sábado, 30 de diciembre de 2017

El paciente (Juan Gómez-Jurado)

Me dijo mi madre que había un libro que le había parecido muy interesante y que me lo iba a dejar. En general, el criterio de mi madre es fantástico para todo, menos para elegir zapatos, cosa en la que nunca estamos ni estaremos de acuerdo. Así que pensé que me podría gustar.

La sorpresa fue que el autor era Juan Gómez-Jurado, un autor del que he leído varias cosas y que me gusta mucho, mucho.

Y este libro no me ha defraudado en absoluto.

No voy a desvelar nada de la historia porque lo cuenta el propio prota: nos encontramos al Dr. Dave Evans, un neurocirujano de mucho prestigio, en el corredor de la muerte. ¿Por qué?

La historia nos cuenta que este hombre, recientemente viudo y con una hija de 7 años se enfrenta a una situación a la que nadie querría enfrentarse: su hija es secuestrada y no podrá recuperarla a no ser que haga que el presidente de los Estados Unidos muera tras la operación a la que se someterá para extirparle un tumor cerebral. ¿Enrevesado? A mí me pareció realmente agobiante...

En realidad tenemos delante de nosotros a dos protagonistas, acompañados por muchos otros personajes que pueden caernos mejor o peor pero que no dejan de ser relleno. Aunque es cierto que es un relleno muy interesante, claro... Y es imprescindible, no lo olvidemos...

Pero nuestros protas son Dave Evans y el Sr. White, el malo-malísimo que ha secuestrado a la niña, a Julia. Y los dos son tremendamente interesantes. Es verdad que White es el que maneja los hilos, con lo que va a variar menos su comportamiento... Pero el pobre Evans va dando bandazos y haciendo funcionar su cerebro para conseguir eludir sus responsabilidades, la vigilancia de White, las llamadas de su conciencia y... sí, también su dolor personal: no estropeo nada contando que su mujer se suicidó cuando descubrió que tenía un tumor cerebral, sin siquiera consultarle a él, que es de lo neurocirujanos más prestigiosos del mundo.

Eso sí, nuestro White es algo fuera de lo normal: "Su falta absoluta de empatía lo ponía un escalón por encima de los demás. Podía leer las emociones ajenas e interpretarlas sin verse manchado por ellas. Aquella ventaja era de lo más práctica". No se me había ocurrido, pero es muy cierto...

Además, White cuenta con una inteligencia privilegiada y se dedica a la Psicología. Mientras estudiaba, a uno de sus profesores le comentaba: "Las emociones son cambios que preparan al individuo para la acción. Si generamos en el sujeto las emociones adecuadas, podemos orientar sus actos de forma externa. Como un mando a distancia". Es lo que toda la vida hemos llamado "manipular" o "hacer chantaje emocional" pero elevado a la enésima potencia...

Y nos da una explicación muy interesante de la adaptación a las diferentes circunstancias: "La mente humana es flexible, Dave.en un  Cuando la trasladas de un contexto seguro a uno amenazador, al principio sufre un choque. Pero con el tiempo, intenta amoldarse a la nueva situación, redefine el nuevo contexto como seguro para minimizar el trauma."

Otra cosa curiosa y razonable cuando uno lo piensa es una reflexión de Dave en relación con la medicina: "Una de las primeras cosas que aprendí como médico es que hay muchas más formas de dañar a las personas que de ayudarlas. Por triste y cínico que suene, hay menos posibilidades de equivocarse no haciendo nada"

No quiero alargarme mucho más porque el libro, como siempre, hay que leerlo. Es muy interesante, es fácil de leer, se aprende mucho y hace reflexionar... vaya, lo tiene todo. Pero no me resisto a incluir un comentario de White (está claro que me ha impactado...): "Los humanos asumían como ciertas las falsedades más peregrinas, simplemente porque venían envueltas en un bonito paquete. Los girasoles no siguen al sol, ni la Gran Muralla china se ve desde el espacio, ni usamos solo el 10% de nuestro cerebro". Sinceramente, nunca me había planteado si estas cosas eran o no ciertas, pero he indagado y, efectivamente, son falsas las tres y la mayoría las consideramos como verdades fundamentales... Es para hacérnoslo mirar.

Ahora sí que termino, con una frase que no sé a quién se atribuye pero que me ha gustado mucho, aunque no era la primera vez que la leía: "Dale a un hombre un arma y robará un banco; dale  un banco y robará el mundo entero

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