martes, 27 de septiembre de 2016

La vida después (Marta Rivera de la Cruz)

Otra de mis autoras talismán... Siempre que leo algo suyo, disfruto enormemente. No solo porque las historias me gustan sino porque están tan bien contadas...

Lo que más rabia me da es que, desde que está en política, ya no recomienda libros en la radio... Se me ha escapado una fuente de libros interesantes...

En fin, que este libro me ha gustado un montón.

Es un canto a la amistad desde el principio hasta el final y una excursión a través de los sentimientos.

Y es muy curioso porque lo podemos dividir en dos partes completamente distintas. El principio, en el que nos sitúa a todos los personajes y sus relaciones y una segunda parte impresionante e inesperada que parece al margen de todo lo demás pero que nos sigue dirigiendo a buscar la felicidad.

Los personajes son muy variopintos, desde Jan (Javier) al que no llegamos a conocer porque el libro comienza tras fallecer a Victoria, su amiga de toda la vida, con quien nunca pasó de una profundísima amistad, cosa que nadie llegó a creer de verdad.

Conocemos al Chloe, el antiguo amor de Jan y a Solange, la hija de ambos; a Marga, su esposa y a Shirley, la madre de esta última, personaje peculiar de todas todas. Cuatro mujeres que no se llevan especialmente bien y con las que Victoria tiene que lidiar por encargo póstumo de Jan.

Eso sí, mi personaje favorito es, sin duda Douglas Faraday. Debo de tener predilección por los caballeros ingleses, digo yo... Se trata de un anticuario al que van a visitar a Londres y que me encandiló desde el primer momento en que apareció.

Lamentablemente no puedo contar por qué se presentan allí porque desvelaría gran parte de la historia y no es mi intención...

Pero lo que sí es cierto es que, tras la muerte de Jan y el reencuentro, las vidas de todos los personajes dan un vuelco muy interesante.

Es un libro muy, pero que muy recomendable, que se lee muy cómodamente y que va descubriendo muchísimas cosas.

Por cierto, me he dejado de lado al marido de Victoria, Herder van Halen, pero es que no me cae bien y no me ha merecido la pena dedicarle tiempo... (para eso es mi reseña...)

Y cierro ya con una reflexión que me ha gustado y me ha dado que pensar: "El ser humano nace con el derecho a ser feliz, y ese derecho implica también una obligación. La felicidad es también una cuestión de voluntad."

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