martes, 17 de junio de 2014

La analfabeta que era un genio de los números (Jonas Jonasson)

Me encontré con este libro casi por casualidad (como me pasa con la mayoría, cabe decir) y decidí leerlo porque ya había leído El abuelo que saltó por la ventana y se largó, que es del mismo autor y me había gustado.

Lo he pasado muy bien leyéndolo, la verdad. Pero también es verdad que no me ha sorprendido tanto como el otro porque ya sabía cómo escribe el autor.

Toda la novela es un cúmulo de despropósitos desde el principio hasta el final. Empieza con el apartheid en Sudáfrica y acaba con los líderes chinos en Suecia llevándose una bomba atómica. Y ridiculiza todas las situaciones políticas sin dejar de mostrar su crudeza en muchos momentos: "...había quejas furibundas porque Sudáfrica actuaba a partir de la sencilla premisa de que quien no es blanco nunca lo será ".

La protagonista, Nombeko Mayeki pasa por casi todas las vicisitudes que uno pueda imaginar. Para hacernos una idea de cómo era su vida: "El último contacto entre Nombeko y su padre se remontaba más o menos a los veinte minutos posteriores a su fecundación".

Cuando, tras muchas aventuras, aterriza en Suecia, se encuentra con los Holger. Y digo "los" porque son dos  porque efectivamente son dos hermanos que se llaman igual pero solo uno de ellos ha sido inscrito en el registro por lo que, oficialmente solo existe uno de ellos

En Suecia nos presentan el problema de la monarquía frente a la república, todo en clave de humor, por supuesto. Y nos presenta a un país escandinavo en el que todo es educación, respeto, democracia... pero también mucha burocracia: "Alguien que considere que no tiene suficientes problemas en su vida siempre puede hacerse con un mamífero en Suecia poco antes de que despegue su vuelo, y luego insistir en que el animal viaje en la bodega con el resto del equipaje".

No debo contar cuál es la trama de la novela porque no lo creería nadie. Los personajes con esperpénticos de principio a fin y toda la historia está escrita en clave de ironía. Para ejemplo, el final del espía americano obsesionado con que la CIA le persigue y que se ha escondido en un antiguo taller de alfarería: "Y el alfarero sufrió una fibrilación ventricular. Las pupilas se le dilataron y el corazón se le paró. Cuando sucede esto, primero la víctima parece muerta y luego se muere realmente. Si además después la arrojan desde la ventana de una cuarta planta con la cabeza por delante, su muerte se confirma por partida doble".

Todo el libro es así, pero creo que nos hace ver muchas cosas interesantes porque nos hace reflexionar sobre el comportamiento humano, los fanatismos y los radicalismos de todo tipo. Y nos hace darnos cuenta de que todo se puede relativizar sin problema y que todos podemos seguir teniendo razón sin que por eso los demás no puedan compartir el mundo con nosotros.

En definitiva, un libro muy divertido y muy recomendable. Se pasa muy bien y uno no se quita la sonrisa de la boca en ningún momento.

Para terminar, una de las frases de da paso a los diferentes capítulos. Todas están muy bien elegidas, pero esta me ha gustado especialmente. "Nada dura para siempre en este mundo cruel. Ni siquiera nuestros problemas" (Charlie Chaplin)

No hay comentarios:

Publicar un comentario