Empezaba bien: "Stephanie Maddox dirige el departamento de Asuntos Internos del FBI donde supervisa que todos sus compañeros cumplan las reglas"
Tiene un hijo adolescente, Zachary, que está a punto de acabar el instituto y saltar a la unviersidad. Stephanie es madre soltera (conoceremos quién es el padre) y tiene una relación con su hijo que ella piensa que es muy buena pero que resulta ser mucho más complicada.
Un día encuentra una pistola en su armario y otro día, un compañero del FBI le cuenta que su hijo está en el punto de mira porque ha entrado a formar parte de una organización anarquista.
La novela gira en torno a esa relación con Zachary: "No conozco a Zachary tan bien como pensaba", y a una conspiración política muy complicada que a mí se me ha ido escapando. No he sido capaz de hilar bien la trama (puede que la aurora sea la que lo ha complicado) y me ha resultado difícil terminarlo.
No digo yo que no existan esas tramas de política y espionaje internacional, que existirán (o no, no lo sé) pero es muy americano eso de que los rusos quieran acceder al poder y controlar el país....
En fin, que no me ha gustado mucho, pero siempre se puede sacar una frase para cerrar y en este caso es una cita de Oscar Wilde: "La pura y simple verdad es pocas veces pura y nunca simple"
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