queda nada que decir. El prota me encanta, no lo puedo evitar. El ella, Nikki Heat, aunque no me gusta tanto, también está muy bien. Son los dos súper listos, soportan todo lo que haya que soportar, trabajan 25 horas al día y encima, están muy entretenidos manteniendo (mejor dicho, comenzando o intentando comenzar) una relación personal.

Para pasar un rato estupendo y que dé pena terminal la novela. Por supuesto, sin pretensiones literarias...

domingo, 20 de octubre de 2013

Intemperie (Jesús Carrasco)

Tengo que decir que este libro me ha sorprendido mucho.

Me da un poco de vergüenza decir por qué elegimos este como compra del bimestre en El Círculo de Lectores... Pero, vamos, la elección no se debió a una reflexión sesuda y profunda. Digamos que fue porque sí.

Poco después, me enteré de que era una de las novelas más descargadas y pensé que, como no tenía ni la menor idea de la trama de la novela, a lo mejor habíamos acertado en la elección.

Después de leerla mi marido y decirme que le había gustado, la he leído yo. Y no sé qué decir, la verdad.

No puedo decir que no me haya gustado pero tampoco puedo decir que sí. Lo que es innegable es que está maravillosamente bien escrita. Utiliza un vocabulario riquísimo con palabras fantásticas que muchas veces se echan de menos en cualquier novela... Pasa por el diccionario utuilizando las cosas más variopintas y utilizándolas estupendamente bien.

Es una novela atemporal. En ningún momento de la novela podemos situarnos en un momento concreto de la historia. Entiendo que es uno de los objetivos del autor para plantear algo al margen de toda circunstancia histórica.

Tampoco conocemos los nombres de los personajes principales... En ningún momento nos resulta necesario.

Pero es una novela muy dura, mucho. No creo que pueda dejar indiferente a nadie que la lea. En mi caso, no creo haberla leído en el mejor momento de mi semana, con lo que me ha resultado quizá más difícil. Pero hay momentos en los que uno cierra los ojos para no seguir leyendo y se estremece en el vagón del metro. (De todas formas, yo creo que debo de ser un espectáculo en el metro: unas veces me río, otras suspiro, otras se me saltan las lágrimas...)

Hay una frase que me ha llamado la atención y que creo que nos puede dar una idea de cómo es esta novela: "... el hambre venció al dolor, como habría de ser ya para siempre."

Dos protagonistas fundamentales: el niño y el cabrero. Un niño que sufre pero que no inspira ternura, aunque sí pena; y un cabrero extraño, que lee cada uno de los momentos de la historia y que parece que forma parte del paisaje. Nadie sabe de dónde viene ni adónde va.

Y, sobre todo, la llanura. Es el centro de la novela. El autor nos la hace ver tan inmensa, tan seca, tan inhóspita y dura que cualquier cosa que no es llanura es casi un refugio.

Aparecen en un momento dado los olivos. Son unos árboles que me parecen estupendos: dan mucho y piden poco. El autor los define de una forma, a mi modo de ver, sublime: "Hatajo de soldados de vuelta del frente. Heridos, pero en marcha. En una marcha que duraba ya tatno que  dar fe del avance. No eran testigos del paso del tiempo, sino que era el tiempo quien els debía a ellos su naturaleza."

Ayer, cuando me quedaban escasas 10 páginas para acabar el libro, leí que era uno de los más leídos estos últimos días y que ya ha sido traducido a no sé cuántos idiomas. Y, la verdad, me sorprende. No porque el libro no lo merezca, para nada, sino porque no me parece un libro fácil y cómodo de leer que sea la elección habitual.

Es un libro que a mí, personalmente, me ha resultado inquietante. Muy fácil de leer en el sentido de que es muy rápido y muy cómodo de seguir pero que no es nada fácil de asimilar y deja una sensación de desasosiego que te hace sentir incómodo.

Desde luego, no es un libro "de playa". Y quizá tenga que volver a leerlo en otro momento en el que esté más tranquila y lo pueda saborear mejor.

Ola de calor (Richard Castle)

Richard Castle es una de las series que me gusta ver. Un tío estupendo, culto, simpático, medio torpe algunas veces pero súper inteligente otras... En fin, un encanto con todas las letras.

No sigo casi nada en la tele porque no me da tiempo ni me aporta nada pero esta serie la he visto (no entera) y me lo he pasado bien.

Richard Castle es escritor y, se supone, ha escrito libros basados en la prota de la serie, Kate Beckett. Ella es la inspectora intrépida y estupenda que, además, es guapísima, por supuesto.

Total, que aprovechando el tirón de la serie, se han publicado los libros que escribió Castle mientras trabajaba con Beckett.

Y este es uno de ellos.

El libro es muy entretenido, de verdad. Es una novela policíaca (cosa que a mí, personalmente, me encanta) rápida, con personajes interesantes pero sin pretensiones y que se lee de maravilla de principio a fin.

No se sufre ni se padece. Se pasa bien. La prota, Nikki Heat es ideal de la muerte y el prota, Rook, es lo que cabía esperar. Se supone que Castle está poniendo en papel lo que está viviendo o lo que quisiera vivir, así que el prota, que es aquí periodista es estupendo e igual de "prepotente" que Castle.

Pero está genial y merece la pena dedicar un par de días a leer esta novela.

Me ha dejado mi mami también la siguiente y la voy a leer en breve.

miércoles, 16 de octubre de 2013

El elefante de marfil (Nerea Riesco)

Un libro no muy conocido de una autora que tampoco es muy conocida. Corresponde a una de las colecciones de El Círculo de Lectores que hago de vez en cuando.

Lo curioso es que yo pensaba que no lo había leído y, en cuanto lo empecé, me di cuenta de que sí, ya había pasado por mis manos. Como estaba en el metro y este libro es en papel, solo tenía dos opciones: seguir y acabarlo o pasarme todo el camino mirando la cara de la gente que iba conmigo en el vagón. Todo el que viaje en metro por las mañanas sabe que la segunda opción es un horror, así que, opté por la primera.

Y es un libro estupendo. Se pasa un tiempo muy agradable leyéndolo y se aprenden muchas cosas (lo que no se puede decir de todos, la verdad)

Eso sí, me avergüenza un poco confesar que no sé jugar al ajedrez. Sé cómo mueven las fichas pero no tengo idea de las aperturas, las estrategias... Y por supuesto, no sería capaz de ver una partida en mi cabeza y pensar en los movimientos que he hecho y que me quedan por hacer. Quiero pensar que es porque no lo he intentado nunca...

En fin, que el libro gira en torno a una partida de ajedrez entre "moros y cristianos" que se disputaban ni más ni menos que la Giralda. Pero la trama está envuelta en la historia de una familia sevillana, comenzando en 1755, justo el día de los Santos, cuando se produjo el terremoto de Lisboa.

Los protagonistas principales, León de Montenegro y Julia Gil de la Sierpe son realmente fantásticos pero el mejor de los mejores, como personaje es M. Verdoux, erudito, sibarita, preceptor, hombro en que llorar y la mayor sorpresa del final del libro.

Como decía antes, se aprenden muchas cosas como que "Jaque mate viene de la expresión árabe shah-mat que quiere decir "rey vencido". También, relacionado con el ajedrez nos enteramos de que "nuestro alfil actual, que ahora es una especie de obispo, antes era un elefante. Por eso se llama alfil, que significa "elefante" en persa.

Otra cosa muy interesante y que nos demuestra que la historia se repite y que no somos tan originales como nos gustaría ser es que por aquellas fechas los toros se prohibieron "porque un grupo de filósofos consideraba las corridas de toros una salvajada alegando que regocijarse viendo sufrir hasta la muerte a un ser vivo significaba que las personas seguían manteniendo los mismos instintos que las guiaban en la época de las cavernas". Eso sí, cinco años después, las corridas de toros se volvieron a permitir y la Maestranza de Sevilla se volvió a llenar de gente.

Cada capítulo comienza con una cita interesante relativa al ajedrez. Muchas son muy curiosas pero quiero dejar aquí la de Luis Ignacio Helguera: "El ajedrez nos recuersda que el mundo es un conjunto de posibilidades casi infinitas y que hay que decidirse por una".

Verdaderamente merece la pena dedicar unos días a esta novela. Yo he tardado una semana en leerla y no me ha importado haberla leído hace unos 3 años (me entretuve en localizar cuándo la había leído por primera vez - para algo tiene que servir llevar apuntando las fechas de los libros desde hace 30 años...)

Para acabar, quiero dejar un pensamiento de Guiomar, la hija de Abel de Montenegro (y por tanto, nieta de León de Montenegro). Es una muchacha muy curiosa que a mí me ha encantado. Supongo que parte del interés que me despierta se debe a que su nombre me gusta muchísimo. En fin, que me alargo demasiado: "Los seres humanos no son lo que son; son lo que les enseñan a ser."

martes, 8 de octubre de 2013

El gran Gatsby (Francis Scott Fitzgerald)

Este libro lo leí hace muchísimos años y, no sé muy bien por qué, he pensado que no sería malo releerlo.

Lo cierto es que, cuando lo leís por primera vez, me gustó pero no me "encandiló" y ahora me ha pasado lo mismo.

Reconozco, no sin cierta vergüenza, que muchas veces no soy capaz de entresacar todo lo que un libro de da sí porque quizá algunos libros no me tocan la fibra sensible...

En realidad está bien: es la historia de Jay Gatsby narrada por Nick Carraway, un vecino suyo que es, a su vez, primo de Daisy Buchanan, la muchacha de la que Gatsby se enamoró antes de irse a la guerra y a la que, después de volver, quiere reconquistar en el verano de 1922. Solo hay un pequeño problemilla: Daisy ya está casada y se ha reproducido. Además, Gatsby es un hombre de gran éxito y muy rico pero nadie sabe de dónde procede ttodo ese dinero ni quién es él en realidad.

Según dice el propio Nick, "a sus fiestas acude el mundo entero y su manate", porque siempre tiene la casa llena de gente. Pero es un mundio absolutamente superficial y sin fundamento. Los invitados "se comportabna según las normas de conducta propias de los parques de atracciones".

Es curioso porque todo el mundo se escandaliza que Gatsby quiera conquistar a Daisy porque ya está casada pero parece que no pasa nada porque Tomo, el marido de Daisy, tan casado como ella, tenag auna aventura con la mujer del encargado del taller-gasolinera (que además, a mí me parece una ordinaria). Y el primer escandalizado es el propio Tom, que pasa por su aventura como si fuera lo más normal del mundo.

El mejor personaje, para mí, es el narrador de la historia, Nick que dice algunas frases inteligentes e interesantes, como: "Todo el mundo se cree poseedor de por lo menos una de las virtudes cardinales. La mía es esta: soy una de las pocas personas honradas que he conocido en mi vida".

El epílogo del libro es de Justo Navarro y voy a dejar una reflexión para acabar porque resume un poco lo que el libro quiere ser y que creo que yo no ha sabido ver: "Gatsby es un emblema del ciudadano: esencialmente será la idea que los demás se hacen de él, asesino o príncipe, héroes o antihéroe, ser extraordinario que brilla en sus fiestas magníficas, misterioso y sospechoso. Mister Nobody from Nowhere".

La verdad es que el epílogo es una gran explicación de una novela que es interesante, entretenida y agradable de leer pero a la que yo no he sabido sacarle tanto jugo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Diamantes para la eternidad (Ian Fleming)

La semana pasada pusieron en alguna de las miles de cadenas de televisión una especie de maratón de James Bond. A mí, esas pelis me encantan pero, por una serie de circunstancias, no vi ninguna. Solo vi empezar Diamantes para la eternidad.

Así que, después de leer varios libros muy serios y, por supuesto, muy interesantes, decidí hacerle una limpieza de cerebro y pasar a uno de James Bond para "desengrasar". Y, aprovechando que había empezado a ver la peli, me decidí por Diamantes para la eternidad.

Como era de esperar, me lo he pasado muy bien y me ha aportado lo que yo ya esperaba: un rato estuepndo, un chico genial, una muchacha majilla y con problemas y varios malos muy malos.

Esto es todo: nada más y nada menos.

Es cierto que se nota que las novelas son de hace ya varios añitos porque los inventos de M nos parecen de juguete (igual que cuando se ven las pelis protagonizadas por Sean Connery) pero siguen siendo especiales.

En esta novela se llevan  a 007 a Estados Unidos a infiltrarse en una banda de gangsters que trafican con diamantes de Sierra Leona. Como casi todos los escritores ingleses, Ian Fleming deja también su puntito en relación con la sociedad estadouinidense, a la que todos consideran "diferente" (por ser muy discreta con las opiniones que dejan traslucir): "... y habiendo decidido que solo un 1% de los clientes tenía un cuerpo que le permitiera llevar traje de baño..."

Del gangster prota de la historia dicen algo que me ha resultado divertido: "Yo diría que el tipo está tan forrado que no necesita llevar gafas cuando conduce: tiene el parabrisas de su Cadillac graduado con la prescripción de su oculista".

También me ha hecho gracia que la chica de la novela, Tiffany, era de profesión, soltera... ¡Curioso!. Lo cierto es que, al parecer, la muchacha lo había pasado fatal en su vida y eso le hacía ser un poco cínica y pesimista: "Ya sabes cómo son las cosas cuando te metes en una rutina: te acostumbras tanto que ya no buscas nada más".

En fin, que poco más se puede decir del libro porque se lee sabiendo lo que uno va a encontrar y no tiene más. Cerraré con la frase que cierra mi admirado Bond: "La muerte es para la eternidad. Pero los diamantes, también"

miércoles, 2 de octubre de 2013

Etimologicón (Javier del Hoyo)

Este es uno de los libros que hace falta leer para pasar de novelas y novelas a algo más sosegado pero también muy agradable. Ha sido otro de mis aciertos al elegir un libro en el Círculo de Lectores.

Es un libro realmente interesante, divertido y, parafraseando a Jesulín, IM-PRESIONANTE, en dos palabras...

El autor tiene un mérito increíble porque en cada capítulo utiliza una raíz diferente y todo el capítulo lo escribe en torno a ella, con palabras derivadas, que están escritas en azul para que no se nos escapen a los torpes que no sabemos mucho de esto.

Explica la etimología de muchas palabras que resultan sorprendentes y que nos hace esbozar una sonrisa cuando nos damos cuenta de lo que estamos diciendo en realidad.

Voy a dejar algunos ejemplos que me han parecido muy curiosos:

CALAMAR - La tinta que se usaba para escribir con el "´cálamo" se extraía de un simpático cefalópodo y por el uso al que iba destinada se denominó "tincta calamaris". Posteriormente aquel generoso molusco pasó a llamarse "calamar".

QUESO - En un molde de esparto se vertía la leche con el cuajo, de donde se obtenía pasado un tiempo el "caseus formaceus". El español tomó la primera parte de la palabra y obtuvimos el "queso", pero los franceses e italianos tomaron la segunda y tienen "fromage" y "formaggio" respectivamente.

HIPÓCRITA - En griego clásico, actor era denominado "hypocratés", que ha dado en español "hipócrita", aquel que vive y habla parapetado por una máscara.

SANJACOBO - (Cordon bleu en francés). Se llama así en español porque era un alimento típico de los albergues del Camino de Santiago.

MAGDALENA - Bollo hecho con harina, aceite, leche y huevo, cocido al horno en moldes metálicos o de papel rizado, y que gotea como con lágrimas al sacarla del líquido en que se moja al comerla. Claro, como María Magdalena, que lloró sus pecados ante el Señor.

Hay montones de ellas que resulta estupendo conocer. Y hay un capítulo final relativo a lo que nos ha dejado el latín, que es para enmarcar. Es cierto que cada vez se estudia menos latín en el cole con lo que se utilizan expresiones sin saber lo que se dice. Me ha encantado "al buen tuntún" que proviene de "ad vultum tuum derecabantur", es decir, según la voluntad de Dios Padre.

Merece la pena dedicar un par de días a este libro y tenerlo en el biblioteca para consultarlo en cualquier momento. Fantástio, de verdad.