sábado, 30 de diciembre de 2017

Te veré bajo el hielo (Robert Bryndza)

Lo peor de hacer esta reseña ya está hecho: escribir el apellido del autor... ¡madre mía!...

En algún momento, alguien me ha recomendado este libro pero, sinceramente, no recuerdo cuándo o dónde ha sido (cada vez me parezco más a Dory...). Pero debo agradecerlo porque el libro me ha gustado mucho, me ha enganchado y, puesto que parece que va a ser el primero de una serie, me va a dar pie a pasar otros muy buenos ratos.

La trama de la novela comienza con "Un joven descubre el cadáver de una chica debajo de una gruesa capa de hielo en un parque del sur de Londres". Y, a patir de ahí... todo lo demás. Una trama muy buena, con unos personajes muy bien estructurados que me ha tenido en tensión...

Para hacernos una idea, el cadáver es de Andrea Douglas-Brown, la hija del dirigente laborista de la Cámara de los Lores. Esto nos da una idea de las implicaciones que tiene que aparezca asesinada esta chiquita que, además, es un poquito especial. Y su familia... aquello parece una reserva natural, como decía una amiga de una empresa en la que yo trabajé...

La persona asignada al caso es la inspectora jefe Erika Foster, que viene a Londres desde Manchester y que ha pasado por un momento malo que ha hecho que haya estado retirada del trabajo. En un momento dado organizó una operación que terminó con tres agentes muertos, uno de ellos, su marido Mark.

Todos los integrantes del equipo dedicado a este caso, bajo las órdenes del comisario jefe Marsh son muy curiosos, sobre todo porque al principio no parece que le apetezca mucho que alguien "de fuera" venga a encargarse de sus asuntos, por mucho que se diga que es muy buena en lo suyo...

No quiero contar nada para no revelar nada de la historia pero sí puedo decir que a Erika le va siguiendo los pasos el malo-malo-malísimo, que no sabemos quién es hasta el final y que dice algo muy interesante mientras reflexiona: "El secreto para confundirse entre la gente es no hacer ningún esfuerzo. Todo el mundo va ensimismado". Es muy cierto... siempre hemos ido todos a lo nuestro por la calle pero, además, ahora con los móviles, la mayoría va mirando la pantalla, escuchando música, hablando o mirando al suelo...

Voy a cerrar recomendando que se lea esta novela. Yo, además, he decido seguir al autor en Twitter... no por nada en especial... porque puedo, como dice mi hijo mayor...

Y dejo una frase de Mark, el marido fallecido de Erika, que me ha hecho sonreír... Por lo visto, cuando ella se quejaba demasiado y se hacía un poco la mártir, él le decía: "Anda, bájate de la cruz, que necesitan la madera"

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