domingo, 31 de enero de 2016

El alquimista (Paulo Coelho)

Vamos a partir de la base de que a mí no me gusta mucho Paulo Coelho. Sí lo sé, debo de ser muy rara... Tampoco soporto la poesía de Miguel Hernández y pienso que El Principito es uno de los libros más sobrevalorados de la historia universal... Soy así, es lo que hay. Y, además, sobre gustos no hay nada escrito.

La primera pregunta sería ¿por qué lo he leído? Porque lo ha tenido que leer mi hijo pequeño y, aunque yo ya lo había leído hace muchos años, he pensado que no sería malo volver a leerlo. A él no le ha gustado (y no he podido decirle nada...)

Esta vez tampoco me ha llamado mucho la atención...

El mensaje del libro es la búsqueda de la propia identidad y repite varias veces que "cuando quieras una cosa, todo el Universo conspirará para que la consigas".

Santiago, va en busca de su "leyenda personal" y se encuentra con cuatro maestros: Melquisedec, el rey de Salem, el vendedor de cristales, el inglés y el alquimista. De todos ellos va aprendiendo muchas cosas.

Y el autor va haciendo referencias a las Sagradas Escrituras, al Corán,... Por ejemplo, pone en boca del alquimista las palabras: "El mal no es lo que entra en la boca del hombre. El mal es lo que sale de ella". Esto es lo que dijo Jesús: "Lo que entra en la boca no mancha al hombre; lo que sale de la boca, eso es lo que mancha" (Mt 15,11)

Después de haber dicho que no es un libro que yo tendría como "libro de cabecera", hay que decir que tiene reflexiones muy interesantes, eso no se puede negar.

Por ejemplo: "La gente dice muchas cosas raras, pensó el muchacho. A veces es mejor estar con las ovejas que son calladas y se limitan a buscar alimento y agua. O es mejor estar con los libros, que cuentan historias fantásticas siempre en los momentos en que uno quiere oírlas".

O también: "Cuando todos los días parecen iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo".

Lo que sí es verdad es que el libro, cuando uno lo está leyendo, sosiega... Sí, son reflexiones interesantes que relajan y no agobian. Para mí es un punto muy interesante porque no me gusta leer para sufrir y hay libros que resultan muy inquietantes. No es fácil explicar esta sensación pero está ahí.

Me ha gustado mucho una frasecilla: "No te impacientes. Como dijo el camellero, come a la hora de comer. Y camina a la hora de caminar". Eso nos lo deberíamos plantear cada día... Muchas de las cosas que nos pasan son causadas por la impaciencia, por no hacer las cosas cuando se deben hacer.

Y otra cosa que deberíamos tener en cuenta: "Es en el presente donde está el secreto; si prestas atención al presente, podrás mejorarlo. Y si mejoras el presente, lo que sucederá después, tambie´n será mejor".

Voy a ir cerrando, dejando una noticia de última hora. Ayer leí en twitter que esta novela se va a llevar al cine... Yo no voy a ver la peli, claro, porque no voy apenas al cine pero, a lo mejor a alguien le interesa...

Acabo con unos versos de Rudyard Kipling que viene ya en el análisis final del libro que me ha gustado muchísimo:

Si puedes llenar el minuto inolvidable
con los sesenta segundos que lo recorren, 
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita,
y lo que es más, hijo mío, serás hombre.

1 comentario:

  1. Ay, Ay, que me da!! Pensé que a la única que le parecía un coñazo el Principito era a mi!! La gete me mira como si estuviese loca cuando lo digo!!!
    Que grande eres, Cris!!!! jajajajajajajaja....

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