Y, por supuesto, me ha gustado mucho, muchísimo.
El libro nos plantea unas preguntitas nada más comenzar: "¿Somos por completo dueños de nuestro destino, o estamos condicionados desde que fuimos concebidos por nuestros padres? ¿Estamos sometidos al designio de nuestros pequeños dictadores, los genes? ¿Nacemos o nos hacemos?". Preguntitas muy interesantes que el autor nos va intentando ayudar a responder a lo largo del libro.
El título tiene una razón de ser muy lógica, porque el ADN "nos hace creer que nos deja hacer lo que queremos y en parte es cierto, mientras cumplamos su plan"
He aprendido muchas cosas, sobre la vida, sobre el ADN, sobre la SN y me ha gustado mucho cómo lo cuenta: "La SN es a la teoría de la evolución lo que la torre Eiffel es a París: no es la única pieza no la más importante, pero es la más famosa"
Oye, y tiene su parte filosófica... por supuesto que sí... He aprendido también cuál es nuestro objetivo en la vida, que no es cosa baladí... "Y nuestra finalidad en la vida, aparte de tener que pagar puntualmente la renta y compartir la cena de Nochebuena con nuestro fantástico cuñado, es evitar la desincronización y el colapso de nuestros procesos químicos, algo a lo que llamamos habitualmente sobrevivir".
También nos explica el poder de la entropía, poder que todos conocemos desde siempre y que yo compruebo día a día cuando entro en la habitación de mis hijos: "...el suceso de la vida consiste en combatir la tendencia natural de cualquier sistema a volverse caótico, la propensión natural al desorden tan patente, no solo en la Física y la Química, sino también en nuestro cajón de calcetines"
Muy interesante darnos cuenta de que, a pesar de que las mujeres tenemos las mismas capacidades y deberíamos tener las misma oportunidades que los hombres, es indudable que somos completamente diferentes biológicamente y eso nos lleva a ciertos comportamientos diferentes: "... las hembras de la sabana son mucho más selectivas a la horta de elegir con quién se emparejan, porque la reproducción les supone una elevada inversión"
No me extiendo más: me ha gustado mucho, lo he disfrutado, lo he entendido y he ratificado que el autor no solo sabe mucho (de muchas cosas) sino que, además, sabe transmitir lo que sabe, cosa que no se puede decir de todo el mundo.
Y cierro con una comparación que me ha encantado: "Es como si nosotros fuésemos un coche, el Sol fuese un pozo de petróleo y las plantas, refinerías" ¡Ahí queda eso!
No hay comentarios:
Publicar un comentario