Hace mucho tiempo que tengo este libro en la recámara porque sabía que me iba a gustar.
Es la tercera entrega de la serie Bergman y, como se continúan (aunque los casos son independientes) y no me gustó lo que sabía que iba a pasar, lo he estado demorando. Sí, sé que es una tontería, pero sospechaba lo que iba a pasar con los protagonistas y no quería leerlo... así soy yo.
Lo he terminado leyendo, por supuesto... No me ha gustado que pasara lo que sabía que iba a pasar pero el libro está muy bien.
Yo tengo un problema con Bergman... Tiene todos los defectos del mundo pero no consigo que me caiga mal. Un hombre nacido en 1958, psicólogo especializado en asesinos en serie y, según dicen en la propia novela: "Un caso perdido. Pero brillante".
Creo que ya he comentado alguna vez que la novela negra escandinava nos presenta a los "buenos" con unos problemas personales terribles. La mayoría atormentados por vidas personales muy difíciles. Cierto es que no debe de ser sencillo enfrentarse a las situaciones que vemos, claro.
En este caso nos vamos a encontrar con Ursula, que acaba de separarse porque Mikael la ha dejado... y no quiere que nadie lo sepa: "Los problemas de alcoholismos de Mikael y la incapacidad emocional de Ursula para relacionarse con otras personas habían sido sus principales obstáculos". Y yo no me acordaba de que mantenía una relación esporádica con Torkel Hölgrun el jefe de la Brigada Criminal...
La novela nos va a presentar unos cadáveres que aparecen en una especie de fosa común en mitad de ningún sitio. Y, por otro lado, conocemos a Shibeka Khan, refugiada de Afganistán que pasó de todo hasta poder llegar a Suecia con su marido Hamid y sus hijos Eyer y Mehran. Hamid desaparece sin dejar rastro y ella quiere luchar para saber qué ha pasado porque está segura de que su marido no la abandonaría porque sí.
La trama es complicada pero muy interesante... Merece la pena dedicarle el tiempo que lleva leer la novela.
También vamos a ver cómo Valdemar Lithner, padre adoptivo de Vanja (miembro de la Brigada) tiene que pasar por Delitos Económicos y cómo eso afecta enormemente a su hija.
Y vamos a saber cómo es de verdad Ellinor Bergvist, la mujer que vive con Sebastian Bergman después de que este fuera apuñalado por el asesino Edward Hinde en la entrega anterior.
Por supuesto, está Billy, otro miembro del equipo, "readmitido en el servicio activo, después de la investigación por haber disparado y matado a Edward Hinde..." y vamos a conocer a Jennifer Holmgren, que entra de forma provisional para cubrir el puesto de Vanja ya que esta tenía previsto irse a Estados Unidos a un programa especial del FBI.
Si metemos todo esto en una coctelera nos sale una novela entretenidísma y muy llamativa, que yo he disfrutado mucho.
Como no puedo contar nada de la trama porque lo estropearía, cierro ya y dejo una reflexión muy interesante que no por conocida deja de ser cierta: "No existe el mal tiempo, sino la ropa inadecuada"
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