domingo, 2 de diciembre de 2018

Firmamento (Maxim Huerta)

Confieso que no sé muy bien por qué he leído este libro... La verdad es que me parece que el autor escribe bonito, maneja muy bien el lenguaje y sabe crear ambientes a lo que se ve trasladado el lector. Pero he de reconocer que me cuesta entrar en sus historias y me despisto mucho.

Pero soy seguidora suya en Twitter y, cuando me enteré que publicaba Firmamento, pensé que no estaría mal leerla y ver qué impresión sacaba.

Me reitero: escribe muy bien, muy agradable, pero  mí me sigue costando entrar y saber dónde quiere llegar el autor. Supongo que el problema es mío pero... me cuesta.

Para que nos hagamos una idea de la novela, dejo aquí lo que podemos leer en el propio libro: "En un hermoso hotel a orillas del Mediterráneo, el escritor Mario Bellver busca como acabar la novela de otro. Un día, la llegada de Ana Moteleón, que inicia sus apacibles vacaciones, viene a corregir el rumbo del verano... y de su historia".

Pinta muy bien pero es que no he conseguido conectar con los personajes y así... no puedo conseguir que me guste lo suficiente.

Claro, también he leído al inicio del libro un comentario (no recuerdo de quién pero es lo de menos) que me ha dejado loca: "Firmamento se multiplica en cada página, creando un universo, el de Ana y Mario".  Será así, no digo yo que no pero... "se multiplica en cada página..." no sé muy bien qué quiere deciros...

Eso sí, tiene cosas muy interesantes, como por ejemplo: "La manera moderna de mirar es ver fragmentos, por eso recortaban el horizonte en trozos del tamaño de la pantalla de cristal". Ya he dicho que escribe muy bien el autor... Pero es muy cierto... Nos pasamos la vida haciendo fotos, videos, todo imágenes fragmentadas... Y nos perdemos la realidad. Vamos a ver a nuestros hijos hacer deporte, representaciones teatrales o cualquier otra actividad y, en lugar de disfrutar del momento, sacamos el móvil o la cámara para verlo a través del objetivo... Sí, lo podremos volver a ver, cierto, pero no lo vamos a poder vivir en plenitud... Quizá debiéramos pensar un poco en cómo nos enfrentamos a las cosas (digo yo, claro, que es solo una opinión).

Me ha llamado la atención también una frase que a mí me ha sonado a una definición preciosa de la soledad: "...no me anima especialmente entrar en casa y tropezarme conmigo todo el rato".

No me atrevo a no recomendar la novela, porque de verdad que es muy agradable de leer. Así que lo dejo en un "no sabe, no contesta". Si a mí me dijeran esto, lo leería solo por tener una opinión personal...

Y cierro con una reflexión que me ha encantado: "La vida muchas veces es una novela, pero no le ponemos tapas".

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