martes, 10 de octubre de 2017

El crucigrama de Jacob (A.L. Martin)

Este libro prometía muchísimo desde el principio y lo tenía ahí, escondido para leerlo en un momento en que tuviera tiempo suficiente. Así que, aproveché uno de mis viajes relámpago de trabajo para llevarlo conmigo en el avión. ¡Bingo! ¡Acerté!

No puedo decir más que me ha encantado desde el principio hasta el final. Vamos ver, siendo sincera conmigo misma, el éxito estaba asegurado:es lo que yo llamo un thriller religioso, con Inquisición, el Camino de Santiago y la cábala enredando... me tenía que gustar sí o sí.

Es una trama bastante compleja que no se puede desentrañar en cuatro párrafos y que, además, no quiero contar porque hay que leerlo.

Pero para ponernos en situación, nos encontramos en una ciudad del norte de España (que no sabemos exactamente cuál es) y el consejo de sabios de la judería recibe un mensaje en clave en el que les informan que se va a publicar el decreto de expulsión de los judíos de España. Y, claro, temporalmente estamos en 1491-1492...

Benavides, cabeza del consejo (personaje maravilloso y entrañable) y Abravanel elaboran un plan de huida en el que involucran a sus hijos Aviraz e Isaac. Y, por el medio se cuela Telat, hermana de Isaac y de la que Aviraz está enamorado.

Y... hasta ahí puedo leer. El resto es una maravillosa aventura en busca de la Piedra de Jacob... o en busca de una nueva vida, que todo puede ser...

A mí la expulsión de los judíos me parece una barbaridad histórica de tal calibre que me cuesta hasta hacerme a la idea de que eso se pudiera hacer. Y me ha gustado la frase de Al Bayezid II, Sultán de Estambul, que dijo en 1492: "Gracias, Fernando el Católico, erróneamente denominado como sabio, por empobrecer tu país para enriquecer el mío"

Pero claro, estaba por allí fray Tomás de Torquemada, que... se hacía querer... Lo de la Inquisición es impresionante. Claro, por eso se han escrito páginas y páginas... Aquí hacen una mención curiosa "Se habían llevado preso al hijo del orfebre, acusado de prácticas de brujería porque un gato negro dormía en el alféizar de su ventana". Ahí estamos... con dos narices.

Otra cosa curiosa es que la Inquisición se quedaba con los bienes de las personas a las que quemaban y corría el dicho: "Si no queman, no comen"... Muy duro...

Los personajes de esta historia son fascinantes. Los chicos son estupendos, Ama y Martín, también. Y luego aparece Valdés, un hombre de mar... Todos me gustan mucho, incluso Pelayo, uno de los Trece Jueces de la orden de los Caballeros de Santiago.

Sé que ya lo he dicho pero Benavides es el mejor de todos. No aparece demasiado en la historia pero todos se remiten a él y a sus consejos cuando tienen que hacer algo.

Una se queda con las ganas de haber compartido con él alguna conversación delante de un buen café o una humeante taza de té. (Hay que ver qué cosas se me ocurren, por Dios. Y me pasa con muchos personajes de las novelas...)

Dice cosas que todos sabemos por experiencia pero que, cuando se ven escritas, llaman la atención: "No se toman decisiones ni cansado, ni enfermo, ni enfadado"; "Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación". Son cosas obvias pero... hay que poner negro sobre blanco para que nos entren por los ojos.

En el libro también se aprenden muchas cosas del Camino de Santiago y de los peregrinos, así como otra versión de la historia de los restos del Apóstol. Yo ya he leído varias diferentes y en esta aparece Prisciliano. Es otra más, muy interesante también, claro.

Lo qué sí sabía es que "Iaacov es Iaacob, que derivó en Jacob y luego en Iago. Cuando lo convirtieron en santo, pasó a ser Santiago". Algún día lo haré... Mis hijos ya lo han hecho pero mi marido y yo siempre decimos que tenemos que hacer el Camino... Nos vamos a hacer demasiado mayores y nos vamos a quedar con las ganas...

Uy, otra cosa chulísima... Ya he dicho que la cábala sobrevuela la novela y eso a mí me encanta, claro. Pero he aprendido algo más: "El juego de la oca representa la sabiduría mística que guarda un camino. La oca es el símbolo del conocimiento".

Mientras repasaba mis notas del libro para hacer la reseña. me han salido muchísimas cosas que no voy a poder incluir aquí, claro, porque reescribiría la novela.

Una reflexión de Benavides: "Si quieres saber quién es alguien en verdad, solo hay dos momentos que lo indican: cómo actúa en momentos de crisis y cómo usa el poder que tiene. Las personas que no son íntegras pierden los papeles". He de decir que voy a prestar mucha más atención, aunque lo del poder ya lo he ido viendo a lo largo de mi vida.

Otra cosa preciosa es el significado de los besos: "... le dio tres besos, uno en la mejilla, otro en los labios y el último en la frente. Amistad, amor y respeto. Este es el significado según el sitio dónde se bese"

Y ahora cierro ya, con otro pensamiento de Benavides, como no podía ser de otra manera. Sin dejar de recomendar que se dedique un tiempo a leer este libro para pensar, para aprender y para pasar un rato maravilloso. "Hay días y días y en algunos no se ve claro hacia dónde va uno, ni, si llegará en algún momento a buen puerto. Quizás te sobrecoja el cansancio, la incertidumbre o el desánimo. Y en esos momentos, te digo que recuerdes esto. ¡Sigue caminando! Cuando la niebla se disipe, verás que has avanzado y te alegrarás de haber continuado"

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