jueves, 4 de diciembre de 2014

El secreto de mi marido (Liane Moriarty)

Necesitaba algo para desengrasar y había visto este libro recomendado en uno de los perfiles de twitter que sigo...

Está bien, se deja leer, es entretenido y, a ratitos, hace pensar un poco.

Nos presenta varias historias paralelas, situadas en 1984, girando en torno a un acontecimiento sucedido 17 años antes. Una chiquita aparece estrangulada: Janie Crowley. Las circunstancias de su asesinato nunca se llegaron a aclarar.

El centro de la historia es la familia de Cecilia Fitzpatrick. Ella es un ama de casa que trabaja para Tuppperware Australia, es de la asociación de padres del cole, tiene la casa como un pincel, y tiene una vida sorprendentemente organizada. Y digo sorprendentemente porque a mí las 24 horas no me dan, la verdad...

Tiene 3 hijas: Isabel de 12 años, Esther, de 10 y Polly, de 6. Cada una, como es de esperar, tiene una carácter diferente. Ya me decía siempre a mí mi madre que cada hijo es un curso de psicología diferente... Por supuesto, está felizmente casada con John-Paul, que el único defecto que tiene es que no le gusta el pescado.

Las cosas se descolocan un poco cuando Cecilia encuentra por casualidad una carta de John-Paul que ella solo debe abrir cuando él haya fallecido.

Por otro lado, nos presentan la historia de Rachel, la madre de Janie. Cómo puede seguir viviendo después de fallecer su hija. Cómo se apoya en su nieto Jacob, porque ha dejado un poco de lado a su hijo Rob y a su nuera (perfecta ella, eso sí), Lauren.

Y aparece otra historia paralela, la de Tess y Felicity, hijas de dos hermanas gemelas. La primera casada con Will y con un peque y la otra, soltera pero enamorada de su cuñado... ¡Qué follón!

Me llama la atención porque el nexo de unión de las familias es el programa "The big Loosers", un programita de esos estupendos en el que los concursantes tienen que perder peso... Lo único bueno del programa es el lema: "¡No se consigue nada sin esfuerzo!".

Es un libro interesante, un poco previsible en algunos aspectos pero con unos personajes que resultan bastante creíbles, cercanos y familiares.

Y nos hace pensar en qué puede pasar cuando los secretos dejan de serlo. Se supone que todos tenemos algún secreto (algunos más que otros, supongo) pero hay veces que es posible que sea mejor mantenerlos como estaban y no hacerlos florecer.

No sé si será verdad lo que dice la madre de Tess en un momento dado: "La sinceridad está sobrevalorada" pero lo que sí es cierto es lo que nos dice la autora para acabar el libro: "Ninguno de nosotros sabe los posibles derroteros que nuestras vidas podrían, y quizá deberían, haber tomado. Probablemente esté bien así. Hay secretos que deben permanecer ocultos para siempre. si no, preguntad a Pandora."

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