martes, 16 de diciembre de 2014

Serás reina del mundo (Alexandra Lapierre)

Otro de los libros de la colección de mujeres "notables"... Y ha sido muy interesante. Además, la autora es la hija de Dominique Lapierre.

La historia narra la vida y aventuras de Isabel Barreto de Mendaña y de Castro (¡y ole!). En realidad era su Excelencia doña Isabel, adelantada del quinto Continente,  gobernadora de las islas Marquesas y de las islas salomón, conquistadora del mar del Sur, primera mujer almirante de una armada española... ¡Ahí queda eso!

Por supuesto, es un personaje real, claro, que nació en 1567. Lo curioso es que su mami se casó dos veces (igual que ella): la primera vez su mami tenía 15 años y el "muchachito" con el que la casaron tenía solo 75... La segunda vez ya tenía 20 años y el papá de Isabel tenía 35. La pobre mami tuvo 15 embarazos en 18 años, así que el tiempo parece que le cundió...En fin, que uno de los partos que llegó a término y en los que el bebé pudo salir adelante (cosa que no siempre era fácil entonces) nos trajo a Isabel.

Toda su aventura es contada por la propia Isabel mientras está en un convento esperando la vuelta de su segundo marido. Es el resultado de una conversación con su hermana Petronila. El caso de Petronila también es curioso porque ella no se quería casar pero la obligaron. Tuvo 4 hijas y, cuando se quedó viuda se profesó en un convento (que era lo que ella quería hacer desde un principio). Hasta ahí, bien, pero es que obligó a sus hijas a entrar también en el convento... ¡increíble! [También tuvo algún hijo pero ellos quedaron liberados...]

Isabel se casó con Álvaro de Mendaña, que ya había recorrido más de medio mundo, había visto las islas Salomon pero no figuraba como su descubridor. Él quería volver y lo consiguió con ayuda de Isabel.

Lo cierto es que salieron de Lima y llegaron a Manila que, como paseo, no está nada mal. Además, la novela nos da una idea muy buena de cómo eran los viajes entonces. ¡Me río yo de los que se quejan ahora de Ryan Air!

Ya sin bromas, es increíble cómo empezaban los viajes y cómo los acababan las pobres criaturas... Soy consciente de que el GPS no es tan fiable como nos quieren hacer creer pero lo de aquella época era alucinante. Claro (y esto no es broma) el control que llevaban de tiempo era muy curioso porque había que dar la vuelta al reloj de arena y, si el grumete se despistaba, iban perdiendo segunditos de aquí y de allá y se descolocaba todo...

He aprendido una cosa interesante que, aunque nadie se lo crea, me he preguntado muchas veces ¿qué apellido se ponían los hijos?. Lo digo porque unas veces era uno, otras, otro y yo estaba hecha un lío. Parece ser que en aquel momento, los hijos llevaban el apellido del padre y las hijas, el de la madre. Pero, como Isabel era un poquito especial y era el ojito derecho (o la pelotita verde) de su padre, a ella le permitió tener el apellido Barreto...

En fin, que es un libro muy recomendable, fácil de leer y del que se aprenden muchas cosas. Como siempre, quiero acabar con una reflexión de Álvaro de Mendaña, el primer marido de Isabel: "Aún así, la única diferencia entre el héroe y el loco, entre la determinación y la estupidez, ¿queréis saber cuál es? Es el éxito" [Puede que tenga mucha razón]

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