viernes, 9 de septiembre de 2016

Tardes de chocolate en el Ritz (Reyes Calderón)

Este era un valor seguro desde el principio... La autora me encanta y sabía yo que lo iba a disfrutar muchísimo, como así ha sido, claro.

Me ha llamado la atención porque no es una novela de las que ella escribe habitualmente, sino una serie de reflexiones personales en principio, en torno a un chocolate en el Ritz con su amiga Marta. Una amiga muy especial a la que conoce en una recepción y resulta siendo una "rubia no tonta", pero muy peculiar, que ve la vida de una manera muy diferente a como la ve la autora pero que le sirve de complemento.

En sus propias palabras: "Este libro quiere deshacerse en tu boca dejando en cada capítulo un nuevo aroma balsámico." Yo no habría sido capaz de expresarlo así pero es verdaderamente lo que ocurre cuando se lee el libro.

Yo sabía algo de la autora por la información que suele aparecer en sus libros y porque había buscado un poquillo en la red, pero me he dado cuenta que me identifico muchísimo con ella en muchas cosas. Vale, de acuerdo, ella es más lista que yo, es famosa, escribe (que es mi sueño, tiene 9 hijos pero también dice: "Suelo llevar bolsos enormes de tal tamaño y envergadura que llenarían de envidia a la mismísima Mary Poppins; pesan como un mal matrimonio y a la larga te destrozan el hombro, pero en ellos cabe casi de todo." Cualquiera que me conozca sabe que esa frase podría haberlo dicho yo perfectamente...

Hay muchísimas cosas que reseñar en este libro. Es un bálsamo que ayuda a relajarse, a sonreír (incluso a reír abiertamente en algunos momentos) y que hace un repaso por los momentos y los temas importantes de nuestra vida de una forma tranquila, visto por unos ojos que se enfrentan a las cosas habituales de la vida cada día.

Cada capítulo comienza con un relato corto, muy corto, que es muy impactante... A mí cada uno me ha dejado parada en seco un poquito antes de seguir...

Y todo el libro está salpicado aquí y allá con citas célebres (con lo que a mí me tiene ganada...) de autores de todo tipo. Me han gustado todas pero voy a incluir aquí la de Winston Churchill porque me ha encantado: "Estoy preparado para encontrarme con mi Creador. Si mi Creador está preparado para el suplicio de encontrarse conmigo, es otro asunto."

Otra de las citas muy interesantes es una de Leibniz, a quien la autora llama familiarmente Leib (me ha hecho mucha gracia). Es algo que creo que todos sabemos, pero no nos damos cuenta y muchas veces no lo queremos admitir: "Dios, pudiendo escoger, siempre elige el camino mejor"

Desde luego, hay que leerlo. Para pasar un rato maravilloso, para sonreír, para pensar, para reflexionar... Es de lo mejor que he leído este verano, que no ha sido poco...

Y cierro con una reflexión de la autora, que yo ya había pensado muchas veces últimamente: "El tiempo, últimamente, va demasiado deprisa. Antes paseaba; luego empezó a trotar y ahora corre que se las pela".

Pero no me resisto a dejar en el aire dos preguntas que se hacen también en el libro... "¿Cuánto vale un segundo de tu tiempo? ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por él?"

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