sábado, 31 de marzo de 2018

La conjura de los lobos (Fernando Baztán)

Después de leer el libro me he enterado de que fue Premio Círculo de Lectores en 2013... No me entero nunca de nada, la verdad. Pero decidí leerlo y, la verdad, me ha gustado.

Es un libro ambientado en 1941, con todas las cosas raritas que tenía la Edad Media y con todos los tejemanejes que se traían los príncipes de la Iglesia, que tenían mucho de príncipes y muy poco de Iglesia...

Aquí nos encontramos a un fraile, fray Genaro de la Cruz, que es un hombre encantador (a mí me ha caído de maravilla). Es curiosón, un poco desobediente, tiene ciertas dudas con la fe (cosa que no es mala...) y le gusta desentrañar misterios. También conocemos a su maestro y mentor, fray Macario que es también un personaje estupendísimo-

Cuando le conocemos, nos enteramos de que ha estado "castigadillo" por liarla parda buscando el Santo Grial, Él está convencido de que lo ha encontrado pero los altos estamentos le dicen que no es el auténtico. "Está en la catedral de Valencia, a la espera de que alguien, algún día, lo saque a la luz como lo que es: el Cáliz Sagrado". Mira que he ido yo veces por allí pero nunca he pasado a ver si se puede ver el Grial. En boca de fray Genaro: "No, el Santo Grial no tenía nada de mágico. Ni de espiritual. Solo era una copa de vino. Pero aquella extraña y mágica sensación...". Anda que no se han dado vueltas y vueltas con el Grial... Y las que se seguirán dando... y, bueno, estos días, hoy Sábado Santo... alguna pensadita más sí que se le da al Cáliz, ¿verdad?

En fin, que a nuestro amigo Genaro le mandan a buscar a otro fraile para acompañarlo y obedecerlo y "...vuestra misión "secreta... por decirlo de alguna manera, será la de convencer a este personaje de que nuestra legación es la más ventajosa para sus planes y futuras alianzas". Y resulta que el personaje en cuestión no es otro de fray Tomás, sí... fray Tomás pero... de Torquemada... Solo leer su nombre y uno da un respingo, pasa como un escalofrío por la espalda....

He aprendido muchas cosas, la verdad y me lo he pasado muy bien.

Por un lado, han aparecido los Mangas Verdes. Yo, que soy muy aguililla he pensado... "vaya, esto puede que tenga que ver con lo de a buenas horas, mangas verdes" y me he puesto a averiguarlo. Por supuesto, esto es así. Según la Fundación de la Lengua Española (que parece que es una fuente fiable): "Los mangas verdes eran los cuadrilleros de la Santa Hermandad, quienes vestían de verde y se encargaban de detener y encarcelar a los malhechores, y que habitualmente llegaban tarde, cuando los ladrones ya se habían dado la fuga. De ahí la expresión tan comúnmente utilizada."

Por otro lado, fray Genaro va en busca de las parias del Sarraceno, después de muchas vueltas y muchos cálculos. Y he descubierto, de acuerdo con el autor que "Nunca existieron las Parias del Sarraceno como tales. No obstante, en 1147 Alfonso VII de León envió al papa Eugenio III, en Roma, una fuerte suma de dinero por los pagos de las taifas "parias" y que sí llegaron a destino, pues el viaje se hizo por mar." No tenía conocimiento de esto pero proporciona una trama maravillosa.

Hay una cosa que le dice Torquemada a fray Genaro, que me ha dado que pensar. Fray Genaro se pregunta por qué a la gente le gusta ver las ejecuciones de la Inquisición y fray Tomás se lo explica muy, muy clarito: "Desde la antigüedad, la especie humana nunca se ha distinguido por su piedad. Quienes se encuentran lejos del verdugo se sienten superiores al reo"

Esta reseña la tengo que cerrar con dos reflexiones, no con una sola. Las dos son muy ciertas y me han hecho pensar un poquito: "Cada persona que cruza nuestra vida hace variar nuestros conceptos sobre las cosas y las personas, al tiempo que nos abre encrucijadas y nuevos caminos"

La segunda es de fray Macario y fray Genaro la recuerda en un determinado momento: "No busques en terceros el origen de tus fracasos. Dios pone ante nosotros mil caminos y la libertad de tomarlos. Solo nosotros somos los responsables de nuestros actos."

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