domingo, 18 de abril de 2021

El juego de la mariposa (Katrine Engberg)

 Vuelvo a dar un giro profundo en el tipo de lectura y me enfrento a otra novela negra escandinava, que me gusta mucho, en general.

Es un nuevo libro del inspector Jeppe Kørner. El primero que leí La estrategia del cocodrilo me gustó pero no me encandiló. Y este, un poco por el estilo.

En este caso, Anette Werner no puede colaborar al 100% porque está de baja por maternidad. Pero tampoco quiere estar cuidando de su hija. Es cierto que nos volvemos todas un pelín rarillas después de dar a luz, pero la actitud de Anette no me gusta y llega inlcuso a molestarme...

Vamos a trabajar con la inspectora Sara Saidani y el detective Thomas Larsen. Y vuelve a aparecer Esther de Laurenti pero esta vez me da un poco de penita.. no lo cuento, pero no me gusta mucho...

Vamos a conocer una institución en la que se trataban adolescentes enfermos... complicado... entiendo que es una tarea muy difícil porque en el libro se hacen una pregunta que yo me he hecho muchas veces: "¿Qué se consider una conducta normal en un adolescente? ¿En qué momento se percibe que algo se sale de la norma?". Es uno de los miedos que tenemos los padres, claro. Una vez, en una charla de drogodependencia en adolescentes, nos dijeron que un padre atento, pendiente y comprometido, siempre detecta cuando un comportamiento se sale de la norma... y yo sigo teniendo mis dudas de que sea cierto.

En fin, que en esa institución trabajaba el psiquiatra Peter Demant. Tiene sus cosas buenas: "La adversidad era un combustible que le hacía trabajar más duro todavía"... pero... "...dobló la esquina superior de la página del libro..." Ahí se acabó... eso es un horror.

También aprendemos lo que es un escarificador... una cosa que, grande, sirve para airear el césped, pero que pequeñito, puede ser un arma mortal. Y se utilizaba para los sangrados cuando se creía que sangrando al enfermo se lograba el equilibrio que causaba la enfermedad.

Nada más por ahora. Voy a cerrar con una reflexión interesante: "La sociedad había cambiado. En la actualidad, una lavadora se estropeaba dos meses después de que se le acabara la garantía, las casas se contruían a base de lana de roca y yeso y el sufrimiento se trataba con calmantes sin que nadie se parara a considerar cuál era su causa. Se atajaban solo los síntomas".

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