sábado, 31 de marzo de 2018

La bruja (Camilla Läckberg)

Mi marido, que siempre está pensando en qué cosas me pueden gustar y qué me puede hacer ilusión, me regaló este libro en papel (¡me encanta!) y fue un acierto pleno.

He leído casi toda la serie de Fjällbacka (me encantaría saber cómo se pronuncia el nombre del pueblo...) pero me falta justo el anterior a este, así que lo tendré que buscar...

Me lo he pasado muy bien: tenemos a los personajes de siempre, a los que ya conocemos bien. Por una parte, está Erika, nuestra prota preferida y su marido, Patrik Hëdström, nuestro policía favorito. Y aparecen sus peques, Maja y los gemelos Noel y Anton.

No podemos dejarnos a Kristina, la madre de Patrik  que se casa con Gunnar en esta novela. Y también está Anna, la hermana de Erika, embarazadísima en esta entrega.

En esta historia, nos encontramos con que Nea, una niña de 4 años, ha desaparecido y encuentran su cadáver en una lagunita en la que en 1985 habían encontrado también el cadáver de Stella, otra niña de 4 años.

Para complicar las cosas, en aquel momento acusaron a dos amigas adolescentes, Marie Wall y Hellen Persson. Vaya, las acusaron porque ellas se declararon culpables.

Poco a poco, la autora va tejiendo una trama bastante complicada pero que luego resulta ser sencilla y lógica. Pero a nuestros protas no les resulta muy fácil desentrañarla.

No puedo contar nada porque me cargaría la emoción... Es así, cualquier cosita que diga, estropea la novela, así que, me callo.

Lo que sí quiero contar es que hay una historia paralela, ambientaba en 1671. Tiene que ver con las brujas y sus castigos, cómo las delataban... En todo momento piensas que hay una relación entre esa historia y la que contemporánea, claro. En otras ocasiones, la autora también lo ha hecho pero en este caso, personalmente creo que está cogido un poquillo por los pelos. Es la única pega que le puedo poner porque la historia es muy interesante.

Me ha encantado cómo cuentan la prueba que les hacen a las brujas, la ordalía del agua: "La arrojamos al gua atada de pies y manos. Si flota, es una bruja. Solo las brujas flotan, eso se sabe de antiguo. Si se hunde, es inocente". Y digo yo, si se hunde y se ahoga, es inocente. Si flota es culpable, la secamos un poquito para que no esté mojada y la quemamos en la hoguera... bueno, está bien, ¿no? Las criaturas tienen muchas opciones...

Es interesante también que en esta novela la autora nos presenta a unos refugiados sirios que llegan a Suecia huyendo de los horrores de su país. Nos enfrenta a las reacciones de la comunidad, cómo les ven cuando no hay problemas y cómo puede cambiar la visión cuando las cosas se estropean.

Y también nos presenta los problemas de los adolescentes, de la soledad a la que se enfrentan a veces, de cómo los padres podemos dar por hechas muchas cosas y de cuán crueles pueden llegar a ser unos con otros.

Poco más, esta vez no he tomado nota de ninguna reflexión, pero sí recomiendo que se lea la novela. Es muy interesante y está muy bien escrita. Y se pasa muy bien mientras se lee, que es casi lo más importante.

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