miércoles, 11 de enero de 2023

Matar al rey (José Luis Corral)

 Cómo me gusta a mí José Luis Corral... Con todo lo que sabe, qué maravilla de manera tiene de contar las cosas... Es una verdadera delicia. Y es la primera novela de una bilogía, la Bilogía de los Borgoña, así que habrá que leer la segunda, Corona de sangre, en cuanto pueda.

Y hay que leerlo para aprender, y mucho...

El propio autor dice: "Juego de Tronos no es nada comparado con las intrigas y la violencia de la Castilla del Siglo XIV"

Y es que aquello era la pera... ¡vaya pandilla! La vida valía lo que valía, o sea, casi nada... 

Nos situamos en 1312, después de la muerte de Fernando IV, cuando sube al trono su hijo Alfonso XI que solo tiene un añito. Nos vamos a encontrar con María de Molina, su abuela, con D. Juan Manuel, con Constanza de Portugal... Y allí todos pegándose por hacerse con el trono.

Terminamos con el reinado de Pedro I el Cruel, hijo de Alfonso XI, con quien parece que seguirá la bilogía.

Me ha dado mucha pena la pobre Constanza de Portugal cuando pregunta: "¿Hay alguien en quien pueda confiar?". Angelito... si es que le llovían palos por todas partes...

María de Molina es impresionante. Le explica a su nieto Alfonso las virtudes que tiene que tener un rey: sed de justicia, temor de Dios y defensa del reino. Lo cuenta de maravilla, en un párrafo bastante extenso del que dejo solo el principio: "Un rey ha de ser magnánimo con sus súbditos, escuchar y atender sus justas demandas, aplicar la ley y obrar siempre en derecho...".

Aparece, claro, la muerte negra... y como ahora estamos muy sensibilizados con las pandemias, me ha llamado la atención: "La muerte negra no respetaba a nadie. Si era un castigo del cielo, como algunos aseguraban, desde luego Dios no hacía distingos entre nobles y plebeyos, hombres y mujeres, judíos, moros y cristianos".

Voy a cerrar ya con una reflexión de D. Juan Manuel, que me ha parecido muy interesante: "Señora, la vida, incluso la de los hombres más poderosos del mundo, no es sino un torbellino de circunstancias que no dependen de nuestros deseos sino de la voluntad de Dios".

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