miércoles, 5 de agosto de 2020

La chica de nieve (Javier Castillo)

Este sí que tenía muchas ganas de leerlo... y me lo regalaron... y me ha gustado mucho.

Después de haber leído los otros 3 libros que ha escrito, era obligatorio leer este. Lo tenía previsto para la Feria del Libro (que será, esperemos, en octubre) pero he tenido la opción de adelantarlo, así que, mejor que mejor.

Todos los capítulos comienzan con una pequeña reflexión y eso me ha gustado mucho. Hay algunas que merecen mucho la pena, como "La esperanza emite la única luz capaz de iluminar las sombras más oscuras" o también "Mentimos para ocultar la verdad o para no hacer daño, pero también porque esperamos que la mentira sea real".

La novela comienza el día de Acción de Gracias de 1998. En la gran cabalgata-desfile-lo que sea, desaparece Kiera Templeton, una niña de 3 años que va con su padre a comprar un globo mientras su madre, que está embarazada, les espera para ver la cabalgata.

A partir de ahí, vamos a ver cómo evoluciona la relación de esos padres, Aaron y Grace, que solo piensan en su hija desaparecida. Cómo afrontan la situación de que la policía no encuentra a la peque en las primeras horas. Cómo enfrentan el miedo y el vacío...

Surge en la novela una pregunta que yo me he hecho muchas veces: "¿Por qué una desaparición es más importante que otra?"

Vamos a conocer también a Miren Triggs, estudiante de Periodismo en el momento de la desaparición y al profesor Schmoer (que me encanta). Miren no es capaz de dejar de buscar a Kiera, se convierte casi en una obsesión... junto con alguna otra...

Nosotros, los lectores, sí vamos a saber qué ha pasado con la niña... eso da mucha rabia porque dan ganas de gritarlo para que lo sepa quien lo tiene que saber...

Curiosamente, pasados 5 años, los padres reciben una cinta de vídeo en la que aparece la niña, aparentemente bien. Y seguirán recibiendo alguna más, lo que supone que sea todo mucho más misterioso para la policía.

El libro tiene un final interesante y, además, deja la puerta entornada para poder reencontrarnos con Miren... seguro que sí.

Es muy recomendable, siempre que no se tengan hijos tan pequeños como Kiera cuando desaparece.

Y cierro con otra de las reflexiones, que es algo que todos sabemos y experimentamos a diario: "Es increíble lo rápido que avanza el tiempo cuando quieres que no lo haga y lo lento que lo hace cuando necesitas que acelere"


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