domingo, 4 de agosto de 2019

Sakura (Matilde Asensi)

Otra "obligación"... cuando Matilde Asensi saca nuevo libro, allá voy yo a comprarlo... Y esta vez he esperado a la Feria del Libro porque me gusta comparlos allí.

En esta novela vamos a conocer un poco más a Vincent van Gogh... Y cuando te gusta, como a mí, lo disfrutas mucho más.

En 1991 pasé 3 meses trabajando en París. Mejoré mi francés, aprendí cómo se trabaja en el departamento de exportación de una multinacional y descubrí que París es una ciudad sobrevalorada. Pero,... conocí a gente estupenda, entre ellas, mis compañeras de despacho. Y una de ellas me llevó una tarde a Auvers sur Oise... Creo que fue lo que más me gustó de mi estancia allí. Lo disfruté muchísimo y de ahí que Van Gogh me guste especialement

Lo primero, para situarnos, Sakura es cerezo en flor.

El japonés Ichiro Koga congrega a un grupo de personas para que le ayuden a localizar el cuadro Retrato del Dr. Gachet de Van Gogh, que ha desaparecido en 1996.

El grupo lo componen: Odette Blandeau (Marsella), John Morris (Warren - Michigan), Oliver Roos (Liverpool), Gabriella Amato (Milán) y Hubert Kools (Amsterdam), que será nuestro narrador.

Cada uno se dedica a una cosa y entre todos van a tener que ir superando pruebas hasta lograr su objetivo. Para ello tendrán que tener presente otro cuadro de van Gogh, Retrato de Père Tanguy.

He aprendido muchísimas cosas de van Gogh y de su pintura. De momento: "Van Gogh era un arrogante intratable, un mezquino egoísta al que nadie soportaba, un tipo violento e inmaduro a quien los oportunos recortes en la correspondencia que sostuvo con su hermano Theo y que realizó su cuñada, Jo banher, y el perfil lacrimógeno de artista desgraciado, pobre y loco creado por él y alimentado durante un siglo por su familia, habían convertido en un santo bondadoso y dulce".

También he aprendido que tenía influencia del Ukiyo-e japonés... Nunca me había dado cuenta (tampoco soy una experta) pero en el cuadro Retrato de Pére Tanguy hay una serie de cuadritos de influencia japonesa que son con los que van a trabajar nuestros protas.

Y se aprende mucho sobre el color... Entre otras cosas, algo que ya sabía, pero que en lo que no había reparado: "Mezclar colores reales, es decir, añadirles o sumarles tonos, siempre da como resultado el color negro, mientras que la suma de colores de luz siempre da como resultado el blanco"

¡Ah! Me he llevado una alegría enorme cuando ha aparecido el cuadro La habitación de Arlès (1888). Le tengo muchísimo cariño... es igual, igual que la habitación que yo tenía en el colegio mayor en el que estuve alojada en París...

No se puede contar nada porque todo se va complicando poco a poco hasta llegar a un final bastante curioso y hay que descubrirlo leyéndolo, por supuesto. Merece muchísimo la pena, de verdad.

Voy a cerrar una con una reflexión de nuestro narrador, que nos puede dar que pensar: "Si el arte visual debía representar el mundo, la vida y las costumbres de cada época, yo me debatía en la duda de si los artistas actuales solo veían lo peor de la nuestra o en que la nuestra era exactamente como ellos la representaban en cuyo caso resultaba bastante deprimente, cosa que me negaba a admitir."

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