sábado, 23 de septiembre de 2017

Las noches en las que el cielo era de color naranja (Cristina Prada)

Este era fácil de elegir: el título es una verdadera maravilla y atrae como un imán, así que tuve que leerlo. No me quedaba otra opción...

Pero, lo cierto es que no sé muy bien qué pensar.

La ambientación es muy interesante. Se desarrolla tras la guerra de Kosovo y es un tema que todavía no está muy tratado en la literatura y por eso mismo resulta muy atractivo.

El propio libro nos lo dice al principio: "La historia de Reese y Sophie y todas las situaciones que aparecen en ella están inspiradas en la ciudad de Pristina y otros lugares de Kosovo y los conflictos en la antigua Yugoslavia que tuvieron lugar entre 1991 y 1999"

Vamos a situarnos un poco: Sophie, Sarah y Penny son amigas, compañeras de piso. Sarah acaba de terminar periodismo y ha conseguido una beca para irse como reportera de guerra a Pristina, en Kosovo. Sophie, por su parte, está a punto de conseguir que le publiquen su primera novela pero... por determinadas circunstancias, eso no puede llegar a ser y su amiga le propone que viaje con ella a Kosovo para olvidarse de su desilusión y buscar nueva inspiración para escribir.

A mí me parece que la decisión no era fácil, porque Pristina no es Aranjuez... (bueno, Salt Lake City, por ejemplo, que ellas están en Estados Unidos). Pero la muchacha se va.

Ya se había encontrado en varias ocasiones cpn Reese Montolivo, "... corresponsal de guerra, el hombre más atractivo sobre la faz de la tierra y cabronazo bipolar". Además de "...arrogante, prepotente, antipático y engreído". El desenlace se veía venir...

Aparte de estos dos personajes, que son los protas, a mí me ha gustado mucho Milo, que trabaja con los refugiados. Un hombre al que los serbios habían matado a su mujer y a su hija y que pasó unos momentos tremendos para luego darse cuenta de que "Hay que pasar por el dolor más crudo para entender de verdad la fuerza que puede llegar a tener el amor"

También me gusta mucho Owen Kendrik, capitán de las fuerzas de la OTAN, quien por cierto termina siendo pareja de Sarah, pero de una forma muy discreta, sin aspavientos...

El libro me produce dos reacciones completamente diferentes, y las dos de rechazo (no al libro, no, sino a las circunstancias que plantea)

Por una parte, no me gusta nada cómo plantea la relación entre Reese y Sophie. Ella misma dice: "Es muy consciente de que el día que sonría de verdad, provocará un tsunami que arrasará la lencería de todas las mujeres en diez kilómetros a la redonda". Espero de corazón que la autora no sea feminista, ni se postule como defensora de las mujeres... Yo no soy feminista, (¡Dios me libre!), solo creo que tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones que los hombres. Y no pueden, ni deben pisotearnos ni doblegarnos.

Dicho esto, la forma en que Reese trata a Sophie a lo largo de toda la novela, es espantosa y no me ha gustado en absoluto. Sobre todo porque ella lo admite y se somete a lo que él quiere en cada momento.

Por otro lado, me produce rechazo (más del que ya me producía) la guerra y todas sus consecuencias, que son muchas... Nos presenta a un niño con una expresión tan triste que obliga a Sophie a pensar: "¿Cómo es posible tener 6 años y estar cansado de vivir?"

No me entretengo más, que tampoco me ha gustado tanto... Es más una novela rosa que un libro sobre la guerra, pero el fondo es más interesante que la historia de amor que quiere albergar. No es libro que to recomendaría más apasionadamente, pero se puede leer (más o menos)

Cierro con una frase que me ha hecho pensar: "La guerra es cruel, dura, es un sinsentido que te deja vacío por dentro y siempre, aunque ganes la batalla y el país, te convierte en perdedor".

No hay comentarios:

Publicar un comentario