viernes, 11 de septiembre de 2015

El hombre en busca de sentido (Viktor Frankl)

Mi amiga Sofía tenía que leer este libro para sus clases y me comentó que le estaba gustando muchísimo. Tiene 17 años y un criterio excelente, así que le pedí que me lo prestara y no me ha decepcionado en absoluto.

Siguiendo mi costumbre de no saber el tema de las novelas que voy leyendo, no quise saber muy bien de qué iba, pero sí sabía que tenía que ver con un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Lamentablemente, es un tema tan manido que muchas veces me produce rechazo, a pesar de que me resulta muy interesante... Paradojas de la vida, ¡qué le vamos a hacer!

Pero este está orientado de manera diferente y engancha desde el principio hasta el final..

De hecho, en el prólogo se introduce la opinión de Karl Jaspers, que dice que es "uno de los pocos grandes libros de la humanidad". A la sazón, este caballero es un gran psiquiatra y médico alemán (yo no lo sabía y lo tuve que investigar...)

No sé si es o no uno de los grandes libros, pero yo no lo conocía y ahora lo recomiendo.

Para hacernos una idea, es una novela "autobiográfica". ¿Por qué las comillas? Porque el autor vivió los hechos que cuenta pero lo narra un poco desde fuera, contando cómo afrontaban la situación y sin recrearse en los momentos más duros y más sangrientos, que es lo que hacen en muchas otras novelas.

Viktor Frankl era neurólogo y psiquiatra y fue luego el fundador de la logoterapia, que me ha llamado mucho la atención, la verdad. Estuvo en Auschwitz y en Dachau y perdió a sus padres y a su esposa que estaba embarazada cuando los capturaron. Tuvo la oportunidad de salir de Austria antes de que empezaran los problemas pero no quiso abandonar a su familia...

Nos va explicando los diferentes estados de ánimo de los presos y cita a Dostoyevski cuando dice que "el hombre es el ser que se acostumbra a todo".

Analiza muy bien todas las fases por las que pasaban y me han llamado la atención muchísimas cosas...

"La psiquiatría conoce un estado de ánimo denominado la 'ilusión del indulto'. La 'ilusión del indulto' es un mecanismo de amortiguación interna percibido por los condenados a muerte justo antes de su ejecución; en este momento conciben la infundada esperanza - sin apoyatura de ningún dato real - de ser indultados en el último momento"

"Aparte de aquel extraño sentido del humor, otra sensación se apoderó de nosotros: la curiosidad. (...) Con ella lográbamos distanciar la mente de la realidad circundante y así se facilitaba el contemplar lo real con una cierta objetividad. Incluso aprendimos a utilizar este mecanismo como medida de protección personal".

"La apatía, el síntoma típico de esta segunda fase, actuaba como un mecanismo inevitable de autodefensa. La realidad se desvanecía ante nosotros, el mundo emocional se amortiguaba y todos los esfuerzos se concentraban en una única tarea: conservar nuestra vida y la vida de los camaradas amigos".

Y, cuando fueron liberados... "Habíamos perdido la capacidad de alegrarnos y lentamente teníamos que volver a aprenderla".

Es muy difícil entresacar lo más interesante o lo más impactante de este libro. No tiene desperdicio, sobre todo por el sentimiento de perdón, de humildad, de amor, del autor... "El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre". Y la forma que tiene de entender el sufrimiento: "No es el sufrimiento en sí mismo el que hace madurar al hombre, es el hombre el que da sentido al sufrimiento"; "El sufrimiento deja de ser sufrimiento, en cierto modo, en cuanto encuentra sentido, como suele ser el sacrificio". Y cita a Nietzsche cuando dijo: "El que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo".

He aprendido que lanzarse contra las alambradas era el eufemismo que correspondía a suicidarse porque era la forma más fácil de hacerlo ya que estaban electrificadas. He aprendido a distinguir entre el tiempo cronológico, el real y el tiempo ontológico, el que que nos hace pensar que las vacaciones duran menos que los días laborables... He aprendido muchísimas cosas...

Y me ha parecido que la logoterapia es realmente interesante: "Uno de los axiomas básicos de la logoterapia mantiene que la preocupación primordial del hombre no es gozar del placer o evitar el dolor, sino buscarle un sentido a la vida".

Podría estar citando al autor horas y podría contar todo lo que me ha hecho pensar pero me alargaría demasiado, así que lo tengo que ir dejando ya. Pero, como en este libro no se casan al final, puedo citar el último párrafo sin temor a destripar la acción. Y es un párrafo que se podría escribir en mayúsculas, si no resultara tan antiestético: "El hombre es ese ser capaz de inventar  las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios".

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