viernes, 5 de agosto de 2016

La corona (Nancy Bilyeau)

Compré este libro en el Círculo de Lectores porque se desarrollaba en la época de Enrique VIII, que es un rey que me llama bastante la atención. Yo creía que el título hacía referencia al propio rey, per no...

El libro está bien, se deja leer pero me ha decepcionado un poquillo. Sí, es una especie de thriller religioso de los que a mí me gustan pero creo que le falta algo (por supuesto, es mi opinión, claro, que solo se basa en mi criterio personal...)

La acción se desarrolla durante el reinado de Enrique VIII cuando ya había roto con la iglesia de Roma y estaba empezando a deshacerse de conventos y monasterios, quedándose con todas las riquezas que tenían. Y con sus reliquias, claro, fuesen o no verdaderas, que está por ver en una gran mayoría de los casos.

Nuestra prota es Joanna Stafford, novicia en el priorato de Dartford e hija de una de las damas de Catalina de Aragón, que la acompañó desde España. Tiene una fe muy profunda pero de disciplina anda un pelín flojilla...

Tras diferentes peripecias, resulta que tiene que buscar "la corona", que es la corona de Athelstan y que, por supuesto, tiene un poder tremendo. Athelstan el glorioso fue el primer rey de Inglaterra: "La corona de Cristo Athelstan ostentó. Si vuestra sangre es real y vuestra alma dura, llevad la corona y gobernad el reino. Para los dignos está la victoria. Para los farsantes, la muerte."

Para conseguirlo tiene la ayuda del hermano Edmund, que es el herborista-médico y el hermano Richard, encargado de la administración del priorato.

Lo más interesante es ver cómo era la vida en el priorato, cómo estaban organizadas las tareas de las hermanas y cómo era posible dedicarse a la oración todo el día.

Y lo difícil que tuvo que ser para alguien de la nobleza cambiar su mundo por el otro. Es el caso de Joanna que es familiar del rey...

También nos queda claro que las mujeres entonces (mediados del siglo XVI) no tenían apenas importancia... Para nada y para nadie. Eran meros objetos, aunque algunas sí daban un poco la lata. Ahí queda la frase de Martín Lutero que, sí, sería muy reformista pero...: "Las mujeres deberían quedarse en casa, sin moverse, ocuparse de los quehaceres domésticos, y parir y criar a los hijos". Le ha faltado decir "someterse al marido" para clavarlo...

Me ha gustado una frase del pobre Tomás Moro: "Muero siendo el fiel servidor del rey, aunque lo soy antes de Dios."

También me ha hecho gracia encontrarme con un palafrenero al que se le ha luxado el hombro. Edmund se lo coloca "a lo bestia" (casi como me lo colocaron a mí) y le dice que no haga esfuerzos ni coja pesos en dos semanas... ¡ya había bajas laborales...!

No me extiendo más pero termino con un pensamiento muy interesante: "Verum est notas per fides quod causa (la verdad se conoce a través de la fe y la razón)" Para reflexionar un ratito.

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