lunes, 23 de noviembre de 2015

El expediente Canaima (Reyes Calderón Cuadrado)

Vuelvo a las andadas... Me gusta Lola MacHor y el inspecto Iturri, ¡qué le vamos a hacer...!

Como era de esperar, el libro no me ha decepcionado nada en absoluto: vuelve a tener una trama muy interesante, enlazada con las cosas más sorprendentes y con unos personajes muy estudiados, que hacen que terminemos pensando que los conocemos de toda la vida.

Además, este libro tiene muchas cosas que se pueden emplear en estos días y que parece que las han escrito solo para eso.

Estamos viviendo unos días muy convulsos en Europa, nos guste o no (que es que no, claro) y hay un pensamiento de la jueza que me ha gustado muhco: "La ley, por el contrario, camina despacio y mira bien dónde pone los pies. No sigue patrones de eficiencia, pero cuando el mundo se descoyunta, es la única avalista de la verdad". Parece que me lo han puesto a capón...

Pero, por otro lado, también piensa ella misma: "MacHor estaba convencida de que los políticos, sin distinción de credo, hacían leyes con el único fin de atraer hacia sus filas a ese número de indecisos votantes que puede inclinar definitivamente la balanza de una elección". Ahí estoy de acuerdo con ella pero esto me lleva a la reseña de El príncipe de la niebla y mi idea de que no se debe vender el alma al diablo... algo nos pedirá...

En este libro, una parte de la trama gira en torno a una mesa redonda en la que participa Lola MacHor, en la que tiene que hablar de corrupción... ¡Olé!... Otro tema que nos viene fenomenal. Según ella "la corrupción debe entenderse como la coincidencia de tres circunstancias muy diversas: oportunidad, beneficio y bajo riesgo". Sí, Señoría, sí, por supuesto pero, también hace falta un poco de predisposición ¿no? Yo conozco mucha gente que, frente a estas 3 circunstancias no han cedido a la tentación... Y seguro que no soy yo sola la que conoce a mucha gente así...

Como decía, en la novela aparecen muchas tramitas pequeñas que se van entrelazando pero, para mí, aunque no es el centro, lo que más me ha gustado es el valor que da a la familia: "Donde estemos nosotros, estará nuestro hogar. La familia supera con creces el movimiento de la brújula".

Uno de los personajes que más me gusta es Jaime, el marido de Lola. Tiene un peso muy importante en todas las novelas aunque parece que solo pasaba por allí, como si nada. En este caso, hay un momento en el que habla con ella  que es para enmarcarlo. No puedo (ni quiero) reproducirlo todo aquí, pero es un canto a la unión, al amor, al respeto, a la familia... ¡una maravilla! Y, como tampoco voy a dejar esto así, sin decir nada, recojo la frase que me ha gustado más de todo ese discurso que le hace mientras ella está dormida: "Pero lo más importante es que, si no estamos juntos, ni tú ni yo somos nada". Quizá eso debería ser lo que definiera a cada pareja. Si fuera así, habría muchísimos menos problemas de los que hay...

Me han gustado muchísimas cosas más del libro. Yo, que soy muy de espías, he disfrutado con que aparezcan los agentes del F.B.I.... ¿por qué? Pues no sé, porque le dan más "glamour" a la novela... Pero vaya, que el agente me ha encantado y le he cogido mucho cariño.

Y, como no me quiero alargar mucho más, sí que voy a terminar con una frase que me ha hecho disfrutar. Viene un poco a colación con la polémica que estamos viviendo este otoño con los belenes en Madrid. Por supuesto, tontos hay en todas partes, y muchos y, claro, hay quien puede pensar que un belén puede ofender... ¡qué cosas!

En fin que termino con lo que le dice a la jueza alguien que pasa por su despacho: "Señoría, ya no se felicita la Navidad, eso es muy poco progresista. Ahora lo que se lleva es desear un ecológico año nuevo". Simplemente, me encanta.

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