lunes, 21 de enero de 2013

El sí de las niñas (Leandro Fernández de Moratín)

Por fin mis hijos tienen que leer algo que me gusta... Al mayor le han pedido que se lea este libro para luego responder una serie de cuestiones. Yo lo pensaba leer de todas maneras pero me ha pedido de rodillitas y con los brazos en cruz que me lo lea porque quiere que se lo traduzca a un lenguaje normal: dice que no ha entendido nada... ¡Qué cosas!

Y para responder a unas preguntas, nos lo hemos tenido que estudiar a fondo.

Lo cierto es que el libro lo merece. Yo lo he leído un montón de veces. Era recurrente en el cole y, además, lo leíamos en alto, como si lo estuviéramos representando. Unas cuantas veces me tocó ser Doña Irene (por la cosa de que hablo mucho y muy deprisa y soy capaz de no decir nada de nada en media hora que pueda estar hablando).

A mí me encanta el personaje de Don Diego. Es un hombre entrañable. Con sus 59 años pretende casarse con Paquita que acaba de cumplir 16... Pero el hombre es una bellísima persona. Él solo pretende tener una vejez tranquila y no espera contar con alguien que le ame apasionadamente, sino con una mujer que se encargue de ciudar la casa y los posibles críos que pueda tener y que le dé conversación... poco más. Y se da cuenta de que no es lo mejor para la chiquilla. No quiere perjudicarla para nada. Es una persona que se deja querer.

Pero... ¿y Doña Irene? ¡Vaya con la señora! Mete a la niña en un convento para que reciba una educación sin mancha y luego la casa con un tío con dinero para cubrir sus propias necesidades. Y, sí, le pasa lo que a mí, que siempre tiene algo que decir, aunque no venga muy a cuento. Es un personaje súper divertido. A mi modo de ver, el mejor trabajado psicológicamente. Yo me la puedo imaginar, con un pañuelito en la mano y cara de pena, alabando las virtudes de la niña y pidiendo las sales porque algo le ha sentado mal.

De Paquita poco tengo que decir porque es sosita, pobrecita ella. Hay gente más salada y genet más sosa y a ella le ha tocado salir perdiendo. Será muy mona, muy virtuosa y muy obediente, pero es muy sosa.

También están estupendos los criados, sobre todo Rita y Calamocha y los dobles sentidos con los que se hablan. Parece mentira que los nobles dieran tantas vueltas a la delicadeza y los criados utilizaran un lenguaje tan rico con tantos dobleces en el significado.

No me quiero extender (frase recurrente en todas las entradas del blog). Es un libro estupendísimo, que se lee rápido y muy bien y que, además, tiene una moraleja interesante.

Y, cuando se termina la lectura, una da gracias y más gracias porque la situación de la juventud, sobre todo de las chicas, haya cambiado desde entonces.

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