domingo, 24 de septiembre de 2017

El rompecabezas del cabo Holmes (Carlos Laredo Verdejo)

Era de esperar... Leí el último de la serie del cabo Holmes y tenía que empezar con todos los de la serie. Por supuesto, sabiéndolo, tenía que empezar, como Dios manda, por el primero. Y es este...

Y no me ha defraudado en absoluto. Me ha gustado muchísimo, como yo suponía.

Claro, yo tenía ventaja con respecto a los lectores que leyeron primero este. Yo ya conocía al cabo Holmes y a Julio César Santos... ¡eso es una suerte!

En esta historia, desaparece un empresario, Julio de Val y aparece muerta una modelo que le acompañaba en el barco. No puedo contar nada más porque lo destriparía y ese no es mi objetivo, pero he de decir que la trama es muy interesante, pero mucho.

Aparecen personajes curiosos, como Julieta de Val, hija del empresario y Lucas Martínez, su marido. Y también Lina Moliner, hija del mejor amigo de Julio y amiga del alma de Julieta, además de pilar de la empresa.

Es en esta novela cuando José Souto, el cabo Holmes y César Santos se conocen. Julieta decide buscar un detective que les ayude a localizara a su padre (o a saber qué ha pasado) y recurre al bufete del tío de César, Por supuesto, el tío recomienda al sobrino y así empieza todo.

Desde el primer momento, fluye una buena corriente entre los dos pero, en un momento dado Holmes salva la vida de César, lo que hace que esa amistad se convierta en algo más fuerte. Y a mí me parece muy bien porque así hay opción de que vuelva a aparecer en más novelas.

Porque a mí Santos, me encanta, ¡qué le voy a hacer! No puedo evitarlo... ¡tiene unas cosas!. Como perla, un ejemplo de una conversación con Julieta:
"JULIETA - Conseguirás que acabe enamorándome de ti
SANTOS - Ni se te ocurra, cariño, sería una pena estropearlo con semejante vulgaridad"

Me ha hecho mucha gracia cómo reacciona el mayor Dujardin, un francés a quien Santos solicita una información (previo pago de una salvajada): "A partir de ese momento, el mayor Dujardin trató a Santos como un miembro de la nobleza, único recurso de los franceses para justificar su admiración hacia un español, cosa difícil teniendo en cuenta la natural y sobradamente conocida superioridad de su país." Poco hay que explicar tras esto... Así me hicieron sentir a mí cuando estuve trabajando tres meses en París. ¡Y yo no pertenecía a la nobleza! Así son nuestros vecinos los franceses...

Poco más que queda que decir. Es una novela muy, muy entretenida y merece la pena dedicarle un tiempo a la serie. El cabo Holmes es encantador, respetuoso con las normas, honorable, responsable y guardia civil desde que se levanta hasta que se acuesta. Y Santos es absolutamente fantástico, con eso queda definido completamente.

Cierro con una frase de César que creo que es una gran verdad: "Si en este mundo todo fuera justo, Holmes, no existiría la Guardia Civil".

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