sábado, 11 de abril de 2015

Un lugar llamado aquí (Cecelia Ahern)

Vuelvo a algo tranquilo y sin agobios para pasar un rato agradable antes y después de los días estresantes de trabajo (mala época para relajarse en la oficina...)

Sabiendo que el libro es de Cecelia Ahern, sabemos que lo vamos a pasar bien, que puede que se nos salte alguna lagrimilla y que no vamos a tener que agobiarnos mientras leemos. Y en esa confianza elegí el libro y en esa certeza estoy después de haberlo leído.

La historia gira en torno a un lugar llamado "Aquí" (parece razonable visto el título de la novela) en el que se juntan todas las cosas y las personas desaparecidas.

Por un lado, me tranquiliza saber dónde están todas las chaquetas y jerseys del uniforme de mis hijos que nunca volvieron a casa y jamás pasaron por "objetos perdidos". Por otro lado, es una pena que en "Aquí" todos vayan a ir vestidos de la misma forma. También estoy segura de que nunca les van a faltar bolis, lápices, gomas, sacapuntas y demás accesorios de papelería....

Es un libro muy curioso. Sandy Shortt es una muchacha muy especialita que se dedica a buscar personas desaparecidas. En un determinado momento, cuando era una cría, una de sus vecinas desaparece y eso le marca para siempre. Además, ella siempre ha estado obsesionada con encontrar las cosas que "desaparecían"

Tratando de ayudar a Jack a buscar a su hermano Donal, es ella misma la que llega a Aquí. Descubre muchas cosas interesantes: hay personas a las que ella ha estado buscando durante años, encuentra a Jenny May Butler, su vecina desaparecida, encuentra algunas de las cosas que nunca encontró...

Allí conoce a Helena, que desapareció con unos amigos durante un campamento. Es una mujer maravillosa que le da algunas lecciones interesantes: "A veces las personas pierden algo más que simples calcetines, Sandy. Puede ocurrir que olvides dónde los pusiste. Las cosas olvidadas no son más que partes de tu memoria desaparecidas."

Como Sandy ha buscado a muchas de las personas a las que conoce en Aquí, aprovecha y les transmite información de sus familias y amigos. Les cuenta cómo están, cómo llevan su ausencia y cómo no les han olvidado.

Hay un momento muy sensible, cuando Bobby, un chaval encantador al que su madre no deja de buscar, reconoce su risa en Aquí. Se da cuenta entonces de que su madre ya no la podrá recordar jamás y eso le produce una sensación tremenda.

Es un libro fácil de leer, entretenido, cómodo y de vez en cuando, permite reflexionar un poco. A mí me ha hecho pensar mucho en las personas a las que he ido perdiendo la pista a lo largo de los años. Si bien es cierto que algunas no me preocupan en absoluto, otras sí que dejaron algo interesante conmigo y no me gustaría olvidarlo.

Por eso, quiero dejar una cita del libro que me ha gustado mucho: "A veces, las personas desaparecen delante de nuestros propios ojos. A veces las personas desaparecen de repente, aunque te hayan estado mirando todo el tiempo. A veces, nos perdemos de vista a nosotros mismos cuando no prestamos suficiente atención."

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