domingo, 14 de octubre de 2012

Antes que nadie (Fernando Paz)

Unos días después de que España, la Roja (nótese la mayúscula) se proclamara por segunda vez consecutiva, y con un mundial de por medio, campeona de Europa de fútbol, hablaron en la radio de este libro.

Se trataba de historias poco conocidas en las que los españoles tenían gran protagonismo y que resultaban fundamentales, en muchos casos, para la historia universal.

Claro, aún me duraba el sentimiento ése de "yo soy español, español, español..." y me regalaron el libro por mi cumple.

Lo cierto es que es un libro estupendo y el autor es un historiador magnífico. Pero la verdad es que "engancha" menos de lo que yo esperaba. Tiene que resumir tantas cosas en tan poco espacio que, para mi gusto, va demasiado rápido y uno no termina de entrar en profundidad en las historias.

Pero se lee bastante bien y describe de maravilla algunas situaciones que en nuestra época no nos podemos ni siquiera imaginar. A una pobre criatura, secretario del Estado, él, tan majete, tan a gusto en su despachito, le mandan a encabezar una embajada a Persia, ni más ni menos. Tardó cerca de 10 años en volver...¡olé! Lo dice el propio autor en otro de los momentos: "Desde la perspectiva actual cuesta comprender la vida de riesgo que estos hombres asumían".

Nietszche dijo que los españoles eran un pueblo que quiso ser demasiado. Puede ser, pero, después de leer el libro de Fernando Paz nos damos cuenta de que muchas de las cosas que hicimos no se nos atribuyen a nosotros (bueno, a los que lo hicieron, porque yo me habría quedado en casa, seguro).

El descubridor de las fuentes del Nilo fue español, el Océano Pacífico se conocía como "el lago español", los españoles consideraron la conquista de China, un español estuvo a punto de gobernar Camboya, los españoles fuimos los primeros en llegar a Alaska, un español fue el primer embajador europeo en Asia.... Este libro nos relata muchísimas cosas curiosas que nos hacen inflar un poquito más nuestro orgullo.

A todos estos intrépidos caballeros (porque mujeres no hay apenas) les mueven muchos sentimientos que nuestra sociedad está perdiendo: el honor, el patriotismo, la honestidad... Y les mueve la fe. Pero les mueve de verdad, es decir, les hace ir de un sitio a otro. Y cuando algo sale mal, "No será la voluntad de Dios todavía, no estará en sazón la mies. Dios dispondrá lo que fuere de su agrado". Ahí estamos: a seguir, que ya llegará el momento....

Tengo que dejar un trocito del momento en que los españoles llegaron a Alaska: "... los marineros españoles de Nueva España fueron los primeros europeos que alcanzaron aquellas tierras y que tomaron posesión de ellas, aunque luego no hubiese fuerza suficiente como para mantenerlas al amparo de la enseña rojigualda que, durante unos años, ondeó orgullosa batida por los vientos polares del norte".

¿Qué? ¿Apetece o no volver a cantar yo soy español, español, español...?

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