lunes, 27 de junio de 2016

No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas (Laura Norton)

Es evidente que si ves el título, tienes que leer el libro... No queda más remedio...

Lo encontré hace ya bastante en una librería pero en ese momento no lo compré. Lo comenté luego con una amiga y ella lo compró pero... lo tenía que tener yo... Así que se lo regalé a mi marido.

Por supuesto, él aún no lo ha leído pero yo sí y tengo que reconocer que me lo he pasado de maravilla.

Es esperpéntico desde el principio hasta el final. La prota es Sara, una muchacha curiosa que trabaja haciendo diseños con plumas.

Aparece también su hermana Laura, modeli ella, guapísima de la muerte que va a casarse por sorpresa con otro guapo, guapísimo. "¿Las guapas serán conscientes de que el mundo es mucho más amable con ellas que con el resto?"

Lo interesante del caso es que el futuro marido había sido compañero de clase de Sara...

Los padres son también para echarles de comer aparte. El único sensato del libro debe de ser Roberto, el novio, porque su amigo diseñador es la repera... ¡me encanta!

No se puede explicar lo que pasa porque perdería el interés y hay que leerlo para reírse tranquilamente sin conocer bien la trama. No es carcajada permanente (aunque alguna sí...) pero uno no se quita la sonrisa de la cara durante todo el libro.

A mí, como tantas otras veces, me han debido tomar por tonta en el metro (a lo mejor es que lo soy, claro...)

En fin que, para premio Nobel no parece que vaya dirigido pero para pasar el rato es inmejorable.

No hay grandes frases pero en el zoo comenta una cosa que me ha hecho mucha gracia: "Tienen algo los babuinos que te hacen sentir como cuando pasas un control de aduanas, que aunque no lleves nada piensas que te van a encontrar droga en el equipaje de mano". ¿A que a todos nos pasa esto cuando pasamos el control de aduanas?

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