domingo, 28 de mayo de 2023

Muerte sin resurrección (Roberto Martínez Guzmán)

 No es la primera novela que leo de este autor y siempre me ha gustado mucho, así que, era de esperar que esta no fuera menos...

"Roberto nos presenta una trama maravillosamente ambientada en dos ciudades muy poco comunes en obras literarias, Vigo y Ourense, y en una época del año tan conocida por todos como es la Semana Santa. (...) Conocerás a Emma, la mano ejecutora, una joven que mata a una serie de personas y que deja su sello en cada cadáver, una pelota de golf."

Me encanta porque el autor sigue fielmente el principio de Agatha Christie: "La mejor receta para la novela policíaca: el detective no debe saber nunca más que el lector".

Eva Santiago, de cabellera roja muy llamativa, es la responsable de resolver el caso, con la ayuda del subinspector Antón Cruz y el comisario Míguez. La propia Eva dice algo muy similar a lo que aparecía en una de las novelas de Néstor Salazar: "...nuestra misión no es obtener culpables, sino proteger inocentes. Y las dos cosas no siempre coinciden".

La novela comienza con Emma yendo a confesar lo que va a ir haciendo... Conoceremos a su madre, Aurora, que se suicida y la historia de Salva y Borja, marido e hijo de Emma. "¿Puede el pasado justificar acciones atroces del presente? Quizá no siempre, pero a veces conseguir la paz del espíritu lo compensa todo" (Natalia Navarro Díaz)

Me ha hecho gracia lo que dice Eva en un determinado momento... está muy elaborado pero creo que tiene toda la razón: "A tus años ya deberías saber que los hombres, cuando tenéis que hacerle sitio al alcohol en el cerebro, toda vuestra materia gris huye despavorida y en estampida a refugiarse en la entrepierna".

Es una novela muy interesante, los personajes son muy especiales y merece mucho la pena dedicarle un ratito... sin duda ninguna.

Cierro con una reflexión interesante: "...lo que debemos hacer siempre tiene prioridad sobre aquello que queremos hacer. (...)... a veces, las decisiones que tomamos, aunque justificadas, no son las que más nos gustaría tener que tomar."

La geostrategia de la bombilla (Alfredo García)

 Me ha encantado. Cierto, cuando empecé a leerlo, ya lo sabía pero he aprendido muchísimo y me ha gustado una barbaridad. Hay que reconocer que el autor, además de saber mucho, es un divulgador fantástico.

Lo primero, una referencia al prólogo de Carlos Franganillo: "...el gran dilema de nuestro tiempo: ¿se puede mantener nuestro desarrollo económico, tan dependiente de las nuevas tecnologías y reducir, al mismo tiempo, el impacto tóxico en la biosfera?" Yo estoy absolutamente convencida de que sí. No creo que sea necesario decrecer... digan lo que digan. Tenemos que seguir avanzando.

Más cosas del prólogo: "Ninguna de las nuevas tecnologías disponibles parece tan revolucionaria por sí sol como para arrinconar a nuestros viejos compañeros, el gas y el petróleo, pero la suma de todas ellas puede llevar a resultados asombrosos".

Vamos a poner en primer lugar una frase que nos tiene que marcar en cualquier proceso: "Porque no hemos de olvidarnos, en todo este proceso, de algo muy básico: necesitamos energía para vivir"

Como decía antes, he aprendido muchísimas cosas, entre ellas, lo del color del hidrógeno. Lo oímos por todas partes y nos quedamos tan tranquilos... Yo no sabía por qué y estoy convencida de que mucha otra gente, tampoco: El hidrógeno verde se produce con renovable; el rosa, con energía nuclear; el azul, se produce a través de metano; el gris, de combustibles fósiles; el marrón, de lignito y el negro, de antracita.

Otra cosa interesante es saber que el eslabón más débil en la energía nuclear en España es nuestra clase política. Es una verdad como un templo. No piensan más que en obtener votos y no en lo que puede ser necesario para la sociedad. "Está genial que todos arrimemos el hombro, pero es imprescindible que nuestros políticos estén a la altura de nuestros científicos y de los retos a los que nos enfrentamos".

Claro, el autor, que comenzó como @operadornuclear, y trabaja en una central nuclear, considera que no se debe dejar de lado esta energía. Y yo estoy completamente de acuerdo. "Para que hagas una idea, una pastilla de óxido de uranio (del tamaño de una de esas pequeñas gomas de borrar acoplada los lápices) genera la misma energía que 1 tonelada de carbón, 3 barriles de petróleo o 480 metros cúbicos de gas natural".

Hay una frase que un amigo africano le dice al autor, que es de lo más razonable y que tendremos que tener presente para un futuro: "De verdad que nosotros queremos descarbonizarnos, pero antes debéis dejar que nos carbonicemos".

Hay otra cosa importante, y es la contaminación asociada a procesos que pueden tener luego menos emisiones. Estas semanas hemos estado preparando un informe en el trabajo relativo a las emisiones de los vehículos con los que trabajan nuestros proveedores de transporte, y esto es algo que tenemos que tener también en cuenta: "Cuando hablamos de energías verdes y de vehículos ecológicos, es importante saber que el producto final que instalamos o que conducimos, aunque no genere emisiones ni contamine durante su uso, tiene asociadas una minería, un tratamiento y una manufactura que sí han sido dañinos para el medioambiente".

He aprendido lo que significa el efecto NIMBY = not in my back yard, y lo que es FOAK = first of a kind... ¡qué cosas!

Y hay referencias a la fusión, que es lo que yo creo que será el futuro. No sé si yo veré, pero estoy convencida de que mis hijos, sí. Y me he animado con una frase del físico ruso Lev Artsimóvich: "...la fusión estará lista cuando la sociedad la necesite".

No me entretengo más: hay que leerlo. Nos da una visión muy interesante y se aprende una barbaridad.

Y cierro con dos reflexiones (para compensar que no había ninguna en la reseña anterior)

Una del psicólogo Abraham Maslow: "Es tentador pensar que si la única herramienta que tienes es un martillo, puedes tratar cualquier cosa como si fuese un clavo."

Y otra de Arthur Schopenhauer: "La salud no lo esto, pero sin ella, todo lo demás es nada".


La culpa no es del gato (M.J. Fernández)

 En este caso, aparece muerto Rafael Rojas y vamos a tener que conocer a Félix, su hijo y a Iris Moles, su ex-mujer.

También conoceremos a Teresa Rebolledor, la viuda de Carlos Rojas, el hermano de Rafael

Lo mejor se la corbata de poliéster con estampados de aguacates en 3D que le regalan a Néstor los gemelos. Es "más fea que un yogur de morcilla".

Los gemelos son geniales. Le dicen a su tío: "tú eres más valiente que el que se comió el primer kiwi". Porque hay que ser muy valiente para comerse una fruta marrón y peluda, que además es verde por dentro.

Por alguna razón, que existirá, seguro, pero que no recuerdo, no he dejado ninguna reflexión de este libro. Es tan entretenido como todos los demás de la serie, pero no he recogido reflexiones...¡qué vamos a hacer!

Así que cierro con una comparación, que también son marca de la casa y están genial: "...más perdidos que una cebolla en una ensalada de frutas".


Las cinco patas del gato (M.J. Fernández)

 Con más gatillos en el título, se nos presentan aquí dos casos muy interesantes.

Por un lado, aparece Amanda Cardona, de 21 años, muerta en un hostal, cuando ella está empadronada en una residencia de estudiantes en Logroño.

Por otro lado, desaparece Susana, la sobrina de Lali. Aunque el caso no les corresponde, Néstor se compromete a echar una mano a Ismael Albiar, el Guardia Civil asignado al caso (¡más majete!).

Remigio Toro está en UCI con Covid, lo que marca también el rumbo de esta novela, porque no puede colaborar, claro, y porque los compañeros están bastante afectados.

Ah, claro, y Sofía le dice a Néstor que va a casarse con su terapeuta... y a Néstor, aunque ya lo podía sospechar, le deja hecho polvo.

Lo mejor de todo (aparte de Paca, claro) es Joaquín, el pequeñajo. Según su padre: "A Joaquín estamos a punto de devolverlo, aunque no sabemos dónde"

Paca es otro nivel. De hecho, Néstor le dice: "Gracias, Paca. Confío mucho en tu criterio" Ah, y es intolerante a la lactosa.

Otra cosa que he aprendido, que parece lógica, es: "En las redes sociales, los chavales nunca escriben las palabras completas, sino que usan acrónimos o suprimen algunas letras, porque así pueden teclear los mensajes en el móvil con mayor rapidez. No es el caso de los adultos, quienes escribimos con todas las letras, con correcta ortografía y gramática". Yo, como soy ya viejuna, no sólo hago eso, sino que corrijo los textos de mis hijos cuando me envían algo.

En algún momento, nos dicen que "Muchas personas sólo aceptan aquello que quieren escuchar". Eso es algo que creo que todos tenemos claro. Pero ahora, con las redes sociales, pienso que se radicaliza mucho más, porque sólo vemos lo que hemos elegido. Y eso, casi siempre, es lo que queremos escuchar/leer.

Y cierro con una reflexión (como casi siempre) que me ha gustado mucho: "...no pretendas convertirte en alguien que no eres para complacer a otros. Ese es el camino más directo hacia la infelicidad".


No todos los gatos son pardos (M.J. Fernández)

 Seguimos con los gatetes en el título...

En Santo Domingo de la Calzada (qué sitio tan bonito) aparece Augusto de bruces en el suelo de su "elegante cocina", con un disparo por la espalda y un pentáculo marcado con un cuchillo. Era un abogado de 56 años, viudo, con 3 hijos: Vicente, de 28 años, ingeniero; Vilma de 25 años, analista de datos y Karina, estudiante de secundaria, y la única que aún vive con su padre.

En esta entrega, nace Joaquín, el pequeñín de Gyula y Dika y nos enteramos de que va a ser el ahijado de Néstor.

Y aparece un nuevo compañero, Telmo, que según Néstor: "Telmo era un buen chaval, pero hubiera encajado mejor en una funeraria que en la Policía".

Además del caso de Santo Domingo de la Calzada, resulta que muere un detenido después de interrogarlo Néstor, y parece que es por un golpe. Así que, tenemos a Asuntos Internos, la inspectora Araujo, tratando de averiguar qué es lo que realmente ha sucedido.

Hay varias reflexiones interesantes, pero una de ellas, por cierta, me parece que hay que reseñarla aquí: "Estamos programados para aceptar con más facilidad lo que resuena con nosotros, aquello que confirma lo que queremos creer".

La frase de D. Braulio es maravillosa: "A quien madruga, Dios lo ayuda... porque al que no madruga, ya lo ayudó". Me ha hecho mucha gracia porque a mí me ayuda por madrugadora, desde luego.

El caso de Augusto es, verdaderamente, muy interesante... Y, al final, cuando descubrimos lo que ha sucedido, es importante tener en cuenta: "Tuvo la opción de escoger y lo hizo mal. Cometió un delito y debe afrontar las consecuencias".... La opción de escoger... muchas veces no nos damos cuenta de lo importante que es...

Y cierro con otra reflexión cortita, pero muy tajante: "Las cosas son como son, no como queremos que sean".

sábado, 27 de mayo de 2023

Siete vidas y un gato (M.J. Fernández)

 ¿Qué? ¿Más gatos en el título?

En esta entrega, Sofía y Alonso Sastre viajaban desde Madrid a La Rioja para tratar de detener a Carlitos pero les disparan y Sofía termina en la UVI.

Por otro lado, Akran El Hashem aparece muerto tirada desde la ermita. Es de origen marroquí y estaba trabajando como agente encubierto de la Interpol.

Además, desde la Jefatura Superior les mandan a Arquímedes Vargas, que era un estupendo policía, pero que ahora es un desastre y muy arrogante, con lo que eso supone para el grupo.

Durante las investigaciones, encuentran una empresa muy interesante: "el señor Vázquez sabe lo difícil que es reincorporarse a la sociedad si se tienen antecedentes, así que les brinda una oportunidad de trabajo cuando salen de prisión."

Ah... y vemos el affaire que tiene D. Braulo con Gisela Estévez, de la agencia de viajes, y lo que eso supone.

Para cerrar, una de las comparaciones divertidas que aparecen en la novela: "...más contenta que suegra aprendiendo vudú" y "...más burro que el que se hizo una infusión con pan rallado".

Los gatos caen de pie (M.J. Fernández)

 Más gatitos en el título...

En esta novela, tenemos dos casos simultáneamente: por un lado, aparece muerta una familia que celebraba un cumpleaños... y falta un trozo de tarta en la mesa. Por otro lado, desaparece la nieta de un amigo de D. Braulio después de irse de viaje con su novio.

Todo de enreda de tal manera que se relaciona con Radovan Katadzic y la matanza de Srebrenica, ni más ni menos.

Hay que aderezarlo con que Gyula está enfadado con Néstor y, además, están esperando un bebé. Y ya lo dice Néstor: "Estoy convencido de que si los hombres tuviésemos que parir, la raza humana se hubiera extinguido hace milenios". Yo estoy completamente de acuerdo... es más, si a las mujeres no se nos olvidaran los partos, también nos habríamos extinguido.

Además, Sofía se ha marchado a Madrid, y tanto ella como Néstor, lo están pasando regular.

En este caso, cierro con un refrán que aparece en varias de las novelas y que he oído hace muy poquito: "Caras vemos, corazones no sabemos".

Lo que el gato se llevó (M.J. Fernández)

 Otro título con gato... Igual de entretenido e igual de recomendable.

En esta ocasión nos vamos a encontrar con que aparece muerta Jovanka, tía de Gyula y todo apunta a que el autor de la muerte es el propio Gyula, así que Néstor tiene que encargarse de conseguir demostrar que es inocente.

Por otro lado, vuelven a presentarse unos problemas del pasado de Santiago... "nadie puede huir de sí mismo"

Me hace mucha gracia porque: "Algunas noches, Néstor se despertaba en medio de una pesadilla en la cual las pilas de papeles cobraban vida y lo devoraban." Cada uno sueña con lo suyo...

Por otro lado hay una premisa que ya he leído en más de una novela policíaca: "...condenar a un inocente es tan malo, o peor, que dejar escapar a un culpable". Me parece muy interesante.

No se puede contar mucho porque se destripa toda la trama... y en estos casos sería imperdonable... así que para estas novelas hay que cerrar prontito.

Y cierro con otra reflexión que me parece que hay que tenerla muy presente: "Hace falta más valor para actuar con sensibilidad, que para hacerse el duro sin importar a quien lastimas."

Gato por liebre (M.J. Fernández)

 Otro más de la serie. Además, hay que fijarse que muchos de los títulos hacen referencia a los gatos... ahí lo dejo.

En este caso, aparece muerta una familia y nos vamos a ver inmersos en el mundo de las sectas... cosa que me da bastante miedo. "Las sectas funcionan como una estructura piramidal. En la cúspide se encuentra el líder, gurú, maestro o como quiera que lo llamen. Suelen reconocerle atributos o poderes especiales. Algunos de estos líderes llegan a creerse sus propias mentiras. Es más, se han dado casos en los cuales están tan desequilibrados que terminan convencidos de que son Dios o han sido escogidos por Él".

En este caso, son "los servidores de Vishnu": la hija de Vishnu es "portadora de su mensaje de paz y armonía, que tiene como misión la salvación de los elegidos".

Y esto hace que Salazar se pregunte en un momento dado: "Por qué será que las personas son tan escépticas cuando se trata de la verdad y, sin embargo, son capaces de aceptar a pies juntillas las trolas más absurdas."

En este libro vamos a conocer también a Salvador, hijo de Néstor y a Gertrudis Espina, la trabajadora social que tiene que confirmar que está capacitado para cuidar de un niño.

También aparece Dika, la novia de Gyula, que es la bomba... majísima y muy parlanchina.

Y Braulio Quintero, D. Braulio, ex-policía y detective... y Evelia, su secretaria.

Es curioso porque uno de los personajes tiene miastenia gravis... vaya...

Es muy interesante y se pasa un rato muy agradable... 

Cierro con una frase de Helmut Von Moltke que me tranquiliza un poco (y por eso me gusta, claro): "La mentira se desvanece, la verdad triunfa y al fin permanece".


Aquí hay gato encerrado (M.J. Fernández)

 He tardado más de dos meses en ponerme a escribir reseñas... menos mal que, por lo menos, no he dejado de leer... Entre unas cosas y otras, el hecho de abrir el portátil y ponerme a escribir supone un esfuerzo impresionante.

Otro caso de nuestros policías favoritos: Salazar, Sofía, Toro, Pedrera, Cheik, Ortiz... y Paca, claro: "...si alguien no le tenía ningún respeto era esa gata, que solía tomarlo por el pito del sereno."

Es un caso muy interesante y muy impactante... siempre que hay menores involucrados, para mí es duro, no lo puedo evitar.

En este caso, secuestran a Ismael cuando sale de su clase de violín. Su padre es músico profesional, muy estricto. Y su hermano Felipe es un elemento...

Pero, un poco más adelante, uno de los gemelos es también sescuestrado... y ahí las cosas se complican.

Néstor estaba en un programa especial fuera de Haro, pero su hermano se pone en contacto con él con una clave especial que han establecido para situaciones límite y consiguen que la situación se resuelva. No sin pasar por momentos muy delicados, por supuesto.

Me ha hecho gracia que un momento dado aparece una jarra de zurracapote... Es una bebida típica de La Rioja que nosotros pudimos saborear el verano que pasamos allí. Y lo recordamos con mucho cariño porque era zurracapote casero que hacían los dueños de la casa que alquilamos y nos invitaron a tomarlo junto con unos amigos... Pasamos un rato estupendo que siempre nos hace sonreír cuando lo recordamos.

Aparte de muchas más cosas, Santiago dice una frase en el libro que acabo de leer en el que estoy leyendo ahora: "Los éxitos tienen muchos padrinos, pero los fracasos son huérfanos".

Es un libro para pasar un rato estupendo y yo estoy leyendo toda la serie, claro. (De hecho, ya la he terminado... a ver si sigue un poco más la autora).

Y cierro con una reflexión que viene bien en cualquier momento pero, precisamente ahora mismo, deberíamos tenerla muy en cuenta: "Néstor consideraba que la corrupción podía presentarse en cualquier lugar y momento donde, confluyendo dinero y poder, el control lo tuviera el ser humano. Lo importante era que el sistema fuera capaz de encontrar y erradicar esas irregularidades, por doloroso que resultara el procedimiento."