jueves, 6 de agosto de 2020

Terra Alta (Javier Cercas)

Creo que ya he dicho otras veces que tengo ciertas reticencias a la hora de elegir como lecturas los Premio Planeta o los finalistas. No estoy yo muy convencida de que sean tan estupendos como implicaría el haber recibido el premio. Pero en algunos casos he tenido que ceder y admitir que me han gustado, Y este es un claro ejemplo.

Elegí el libro para hacer un regalo y pensé que tenía que leerlo para poder comentarlo cuando la otra persona lo terminara. He de decir que lo empezó antes que yo, pero he conseguido acabarlo antes yo.

Vamos a situarnos: "Un crimen terrible sacude la apacible comarca de la Terra Alta: los propietarios de su mayor empresa, Gráficas Adell, aparecen asesinados tras haber sido sometidos a atroces torturas".

Tengo que dejar aquí también cómo definen la novela en la propia introducción: "... lúcida reflexión sobre el valor de la ley, la posibilidad de la justicia y la legitimidad de la venganza, pero sobre todo es la epopeya de un hombre en busca de su lugar en el mundo".

Pues sí, todo eso puede ser. A mí me parece una gran historia, muy interesante y muy entretenida que está perlada de maravillosos personajes. Lo que más me ha gustado ha sido eso, los personajes.

El protagonista de nuestra novela es Melchor Marín, marcado desde su nacimiento: "Su madre se llamaba Rosario y era puta". Además, muere asesinada, convirtiéndose en una obsesión para Malchor.

Pasa por muchas circunstancias y termina en la cárcel, donde decide que quiere ser policía. Y así, tras circunstancias curiosas, acaba en Terra Alta.

En la cárcel aparece uno de los mejores personajes de la novelas, Gilles el Francés. Es quien introduce a Melchor en el maravilloso mundo de la lectura y, a pesar de ser un personaje secundario, a mí me ha fascinado. La charla que le da a un autor que va de visita a la cárcel es memorable. Y hace una reflexión que me ha gustado mucho: "En el fondo, el francés y el español son la misma lengua: latín mal hablado".

Gilles es quien le explica a Malchor por qué no siempre nos gusta igual una novela: "La mitad del libro lo pone el escritor, la otra mitad la pones tú". Y es quien le deja Los miserables que será la novela que marcará su vida.

Y hay otro personaje maravilloso, Vivales, el abogado-amigo que siempre está ahí, para lo que Melchor siempre necesita.

No quiero contar nada de la trama pero, eso sí, tiene un final de lo más curioso... Como comentaba antes, asesinan al matrimonio Adell y, claro, hay que hablar con familiares y colaboradores y empezamos a ver lo que cada uno piensa del otro.

Grau, el gerente de la empresa habla de Albert Ferrer, el yerno de Adell: "Naturalmente, como todos los idiotas y los inútiles, tiene un concepto muy elevado de sí mismo, pero es lo que es". Y yo tengo que decir que estoy de acuerdo. Me cayó mal desde el principio

No he dicho que estamos en Gandesa, un pueblo de Tarragona en el que se conocen todos. El caporal Salom, es amigo de Albert Ferrer y de su mujer, Rosa Adell. Y también de Olga Ribera, la mujer de Melchor.

Luego está el sargento Blai, de 45 años, independentista: "Pero antes que independentista soy policía y los policías estamos para hacer cumplir la ley, o sea para hacer lo que digan los jueces, no lo que nos salga de los cojones".

Resulta que Gandesa está bastante cerca de Valderrobres,... muy curioso porque yo estuve en Matarraña de vacaciones el verano pasado y fue un pueblo que me encantó...

Me ha gustado una conversación de Melchor y Olga, Melchor le dice: "Los poetas me parecen novelistas perezosos" y Olga le responde: "... a mí casi todos los novelistas me parecen poetas que escriben demasiado".

En un determinado momento aparece otro personaje impresionante: Daniel Armengol, con una filosofía de vida muy curiosa: "Ya sabe usted que los enemigos siempre lo sobrevaloran a uno, por eso no hay que hacerles mucho caso, solo el justo para acabar con ellos cuando la ocasión se presenta".

No me quiero extender más, pero hay que leer la novela, de verdad. Cierro con una reflexión muy acorde con la situación actual: "... en eso consiste la vida civilizada: en aprender a convivir de manera razonable con la frustración"

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