domingo, 28 de octubre de 2012

Reina Lucía (E.F.Benson)

¡Madre mía! He tardado 11 días en incluir una nueva reseña... La culpa la tiene no tener que ir a trabajar: no tengo tiempo de lectura en el transporte público...

En fin, que a pesar de haber tardado demasiado en leerlo, el libro me ha gustado mucho. Al parecer es el primero de la serie Mapp & Lucia, que yo no conocía. Este libro lo compré en El Círculo de Lectores, un poco por casualidad. Como ya me ha pasado muchas veces, los libros que compro "sin tener ni idea" me encantan.

Es un libro encantador, en el que no se sufre ni se padece, pero no se quita uno la sonrisa de la cara desde que empieza hasta que acaba. Es tremendamente irónico y retrata estupendamente la vida de la clase media en un pueblito inglés en los años '20. Según nos dice el autor "El delicado presente no existe allí: es siempre un febril futuro".

Lucía, la prota, pretende tener un nivel cultural que no posee en absoluto, chapurrea italiano, toca un poquito el piano y representa cuadros teatrales en las fiestas que da para sus amigos. Casada y bien casada, sin hijos, "mangonea" permanentemente a su marido... y ella misma dice que está siempre "atrozmente atareada". Pero es la que "parte el bacalao" en el pueblo y sufre tremendamente el momento en que siente que su posición se ve amenazada por una prima donna recién llegada.

El conjunto de los personajes son delicadísimos, manteniendo las formas como sólo los ingleses saben hacer... Dan ganas de tomarse un té con el dedo meñique estirado diciendo sin cesar "Oh, dear, dear..." Y claro, trasladado a mis años de jovencita, tendría que decir a mis amigas en las fiestas eso de "Te lo juro por Snoopy, y si no, que se caiga el VIPS y se hunda Benetton y cierren Formigal este invierno".

Me encanta el personaje de Georgie, soltero empedernido, "súbdito" de mamá Lucía. Es sencillamente encantador. ¡Lo que más le gusta es bordar! Y tiene unas hermanas espectaculares, de manera que cuando pasan unos días con él, tiene que marcharse dos semanas de vacaciones para descansar. Y va y viene por la plaza, enterándose de lo que pasa...

Todos los personajes son "ideales de la muerte", de verdad, y se pasa un rato muy agradable leyendo sus peripecias. Todas su reacciones son exgeradas pero tienen que contenerlas. Ante un susto, "parecía como si estuviera muerto, pero perfectamente disecado".

En definitiva, un libro para disfrutar, casi "degustar" y sonreír. Muy recomendable.

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