domingo, 3 de abril de 2016

El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de IKEA (Romain Puértolas)

Es evidente que si elegí este libro fue porque el título es muy llamativo. Siguiendo mi costumbre de no leer la trama de la novela, me hizo mucha gracia el nombre y lo compré. Y en mi generosidad, se lo regalé a mi marido... ¡Pobre!

El libro no vale nada (y que me perdone el autor).. Promete mucho pero no aporta nada de nada (por lo menos a mí, claro)

La historia gira en torno a un indio, faquir por más señas, que se llama Dhjamal Mekhan Dooyeghas, que llega a París a comprar una cama de pinchos que ha visto en IKEA. La cosa se complica y termina metido en un armario que se traslada.

Esto da lugar a una peripecia increíble que le lleva por medio mundo con situaciones esperpénticas.

No sé si el autor pretende ser reivindicativo o sarcástico, la verdad. Llega un momento en que explica un poco el origen del faquir y es bastante duro... Pero ya no sabes qué hacer, si reírte o llorar. No he sabido si lo que el autor pretende es denunciar las situaciones que se plantean a lo largo de la novela o si solo quiere situar al protagonista en momentos a cuál más increíble.

Es por eso por lo que no me gusta, porque no sé dónde estoy, dónde está el autor o qué se pretende con la novela. Además de que no me ha parecido que esté muy bien escrito y de que la historia me ha aburrido bastante.

A pesar de todo, siempre se aprende algo y esta vez no va a ser menos, claro.

Por un lado, el autor dice que IKEA en sueco quiere decir "el colmo". Podría ser, pero el traductor de Google no lo sabe, así que he hecho unas indagaciones y la página www.erroreshistoricos.com me ha dicho lo siguiente:
"En 1943, con 17 años, Ingvar Kamprad fundó la empresa IKEA con el dinero que su padre le regaló por sacar buenas notas. El nombre IKEA proviene de las iniciales de su nombre (I. K.) más la primera letra E de Elmtaryd, una granja cercana al pueblo Agunnaryd, de donde utilizó la A."

Así que, yo creo que no es lo que el autor nos cuenta en la novela. Eso sí, en un momento nos dice: "Para alguien procedente de un país occidental de tendencia democrática, el señor IKEA había desarrollado un concepto comercial como mínimo insólito: la visita forzada de su tienda." Esto lo sabemos todos... No hay peor cosa que ir a IKEA con prisas... Y antes había algunos atajos que te permitían pasar de un sitio a otro sin hacer las 24 horas de Le Mans; pero ahora los han cerrado... ¡mala suerte!

Otra cosa que nos dice es que Maupassant odiaba la torre Eiffel. Al parecer comía allí todos los días porque era el único sitio de París desde el que no se la podía ver

Esto, al parecer sí es verdad. En el blog Enroque de Ciencia (de Carlos Roque Sánchez) se incluye parte de una carta suya de 1887 que dice así: “… pirámide alta y flaca de escalas de hierro; esqueleto gigante falto de gracia, cuya base parece hecha para llevar un monumento formidable de Cíclopes; aborto de un ridículo y delgado perfil de chimenea de fábrica”.

Por lo demás, no me queda mucho que decir. Hay personajes curiosos, la verdad, pero como la novela ha pasado por mí sin pena ni gloria, ni siquiera voy a hacer comentarios.

Para termina, me ha resultado curioso que en un momento dado diga que "el mundo es un pañuelo de seda india". Cursi es, desde luego pero no me resisto a contar lo que me dijo una vez a mí una responsable de Recursos Humanos mientras me hacía una entrevista: "Uy, si es que el mundo es un Kleenex". Le faltó "te lo juro por Snoopy; y si no, que se caiga el VIPS, se hunda Benetton y cierren Formigal este invierno"....


No hay comentarios:

Publicar un comentario