miércoles, 31 de octubre de 2012

Cincuenta sombras más oscuras (E.L. James)

Bien, bien... Segunda entrega de la trilogía.... Vaya por delante que ahora también voy a necesitar un descanso, con lo que no colgaré la reseña del tercero hasta que no me desintoxique un poquito...

Un par de avisos: Ruth, corazón, si aún no lo has leído, no veas la reseña porque te puedo destripar alguna cosita. A quien le haya encantado el libro... que tampoco la lea, porque a mí no me ha gustado mucho...

La cosa no empezó bien. Tenía una traducción malísima en la que traducían "holy shit" por "santa mierda"... Vale, es verdad, literalmente pero.... ¿quién dice eso en España? Además, con todos mis respetos, era un español latino que está muy bien para los culebrones pero.... Vamos, que a mí mi novio me "jala" dos veces (en vez de atraerme haía él) y le dejo, fijo. Así que tuve que buscar una versión buena, que se pudiera leer sin agobios y sin tener que hacer una traducción inversa para tener la idea original... ¡qué lucha!

Hay que decir, en honor a la verdad, que el libro se lee rapidísimamente, eso es cierto. Pero tengo un problema: me niego a hacer comentarios en relación con las escenas de sexo (aunque es mucho más "light" que en el libro anterior), con lo que... ¡casi no me queda nada que comentar!

Tengo que decir que sí hay algo que me ha sorprendido. Yo estaba segurísima de que le pediría matrimonio, estaba cantado, pero pensé que sería al final de tercer libro... no en sel segundo. Esto está bien porque me ha tenido en ascuas pensando qué iba a dejar para el otro libro. Menos mal que nos los cuenta al final. Ha creado una especie de "malo" (que faltaba en el libro 1) que va a ser, seguro, "malísimo" en la última entrega.

Hay dos cosas más que han aparecido aquí que yo había echado de menos en el libro anterior: por fin aparece el barco de Christian y se culmina la escena del piano...
Este chico tenía que tener barco sí o sí. Ya había enseñado el planeador y el helicóptero, además de decir que tenía jet. De los coches, ni hablamos... sólo le faltaba el barco. ¡Qué majo!. Claro que la escena la estropean cuando los dos dicen que les encanta El principito. ¡Qué poco originales!
La escena del piano de Pretty Woman se había quedado a medias y, por fin, en esta entrega, la finalizan... ¡qué respiro!

El prota va mejorando un poco con el tiempo pero, la verdad, es una joyita a nivel psiquiátrico: "Christian el sádico. Christian el sumiso. Christian el intocable. Los impulsos edípicos de Christian" y luego el Dr. Flynn (que es genial, por cierto) nos dice que padece hafefobia y parasomnia (todos a por el diccionario...). Yo, lo que no he encontrado son los impulsos edípicos pero...

La madre de Ana sigue siendo genial: "Los hombres son muy cuadriculados, cielo, se lo toman todo al pie de la letra" y Taylor... único. En este libro nos enteramos de que se llama Jason, está separado de su mujer, tiene una hija de 12 años y "... responde con una extraña sonrisa - más incluso que la de Christian..." Vamos.... ¡un cielo!

Merece la pena echar un vistazo al menú del "Baile de máscaras a beneficio de Coping together". ¿Alguien ha probado alguna vez picotas asadas con tomillo?

Eso sí, hay algo que no encaja en absoluto... "Escribo mi nombre con su pluma - es negra, con una flor blanca en el capuchón..." Vamos a ver, bonita, es una Mont Blanc y, por mucho que te quiera, visto que no has utilizado una pluma en tu vida, no te la presta ni borracho...

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muy bien, me parece muy bien... Y, prepárate porque ya llevo casi la mitad del tercero....

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