viernes, 12 de abril de 2019

El rey recibe (Eduardo Mendoza)

Teniendo en cuenta lo mucho que me gusta el autor, era difícil que no me gustara. Y, efectivamente, me ha gustado mucho.

Eso sí, después de leerlo me he enterado de que es la primera entrega de la trilogía Las Tres Leyes del Movimiento que va a hacer un recorrido por los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX. Genial, así voy a tener dos libros más que leer...

Nuestro prota es Rufo Batalla, licenciado en Lenguas Germánicas que trabaja de "plumilla" y tiene que cubrir la boda del príncipe Tadeusz Maria Clementij Tukuulo, Bobby para los amigos. Es un verdadero personaje... ¡me encanta!

Una frase del príncipe que me ha gustado mucho y me ha hecho pensar es; "Quedaría bien diciendo que respeto sus ideas pero no es cierto. Le respeto a usted y  respeto su derecho a pensar lo que le plazca, pero no siento el menor respeto por el marxismo." Muchas veces utilizamos esa misma frase y es cierto que no respetamos las ideas, pero sí respetamos al que las tiene... es un pensamiento interesante.

Otro personaje curioso de la novela es Anamari, la hermana de nuestro prota. Bueno, hay que decir que toda la familia es muy curiosa. El caso es que la filosofía de Anamari es muy interesante: "Decía que no es lo mismo ser rico que hacerse rico. Ser rico no tenía gracia. Ventajas, sí, pero no gracia. Hacerse rico no era una circunstancia aleatoria, sino una cultura."

En un momento dado en el libro se hace un comentario: "Todas las familias, felices o desgraciadas, tienen tanto en común que hay que ser muy sagaz para establecer distingos". Inmediatamente he pensado en Guerra y Paz: "Toas las familias felices se parecen entre sí, las infelices son desgraciadas a su propia manera". Curioso... ¿quién llevará razón, Tolstoi o Mendoza?

Nuestro prota se marcha a Nueva York a trabajar de funcionario. Allí tiene como jefe al Sr. Carvajal, todo un personaje en sí mismo... En su momento, quiso irse a trabajar con un circo y un domador le dijo: "Hazme caso, chico, quédate en casa, estudia, preséntate a unas oposiciones y hazte funcionario. Las guerras van y vienen, los circos pasan, pero los funcionarios siempre están ahí, cobran un sueldo a fin de mes y nadie les toca un pelo y Dios te guarde si a alguno se le antoja hacerte la puñeta" A lo mejor me lo tendrían que habérmelo dicho a mí antes de empezar a trabajar en la empresa privada...

Mientras escribo esto, me estoy acordando mucho de mi compi, que viaja mañana a Nueva York, porque Rufo tiene ciertos problemillas con el clima en Nueva York: "Entonces comprendí que quienes me habían prevenido contra el clima de Nueva York me habían engañado porque el clima de Nueva York no es un clima, sino una aventura". Como no es uno de los destinos que yo tengo en mente, no sé si tendré que enfrentarme a eso, pero espero que mi compi no tenga que vivir una aventura muy complicada.

Otra cosa que me ha hecho pensar, sobre todo ahora que tenemos elecciones a la vista es lo que dice el Sr. Carvajal: "La democracia, si verdaderamente representa la voluntad de la mayoría, por fuerza lleva al poder a los peores". Como a mí la política me tiene muy desencantada, creo que estoy de acuerdo... No hay más que ver a los candidatos que tenemos ahora...

No me alargo más. Es un libro maravillosamente bien escrito, muy agradable de leer, que hace surgir la sonrisa muchas veces y que va desgranando situaciones recientes que resultan muy familiares... Hay que leerlo.

Cierro con una reflexión curiosa: "A menudo, los efectos producen causas"

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