domingo, 26 de junio de 2016

El secreto de la modelo extraviada (Eduardo Mendoza)

Una nueva entrega del detective forzado "sin nombre", igual de divertida y de intrigante que todas las demás.

En este caso, nuestro prota vuelve a uno de sus "casos" anteriores, después de varios años, cuando todo había quedado cerrado. Vuelve a tratar de averiguar quién mató a Rosario Perales, Olga Baxter de nombre artístico, la "modelo asesinada".

Y todo vuelve a ser esperpéntico, como cabe esperar. Y los personajes son maravillosos, como siempre.

A mí me encanta la Srta. Westinghouse, travesti maravillosa que habla un castellano salpicado con palabras en inglés siempre que puede, amiga de Cándida, la hermana de nuestro prota.

Como es todo tan embrollado y tan difícil de contar, lo único que se puede hacer es leer el libro sí o sí.

Y esta vez, siendo otra reseña corta, voy a dejar una reflexión de la propia Srta. Westinghouse, que me ha encantado: "Hace un tiempo, no sé, como unos dos años, se me apareció Jesucristo. En sueños. Es poco creíble, ya lo sé. Y más tratándose de Jesucristo. La Virgen es más aficionada a las apariciones, pero Él no, a Él les como si no le gustara salir de casa (...). Al principio me costó reconocerlos, porque iba en bicicleta, vestido como una persona normal, con ropa sencilla, nada de marcas (...). Jesucristo se limitó a pasar por mi lado, volvió la cara hacia mí, levantó las cejas una o dos veces sin dejar de pedalear y prosiguió su camino (...9 Pues lo que quiso decirme fue esto: que los caminos del Señor no son nuestros caminos, qué le vamos a hacer".

Pues eso, después de un buen libro, un rato muy agradable, nos podemos quedar con que los caminos del Señor son inescrutables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario