domingo, 31 de marzo de 2013

Arroz de Palma (Francisco Azevedo)

Otro título curioso e interesante que hace que no me pueda resistir... ¡a leer!

Un libro realmente agradable... El protagonista comienza preparando una comida familiar, ya con 88 años, después de haber tenido un restaurante durante toda su vida. Celebran los 100 años de las bodas de sus padres (que ya no van a asistir, claro).

Pero, lo curioso es que analiza perfectísimamente a la familia. Es un ir y venir por todas las cosas que suceden entre padres, hijos, yernos, nueras, suegros... incluso tíos y primos. Lo mejor es el título del primer capítulo La familia es un plato difícil de preparar. Es una frase recurrente en todo el libro. Siempre que aparece una situación complicada recurre a la frase que ya hemos aprendido a lo largo de la historia.

Y, en el centro de todo, el arroz. Un arroz muy especial porque se trata de 12 kg de arroz que se recogieron del suelo el día de la boda de sus padres... Van y vienen, por aquí y por allá y son el símbolo de la familia y la base de la fertilidad. Unas veces está escondido, otras expuesto, pero siempre está en el centro de los acontecimientos más importantes.

Palma, la del título es la tía. Sí, la hermana del patriarca de la familia, la que recoge el arroz y la que está cargada de sabiduría a lo largo de todas las páginas: "Ser madre es deshilar fibra a fibra el corazón. Ser madre es padecer en un paraíso. Ser tía es ser la hermana de la madre".

A lo largo del libro quedan claras cosas que nos hemos planteado toda nuestra vida, unas veces porque hemos sido víctimas y otras porque hemos sido los verdugos: "Porque sí y porque no son argumentos definitivos que cierran cualquier tipo de discusión con el hijo más rebelde". Y es así: no hay más. Cuando éramos críos nos molestaba enormemente un "porque sí" o un "porque no". Pero... ¿qué les decimos a nuestros hijos cuando nos quedamos sin argumentos? ¿Eh? ¿A que "porque sí" o "porque no" nos parece ahora la respuesta más coherente del mundo? ¡Cómo cambian los cuentos!

Hay algunas reflexiones muy curiosas: "Lo que pasa es que la familia es un plato difícil de preparar. Incluso en manos del cocinero más experto, el pastel se echa a perder de un momento a otro... Nada que hacer - hay días en los que el mundo amanece de mala leche-." Y eso también lo hemos vivido todos en muchas ocasiones. Muchos días el mundo amanece de mala leche... ¡vaya que sí!

Más cosas interesantes: "...cuando seas rico, si algún día llegas a serlo, podrás comprarte todas las casas de dos plantas que quieras. Pero amor, no. El amor no es un artículo que esté en venta. Las propiedades, sí. Los coches, sí. Pero de amor, hijo mío, no puedes comprar ni un grano en el mercado". Es otra reflexión interesante para pensar y no dejarlo...

Hay que decir que la familia protagonista del libro tiene cosas que contar. Yo digo muchas veces que de la mía no se podría escribir casi ni medio capítulo. Me pasó cuando leí a Isabel Allende y las cosas de su familia, y me ha pasado ahora con este libro. De momento, somos pocos y, además, tenemos nombres normales y hacemos cosas normales. Vamos a ver, los hijos de la hermana del prota se llaman Walter, Waldir, Waldemar y Waldecir.... ¡eso sí que no es normal, señores, para nada!

Se trata de un libro muy recomendable. Se lee muy bien, no se sufre, solo se acompaña a la familia de la mano del protagonista y se da un paseo por toda su historia, con sus momentos buenos y sus momentos no tan buenos, como pasa con todas las familias, las mejores y las peores.

Dejo para el final un reflexión que me ha gustado mucho y que también es para meditarla de vez en cuando: "La vida es un caleidoscopio. De nada vale girar el cilindro despacio ¿Tanto cuidado para qué? Cuando menos lo esperamos, los trozos de cristal caen unos sobre otros y forman el impredecible dibujo. Lo bueno es que el nuevo cuadro hace olvidar el anterior. Siempre"

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