miércoles, 29 de diciembre de 2021

Los vencejos (Fernando Aramburu)

 He de decir que quería leer el libro pero que, ni la portada ni el tamaño me atrajeron mucho y por eso no fue de los primeros que leí del botín que me traje de la Feria del Libro.

Y me ha encantado... he disfrutado muchísimo. No ha sido nada de lo que esperaba (no había leído ni una sola crítica) pero lo he saboreado y casi me ha sabido a poco.

Nuestro protagonista y narrador es Toni que nos dice: "He previsto suicidarme dentro de un año. Hasta tengo ya prevista la fecha: 31 de julio, miércoles, por la noche". Así que, empieza a escribir una especie de diario desde el 1 de agosto hasta el 31 de julio, día en que tiene previsto suicidarse. Sabemos que empieza en 2018 porque el 16 de agosto nos dice que ha fallecido Aretha Franklin... esa es la pista.

¿Por qué se quiere suicidar? "Lo dicho: para los que no aportamos nada valioso ni útil a la humanidad, cincuenta años gorroneando oxígeno en el planeta deberían bastar"

Toni es profesor de Filosofía en un instituto, está separado de Amalia y tiene un hijo de 25 años, Nicolás, al que llama Nikita. Y, la mejor de todos los personajes, Pepa, su perra de 13 años... es estupenda. 

A lo largo del libro vamos conociendo a su familia, a algunos de sus colegas en el instituto, a su primera novia Águeda y a su amigo Patachula, al que llama así porque perdió un pie en los atentados del 11M. 

Toni tiene una forma de ver la vida muy personal... una persona muy culta, gran amante de los libros... Y resulta muy curioso que los va regalando y dejando abandonados porque no quiere dejar muchas cosas cuando ya no esté. Y nos vamos dando cuenta de que las estanterías se le van quedando vacías... Y da mucha pena.

Tiene algunas reflexiones muy interesantes: "En esto consiste la madurez, en resignarse a hacer un día y otro y otro, hasta la jubilación e incluso más allá, lo que a uno no le apetece".

En cuanto a sus ideas políticas, creo que son para tenerlas en cuenta: "Yo milito desde hacer largos años en el PPES, en el Partido de los que Prefieren Estar Solos, donde no desempeño cargo alguno. Lo integra un solo militante, yo, y no siquiera soy el jefe".

A mí me ha caido bien desde el principio y luego ha contado: "Durante años estuve anotando en un Moleskine de tapas negras (...), citas sacadas de libros, no solo de filosofía"... y ahí ya me ha conquistado por completo... Yo estuve muchos años haciendo eso mismo, y las anotaba en libretitas pequeñas, cuadriculadas, sin dejar espacios entre líneas... me gustaba muchísimo. Después, con el tiempo, se podían encontrar citas de cualquier cosa en la red y ya no era lo mismo. Incluso traté de hacerme una base de datos con las que tenía... No cuajó: el encanto era encontrar las frases y anotarlas en el cuaderno.

Claro, al ser profe de Filosofía, cita a muchos filósofos pero hay una frase de Bertrand Russell que me ha gustado mucho: "Es pues esencial, para vivir felizmente, una cierta capacidad para soportar el aburrimiento". Yo tengo mis cosas con Bertrand Russell... Era uno de los filósofos que podían caer en Selectividad (curso 83-84) pero mi profe de Filosofía dijo que Russell era matemático y que no lo íbamos a ver... él era tomista y estudiamos a Santo Tomás aun sabiendo que no era de los que entrarían. Teníamos que rezar para que no cayera y sabernos muy bien los demás. Como era de esperar, me cayó... menos mal que me salvó San Agustín que era mi otra opción, y lo pude hacer muy bien.

Podría seguir mucho más, pero no lo voy a hacer. Pero, eso sí, hay que leerlo... es obligatorio. Y, lo mejor, la última frase de libro, que no voy a dejar aquí por razones obvias... Pero a mí me ha emocionado.

Cierro con otra reflexión que me parece muy cierta: "Una causa, por muy justa que sea, se vuelve dañina tan pronto como la defiende un fanático".

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