domingo, 24 de septiembre de 2017

La distancia es un café (Xuso Jones)

Al final, me voy a aficionar a este chiquito... Claro, solo me quedaba este libro para terminar la trilogía y tenía que saber qué pasaba con Paulo y Olivia y con su empresa de cosmética basada en el café.

Si digo que la novela no es predecible, miento como una bellaca. Todos sabemos lo que va a pasar. ¿Cuándo? Ah, eso ya es otra cosa: puede ser al principio, o al final, pero las cosas están muy claras.

En esta última entrega, vemos como nuestros chicos se distancian tras la enfermedad de la madre de Olivia. Pero, vamos, que está claro que va a ser circunstancial.

Lo mejor es que aparece un exnovio de Raquel, la hermana de Olivia (que es estupenda, la muchacha) y bueno... tampoco sorprende lo que va a pasar.

Seguimos con Marisa, un personaje más que entrañable... Hay que ver lo que aprende y lo bien que lo pasamos con ella. Y en esta novela aparece su pretendiente secreto que le hace llegar flores todos los días. Los protas no se han leído el libro, claro, porque todos sabemos quién es menos ellos... en fin...

Y aquí conocemos un poco más a los padres de Olivia, Rafael y Paloma, y trata un poco la relación de familia y la lucha de los padres para que los hijos podamos cumplir con nuestros sueños. Y es algo que se nos olvida a todos enseguida... hasta que tenemos hijos y nos toca a nosotros hacer lo mismo que han hecho antes por nosotros...

Me ha encantado la opinión de Olivia sobre París: "La llaman la Ciudad de la Luz... Pues será de la luz eléctrica, porque el tiempo que hace siempre en París es un auténtico asco". Ahí estamos: alguien que dice las cosas como son. Menos mal... Yo no soy la mayor valedora de París, he de reconocerlo. Tras trabajar allí 3 meses, terminé harta de lluvia (todo el verano) y de franceses que me consideraban inferior a ellos por ser española. Pero es cierto que el tiempo en París es su secreto mejor guardado... Y eso de que la lluvia la hace más romántica es una forma de intentar justificar lo injustificable.

En fin, una novela muy entretenida que es estupenda para leer en vacaciones, como he hecho yo. Con unos personajes muy divertidos y muy frescos.

Termino con una reflexión interesante: "A veces pedimos a las estrellas lo que no sabemos arreglar en la tierra"

No hay comentarios:

Publicar un comentario