viernes, 21 de junio de 2013

Los vigilantes del faro (Camila Läckberg)

Creo que ya he dicho alguna vez que me gusta la novela negra escandinava y creo que Camila Läckberg es una autora muy interesante, que escribe para que uno disfrute leyendo pero que entra mucho en la sicología de los personajes y su entorno.

Hasta el momento solo conozco de ella la saga Patrick, el poli estupendo que vive en Suecia y que va trabajando como puede, la criatura. Tiene un jefe esperpéntico y unos compañeros muy curiosos. Creo que es lo único que ha escrito por el momento, porque es muy jovencita y no le ha dado tiempo a más, claro.

No he leído todos los que ha escrito. Sí he leído los tres primeros pero me he saltado cuatro para coger el último.. (al menos el último publicado aquí). Desde luego, es una tarea que me queda pendiente, porque están muy bien.

Como me he perdido parte de las historias personales de los protagonistas básicos de las historias, me he dado de sopetón con algunas cosas inesperadas, como que el prota tiene gemelos y su mujer ha tenido un accidente, junto con su hermana. Es una parte interesante de la novela porque la relación entre estas dos chicas es curiosa y su reacción ante el accidente también es para analizarla. Patrick en un momenot daod dice que "quizá no estuviera de más no dar la vida por supuesta...". Y creo que no está mal pensado, ciertamente.

Como era de esperar, en la historia hay un crimen (o varios) y muchos policías tratando de ver qué narices ha pasado y por qué. Uno de ellos dice "El dinreo y las drogas transforman en animales a los seres humanos". Lo suponemos todos pero ellos, probablemente han visto más casos que nosotros, por lo que hablan de verdad con conocimiento de causa...

No es una novela para tomar muchas notas, porque no se basa tanto en reflexiones como en contar una historia muy bien hilada (lo que no siempre es fácil en este tipo de novelas) y hacer que uno se introduzca en los personajes sintiendo casi como ellos sienten.

Los personajes recurrentes en la serie son estupendos y uno sabe casi con seguridad cómo van a ir reaccionando. Además, retrata su forma de ser en el trabajo y en la vida privada y cómo hay personas que pueden verles todo lo bueno que tienen aunque ni ellos mismos lo quieran expresar.

Esta historia presenta situaciones de drogas, mujeres maltratadas, destrozos sicológicos por malos tratos, niños en ambientes absolutamente hostiles... ¡una maravilla! Pero es cierto que lo trata todo de una forma muy sutil de manera que el lector pueda percibir el horror sin necesidad de cerrar el libro porque las escanas sean insoportables.

No quiero contar de qué va por si alguien quiere leerlo. Pero es muy recomendable. Además está en la categoría de lo que yo llamo "libros de playa" (que no es peyorativo en absoluto). Se puede leer perfectamente en la toallita en la playa o en la pisci, pero también se puede leer en el metro de camino al trabajo.

Para terminar, no me resisto a incluir una frase lapidaria de Patrik que es válida para todos los libros y todas las situaciones: "...pero idiotas habrá siempre"

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