domingo, 28 de diciembre de 2014

Breve historia de la orden del Temple (José Luis Corral)

Es posible que ya lo haya dicho otras veces pero, si yo hubiera sido hombre en el siglo XIII, seguro que habría sido templario. Así que, claro, me encuentro con una historia de la orden contada nada menos que por José Luis Corral y la tengo que leer... ¡no queda más remedio!

Este libro es de divulgación, claro. No es novela y supongo que hay muchos estudios más "sesudos" sobre el Temple. Pero está estupendamente contado y nos llega a todos, a los que saben ya mucho y a los que no sabemos casi nada. Y está escrito para que lo podamos entender todos, que es lo más importante.

Es curioso que los templarios han dado para escribir montones de libros de todo tipo. Y tienen defensores incondicionales (como yo) y detractores salvajes. ¿Por qué? Yo creo que tiene mucha razón el autor: "Lo que ha hecho del Temple a orden religiosa más atractiva de la cristiandad y sobre la que más se ha debatido es la manera en que desapareció".

Dicen las malas lenguas que la idea de que el viernes 13 trae mala suerte se debe a que fue el viernes 13 de octubre de 1307 cuando cayeron los Pauperes Conmilitones Christi Templique Salomonis, o lo que es lo mismo, los Pobres caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, o sea, los templarios.

He aprendido muchas cosas de este libro y algunas me han llamado mucho la atención. Por ejemplo, que tuvieron contacto con la secta de los Asesinos  (los hashshashim, consumidores de hachís). Estos eran unos musulmanes chiítas que fundó Hassan as-Sabbah en 1090 con el propósito de acabar con los gobernantes corruptos (menos mal que no funcionan en esta época...). Al parecer a ninguno les gustaba Saladino e hicieron causa común...

También me he enterado que cuando se fundó el Temple pudieron fijarse en los "hombres del ribat", que eran unos guerreros musulmanes que renunciaban a su mundo a cambio de prestar su servicio militar en forma de cofradías de caballeros juramentados al servicio del ideal islámico. Eso sí, en este caso solo era un servicio temporal, mientas que los templarios lo eran de por vida.

Me ha encantado cómo los define el autor: "El templario era un caballero, pero su condición de soldado de Cristo lo alejaba del libertinaje y el laicismo que envolvía a la caballería seglar, porque a diferencia de esta, que lo hacía por la fama, el honor y el reconocimiento público, los caballeros templarios luchaban con la mente pura y limpia, y no lo hacían en su propio beneficio sino en el de Dios, la Iglesia y los cristianos." Personalmente, supongo que alguno no tendría la mente tan limpia y pura, pero como ideal es una maravilla.

Sí, de acuerdo, también hay que tener en cuenta una cosilla que José Luis Corral deja muy clara: "Hace tiempo que el Temple es historia, pero una idea similar a la que motivó su creación no deja de aparecer una y otra vez sobre la conciencia del mundo. Y es probable que no desaparezca por completo mientras siga existiendo la causa que la originó: la obsesión de algunos seres humanos por imponer sus creencias religiosas y sus ideales políticos y sociales a la fuerza". A mí es lo que menos me entra en la cabeza, que podamos pegarnos y matarnos por imponer ideales religiosas... Se contradice radicalmente... Pero es verdad que en aquel momento lo hacían, aunque no solo luchaban por conquistar los Santos Lugares, claro... Ahí habría mucho que decir.

El problema es que nos sigue pasando en el siglo XXI y no hay visos de que la cosa vaya a cambiar a corto plazo... a mí me parece estremecedor...

Podría alargarme y alargarme porque todo me ha parecido interesante pero me ha llamado mucho la atención otra cosita. Yo sabía que Felipe IV de Francia "animó" al Papa Clemente V a firmar la orden de supresión de los templarios. Al parecer debía mucho dinero al Temple y estaba convencido de que tenían un tesoro oculto (se decía que tenían el Arca de la Alianza...). Pero, por lo visto, otro de los detonantes de su enfado fue que en la elección del último gran maestre, Felipe IV apoyaba a Hugo de Peraud pero salió elegido Jacques de Molay en 1293 y eso no le gustó nada.

Total, que la lió para que suprimieran el Temple y consiguió que Jacques de Molay pasara a la historia por maldecirle en la hoguera. Y sí, el maestre murió pero el rey también y su dinastía se extinguió...

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