miércoles, 2 de octubre de 2013

Etimologicón (Javier del Hoyo)

Este es uno de los libros que hace falta leer para pasar de novelas y novelas a algo más sosegado pero también muy agradable. Ha sido otro de mis aciertos al elegir un libro en el Círculo de Lectores.

Es un libro realmente interesante, divertido y, parafraseando a Jesulín, IM-PRESIONANTE, en dos palabras...

El autor tiene un mérito increíble porque en cada capítulo utiliza una raíz diferente y todo el capítulo lo escribe en torno a ella, con palabras derivadas, que están escritas en azul para que no se nos escapen a los torpes que no sabemos mucho de esto.

Explica la etimología de muchas palabras que resultan sorprendentes y que nos hace esbozar una sonrisa cuando nos damos cuenta de lo que estamos diciendo en realidad.

Voy a dejar algunos ejemplos que me han parecido muy curiosos:

CALAMAR - La tinta que se usaba para escribir con el "´cálamo" se extraía de un simpático cefalópodo y por el uso al que iba destinada se denominó "tincta calamaris". Posteriormente aquel generoso molusco pasó a llamarse "calamar".

QUESO - En un molde de esparto se vertía la leche con el cuajo, de donde se obtenía pasado un tiempo el "caseus formaceus". El español tomó la primera parte de la palabra y obtuvimos el "queso", pero los franceses e italianos tomaron la segunda y tienen "fromage" y "formaggio" respectivamente.

HIPÓCRITA - En griego clásico, actor era denominado "hypocratés", que ha dado en español "hipócrita", aquel que vive y habla parapetado por una máscara.

SANJACOBO - (Cordon bleu en francés). Se llama así en español porque era un alimento típico de los albergues del Camino de Santiago.

MAGDALENA - Bollo hecho con harina, aceite, leche y huevo, cocido al horno en moldes metálicos o de papel rizado, y que gotea como con lágrimas al sacarla del líquido en que se moja al comerla. Claro, como María Magdalena, que lloró sus pecados ante el Señor.

Hay montones de ellas que resulta estupendo conocer. Y hay un capítulo final relativo a lo que nos ha dejado el latín, que es para enmarcar. Es cierto que cada vez se estudia menos latín en el cole con lo que se utilizan expresiones sin saber lo que se dice. Me ha encantado "al buen tuntún" que proviene de "ad vultum tuum derecabantur", es decir, según la voluntad de Dios Padre.

Merece la pena dedicar un par de días a este libro y tenerlo en el biblioteca para consultarlo en cualquier momento. Fantástio, de verdad.

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