domingo, 26 de abril de 2020

La catadora de Hitler (V.S. Alexander)

Pinta bien el título, ¿verdad? Pues es muy interesante, la verdad. Me ha gustado... un poco "predecible". No me refiero a la muerte de Hitler, que es como Titanic, que todos nos sabemos el final... me refiero a la historia de ficción que hay en el libro. Pero me ha resultado fácil de leer y he aprendido muchas cosas.

Para ponernos en situación: "Cuando los bombardeos de los Aliados comienzan a caer sobre Berlín, los padres de Magda deciden enviarla con sus tíos a las montañas, donde le consiguen un trabajo en el Berghof, el lugar de descanso de Hitler. Tras una serie de rigurosos exámenes físicos y mentales, es asignada a la cocina formando parte del grupo de mujeres dedicadas a catar los alimentos de Führer para asegurarse de que no estén envenenados..."

Al parecer, el autor tuvo la idea de hacer esta novela tras ver un documental sobre Margot Wölk, que fue una de las catadoras de Hitler y que había mantenido en secreto su profesión hasta cumplir 95 años.

La novela comienza con la frase "¿Quién mató a Adolf Hitler?" y te pone en una situación curiosa porque todos sabemos que se suicidó junto con Eva Braun cuando las cosas ya estaban muy, muy feas para el Reich. Pero Magda Ritter nos dice: "Las circunstancias que rodearon su muerte son objeto de controversia desde 19445,pero yo conozco la verdad"

"Yo, Magda Ritter, era una de las quince mujeres que cataban los alimentos de Hitler, a quien le preocupaba de manera obsesiva que lo envenenaran los aliados o algún traidor". El problema de Magda es que ella no estaba muy dispuesta a arriesgar su vida por el Führer cada día... Tenía más las ideas de su padre Hermann, que no era un apasionado del régimen. Su madre, Lisa, por el contrario era mucho más afín. Y sus tíos, Willy y Reina, con quienes se fue huyendo de los bombardeos, son afectos al Führer por completo: "Tío Willy iba con el uniforme de la policía local, con una esvástica alrededor de su brazo izquierdo"

Vamos a conocer a Fräulein Schultz, la cocinera con la que va a trabajar Magda, y al capitán Karl Weber: "Soy uno de los oficiales del cuerpo de seguridad y mi trabajo es supervisar la cocina y las comidas". Cuando Magda empieza a dar sus "clases" con la cocinera, le cuentan: "Cubriremos cuatro áreas: hongos, arsénico, mercurio y cianuro". Tienen que conocerlo y poder detectarlo, a ser posible antes de probarlo, claro, porque se juegan la vida... la vista y el olfato son fundamentales... ¡qué arriesgado!...

Iremos pasando por las diferentes fases de la situación... La guerra ya no parece que esté del lado del Reich pero nadie quiere verlo de forma oficial. Además, Hitler es capaz de hacer creer a cualquiera que no hay problema y que todo va bien... La misma protagonista nos lo dice: "Ahora, después de estar con Hitler, comprendía lo persuasivo y convincente que podía ser. No era sorprendente que el pueblo alemán lo siguiera como un rebaño de ovejas". Supongo que al conocerle las cosas parecerían más claras, pero a mí es una de las cosas que más me sorprenden de la historia, cómo es posible que tanta gente siguiera a una persona que decía las cosas que decía... Pero, vaya, me sorprende con Hitler y su ideología y me sorprende con Stalin y la suya... Tan bárbaro me parece uno como el otro...

Otra cosa que me pone la carne de gallina es la frase "Arbeit macht frei" (el trabajo os hará libres), la frase que aparecía en la entrada de los campos de concentración. Cómo una cosa que es una realidad, me puede producir tantos escalofríos.. y más cuando lo leo en alemán... ufffffffffff

Como comentaba, vamos a ir avanzando hasta el final de la guerra, hasta el momento en que los rusos llegan a Berlín. Y me hace reflexionar algo que nos dice Magda: "Mi corazón casi se detuvo ante la gran capacidad del ejército invasor para cobrarse ojo por ojo y diente por diente". Y estaban en Alemania... Hay que pensar en Polonia, donde sufrieron a los nazis y después a los rusos... ¡qué increíble! Me hace pensar mucho qué pasa por la cabeza de esos soldados que llegaron allí... ellos llevaban mucho sufrido... ¿tenían que hacer que otros sufrieran también? ¿los civiles?... No sé, no sé, casi no quiero ni pensarlo...

Y el autor nos va presentando al Führer y su desgaste, cómo se va deteriorando... Cuando Magda vuelve a verle: "Me pregunté si de verdad necesitaba matarlo porque, en realidad, ya era un hombre muerto, un cadáver ambulante".

He disfrutado de la novela, la verdad, a pesar que últimamente, huyo de novelas de la II Guerra Mundial y de la Guerra Civil española... Es muy triste y creo que está todo más que suficientemente dicho. Ya deberíamos haber pasado página hace mucho tiempo. No olvidar, no, pero sí pasar página para poder seguir adelante.

Cierro con una reflexión del autor: "Únicamente podemos esperar y rezar por que la gracia de Dios y nuestra diligencia nos libren de sucesos similares en el futuro". ¡Ojalá! 

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